El peligroso “populismo”
@miguelmg28
En los últimos meses nos ha tocado presenciar el bombardeo mediático con el que trataron de imponer en el pensamiento social los supuestos peligros que representaba la victoria de un gobierno de izquierda en México. Esto ha consistido en hablar sobre el “parecido” de Andrés Manuel con el gobierno de Hugo Chávez en Venezuela y actualmente con el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Este bombardeo fue muy similar a lo sucedido en la campaña electoral del 2006, en donde Andrés Manuel López Obrador también compitió para ganar la presidencia de México. En aquel año se llevó a cabo una anticampaña política para desvirtuar la candidatura de Andrés Manuel, a tal grado de construir la frase “AMLO es un peligro para México” orquestada por el estratega político y especialista en campañas electorales, Antonio Solá.
En las contiendas electorales de este año, la anticampaña fue distinta sólo en el uso de los medios, ya que el fin era exactamente el mismo que se buscó en el año 2006. En esta ocasión no se trató de caracterizar a AMLO como un “peligro para México”, sino en construirle atributos semejantes a otros gobiernos de izquierda, esto es, gobiernos populistas de izquierda. Estos gobiernos –también llamados gobiernos progresistas–, tienen la similitud, según afirman los intelectuales orgánicos, de concentrar el poder en una sola persona, la cual es vista como el salvador del país porque cuenta con las soluciones a todos los problemas. Es lugar común atribuirle estas características a gobiernos de izquierda tales como los de Lula da Silva en Brasil, Néstor y Cristina Kirchner en Argentina, Evo Morales en Bolivia, Hugo Chávez en Venezuela, Rafael Correa en Ecuador, Pepe Mujica en Uruguay, y más recientemente Andrés Manuel López Obrador en México.
Es por esta razón que la atención se centra en esta región del mundo, ya que es aquí en donde la emergencia de gobiernos izquierdistas es acompañada por movilizaciones sociales que empujan un proceso de transformación. Aunque en otras regiones del mundo también ocurre este proceso, es en América Latina donde los intelectuales adheridos al poder ven un verdadero peligro en los supuestos gobiernos populistas de izquierda. Sin embargo, cabe preguntarse porqué causa tanta irritación entre los comentaristas esa palabra, ese elemento: el populismo.
¿Qué es el populismo? Para empezar, no es un elemento exclusivo de gobiernos de izquierda como se suele decir. El populismo es más bien una manera de gobernar y de hacer política. Tampoco tiene que ver con demagogia ni mucho menos representa un peligro para la democracia como, por cierto, augura Enrique Krauze. El populismo debe situarse como una característica de los Estados, como bien mencionan Castro, Mussali y Oliver en el libro Poder y política en América Latina. Lo que hacen los autores es estudiar la transformación de los llamados Estados oligárquicos a Estados nacionales populistas, además de profundizar en los procesos de irrupción de masas dados en el siglo XX en América Latina.
Estos llamados Estados nacionales populistas, se encuentran sumamente distanciados de lo que se denomina como populismo, en tanto que para los autores el concepto hace entera referencia a los movimientos populares que surgieron a raíz del debilitamiento del capitalismo, de modo que las masas fueran tomadas en cuenta en el papel de las decisiones económicas, políticas y sociales de una nación. Así, se señala que “los regímenes populistas aparecen como sistemas de transición que se esfuerzan por integrar a las clases populares al orden político y social existente a través de una acción voluntaria del Estado…”. Con esto, lo que buscan los autores es cargar de valor al concepto con una historia que deviene de discursos, movimientos sociales, regímenes políticos, ideología, entre otras características.
Es necesario definir con claridad lo que entendemos por populismo, ya que existen distintas definiciones y maneras de estudiar el concepto: de manera histórica, estructural, por análisis comparado, mediante la etimología, a través de la evolución de historia, concentrarlo en un movimiento o, el favorito de los intelectuales, relacionar el populismo con una persona, es decir, un líder. Por ello, más que profundizar en el concepto en sí, tarea que realizó con bastante claridad el filósofo Enrique Dussel en su libro 20 tesis de política, es más importante entender de dónde surge esta noción que para los opositores y críticos de los gobiernos de izquierda suele ser tan peligroso.
Esto no son palabras huecas. Basta con recordar que en México se pretendía transmitir un documental llamado “El populismo en América Latina”. La campaña fue tan feroz, que se llegó a ver publicidad del documental pegada en autobuses de la Ciudad de México a manera de promoción. En ésta, sólo se veía a Hugo Chávez. Lula da Silva, Perón y, sorpresivamente, a Andrés Manuel López Obrador. Este documental estaba previsto transmitirlo meses antes de las elecciones del primero de julio, sin embargo, por razones desconocidas el documental no llegó a luz.
No se puede saber con claridad si el documental hubiera tenido algún efecto en la decisión de los más de 30 millones de personas que votaron por Andrés Manuel, sin embargo, lo cierto es que esta propagación de ideas llenas de mentiras, irregularidades y contradictorias, sólo sirven para promover la desinformación y las calumnias. Con esto no quiero decir que se debería prohibir la crítica contra los gobiernos de izquierda en América Latina, sino nutrir el conocimiento con verdaderas fuentes y autores que han dedicado su vida al análisis de las transformaciones de un gobierno a otro. Aunado a esto, sólo basta darse cuenta de la intencionalidad del documental y el interés de su publicación meses antes de las elecciones presidenciales.
Finalmente, deseo invitar a los lectores a acercarse a los escritos que se han elaborado en el campo de la sociología latinoamericana grandes pensadores y estudiosos tales como Gino Germani, Atilio Borón, Torcuato Di tella, Marcos Roitman, Theotonio Dos Santos, entre otros autores que dedicaron y dedican su vida en el estudio a profundidad de los fenómenos que acontecen en América Latina. Su rica amplitud de investigación puede servir como referente para identificar los aciertos y desaciertos de los llamados gobiernos populistas de izquierda, ya que de esta manera se puede luchar contra el pensamiento hegemónico que se busca implementar en México con la llegada de López Obrador.