Antifutbol, nuevo libro de Jorge Meneses: adelanto gratuito

Antifutbol. Narraciones híbridas en fuera de lugar, es el nuevo libro de Jorge Meneses Cárdenas, donde relata aventuras futbolísticas entremezcladas con la historia misma del México actual. El futbol no puede verse como un juego, mucho menos como un “simple juego”, por el contrario, el futbol teje su existencia con la trama política del país. Y de eso se tratan las narraciones híbridas que, fácilmente, caen en fuera de lugar porque van más allá de esa imaginaria línea divisoria entre el juego de pelota y la vida misma.

Jorge Meneses, asiduo articulista de la Revista Consideraciones, regala a los lectores una de las narraciones que se hallarán en su libro. Con el permiso del autor y de la editorial Letras del Lobo, reproducimos uno de los capítulos.

Felipe: el táctico

Antes del mediodía todo estaba en calma hasta que un helicóptero aterrizó en la playa del río Carácuaro, en la Tierra Caliente michoacana. Fue en enero de 2007 cuando las hélices levantaron polvo y a tres cuches que descasaban en el lodo, mientras un puñado de guaches corrían para contar la novedad: había llegado un zopilote verde con alas de metal. Lo que no sabían es que venía a esparcir la guerra.

El 10 de diciembre de 2006 comenzó todo. El representante del ejecutivo mexicano ordenó el inició de la guerra contra el narcotráfico con el Operativo Conjunto Michoacán. Era una estrategia que, desde Los Pinos, parecía simple. Por decreto se aplicaría la máxima conceptual de Max Weber sobre la definición del Estado: hacer efectivo el monopolio legítimo de la violencia en todos los lugares de México. Sin embargo, ni en el Leviatán existía un instructivo de qué hacer en caso de incendiar un país y no poder frenar ni el fuego, ni las violencias que la estrategia del táctico desató.

El 10 de diciembre de 2006 también fue el día en que la nación chiva terminó una prolongada sequía en la capital del chorizo. Las Chivas Rayadas del Guadalajara conseguirían el onceavo campeonato de liga, ante los Diablos Rojos del Toluca. El líder del rebaño sagrado Adolfo “Bofo” Bautista, no cometió el único pecado que la virgen de Zapopan no absolvería: perdonar al diablo. Bautista clavó el gol del título. Ni Dante ni Vicente Pereda “El Diablo Mayor”, imaginaron el doble purgatorio que los Diablos enfrentarían el mismo día: perder en casa y, en las tribunas de Twitter.

El  tres de enero de 2007 el campeón del futbol mexicano fue recibido por el ejecutivo en la residencia oficial de Los Pinos. Ese día aunque se desmayó un soldado, hubo saldo blanco. En un ritual de cambio de mando Oswaldo Sánchez le entregó su gafete de capitán a Calderón, para que él fuera quien se lo entregara al nuevo capitán: a Ramón Morales. Cuando se tomaron las fotos, los jugadores de chivas portaban traje gris, mientras que Felipe de Jesús improvisó: se colocó la playera autografiada por los integrantes del campeón.

Unas semanas después, jugadores, cuerpo técnico y directivos del rebaño, se tomaron la foto oficial del Clausura 2007. También parecía que eran las fotos del sexenio porque los campeones fueron mezclados entre tanques, metralletas y militares. La fusión entre mercadotecnia y propaganda en el siglo XXI, naturalizaba la convivencia entre jugadores de futbol, militares y diversos artefactos de guerra.

Cuando Benedic Anderson afirmó que el nacionalismo inventa a las naciones, seguramente no imaginaba que las Chivas lo alimentan desde el pasto: jugar exclusivamente con nacidos en la tierra de José “Jamaicón” Villegas y Maribel Domínguez “Marigol”.

El antropólogo Andrés Fábregas encontró prácticas y símbolos que hacen comprender que ese equipo encarna Lo sagrado del Rebaño, dentro y fuera del país. Describió que los días de juego los aficionados evitan comer birria afuera del estadio, para que eso no sea un augurio de lo que le suceda al rebaño en la cancha. Chiva no come chivo.

Mientras que, en 1810 José María Morelos y Pavón, cabalgó con un puñado de hombres y mulas desde Carácuaro para sumarse al movimiento de independencia, casi 200 años después, la guerra llegó al mismo pueblo. Esta vez el helicóptero que aterrizó en el río sería un ave de mal agüero transexenal, pues desde que el táctico se aferró a sus estrategias viciadas y se negó a realizar cambios a tiempo, el marcador ha sido desastroso. Con un Estado rebasado y cómplice, México pierde en casa.