¿Qué va a pasar con las dependencias en paro?
Fase uno
Aún estamos en la fase uno de contención al virus Covid-19, mejor conocido como Coronavirus, y el tema de la pandemia ha saturado el imaginario colectivo. Ha desplazado de la agenda pública -así como del contenido de las redes socio-digitales y los medios tradicionales de comunicación,- a muchos otros como el de la violencia de género y los paros en escuelas y facultades de distintas universidades del país.
La explicación parece simple si se parte de la preponderancia que adquiere el instinto de preservación de la vida, ante cualquier otro hecho. Pero también es cierto que distintos medios, así como la derecha política, se han encargado de desinformar con notas falsas y contenido alarmante. Lo que ha derivado en una psicosis colectiva, reflejada en compras de pánico.
Ante este panorama, no debemos obviar una realidad que mata en este momento a más mujeres que el propio virus Covid-19, y que es la violencia machista; por lo que el reto es aprender a tener los cuidados y la prevención personal, sin que eso trascienda en pánico o angustia, para no ignorar los otros problemas que no desaparecerán, sino que al contrario, ahí seguirán cuando volamos a nuestra “normalidad”.
El problema es que esto apenas empieza*. Ya lo advirtió el Subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, hace unos días: “El periodo de asimilación del Coronavirus durará como mínimo tres meses“. Conforme pasen los días y las semanas, la angustia colectiva puede aumentar.
Fase dos de la contingencia
El cierre total de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es inminente. A partir del próximo lunes 23 de marzo. Estamos a unos días de entrar al escenario dos, que es la dispersión social, la suspensión total de actividades colectivas, el inicio de la cuarentena forzada, que más que un descanso es un desgaste, producto de la paranoia que se detona inevitablemente.
¿Y los paros?
Desde la semana pasada han entregado algunas instalaciones que estaban en paro como la Facultad de Artes y Diseño, los planteles 5 y 9 de la Preparatoria Nacional y el plantel Oriente del Colegio de Ciencias y Humanidades. Pero aún siguen en paro otras 10 dependencias de la UNAM.
En estos tres meses de contingencia, en tanto el nuevo virus es asimilado por nuestro sistema inmune, llegaremos a la fase tres, que es el uso de mascarillas y el cierre de transporte colectivo masivo como el metro, suspensión de labores, cierre de comercios y lugares públicos, así como el reforzamiento de la cuarentena.
Para entonces, una escuela en paro es evidentemente un foco de infección, o por lo menos un espacio con alta probabilidad de propagación, ya que sostener las guardias con tantos meses, sólo es posible con roles permanentes. La pregunta sería: ¿las estudiantes organizadas cuentan con las condiciones de salubridad dentro de sus escuelas, para evitar poner en riesgo su salud?
De todos modos, cuando la Universidad reabra sus puertas, es su obligación hacer limpieza profunda en todas sus instalaciones, por protocolo. Como lo hizo en 2009 con la influenza A H1-N1. ¿Quién lo hará en las dependencias en paro?
¿Qué pasará si peligra la vida de alguna de ellas; quién será el responsable?
Es evidente que quien gobierna la institución no puede desentenderse de lo que les suceda a las mujeres organizadas en el periodo de cuarentena. Pero también todos somos responsables. Lo ideal es que todos los puntos del pliego petitorio se hubiesen resuelto a tiempo, para no estar con este latente problema de salud de las estudiantes, pero hay que mencionar que el punto en donde las mujeres organizadas dicen, que para ellas son suficientes las denuncias anónimas y en un muro, para despedir de forma inmediata a quien se acusa, es un punto ciego en la negociación entre la Dirección de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) y las Mujeres Organizadas de la FFyL.
El incendio de ayer, de dos edificios en el plantel Sur del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), así como el incendio de una camioneta dentro del plantel Azcapotzalco del mismo CCH, hace una semana, pone a discusión el tema de la seguridad de quienes están en paro.
Es urgente darle solución al conflicto, para salvaguardar la vida y la seguridad de las y los estudiantes en paro. Ambas partes en disputa, tienen que lograr un punto medio que desate el nudo de la negociación.
*Para poner en su justa dimensión el problema de salud pública derivado del Coronavirus, recomendamos leer el siguiente texto: Prevención sí, pánico no: Coronavirus durará tres meses.
Texto relacionado: El desenlace del paro en FFyL, es el futuro de los paros en la UNAM
Claudia Hernández
Están ahí porque quieren, no tiene porque ser responsabilidad de nadie, más que de ellas su salud.
Itzel
Ahora resulta que me deben preocupar esas porras vandalas, están ahí por la paga,ahí no hay lucha de ideales, este artículo parece que fue escritorio por alguien muy estúpido o manipulador
Minerva Vázquez
1.- Así como les hacen llegar provisiones, quienes las proveen que les lleve artículos de limpieza. 2.- Que se pongan a asear los espacios que ocupan y que NADIE más que ellas han ensuciado. O que ¿En su casa no les enseñaron hacen quehacer todo se los hace su mamá? Y no, no le estarían haciendo un favor a nadie más que a ellas mismas.
Rosa Ramírez
No cuando "reabran sus puertas", si no cuando regresen las instalaciones que tienen tomadas, lo justo es: TÚ lo ensuciaste, rompiste, destruiste o quemaste, TU lo limpias, reparas, repones y pagas. Que sean responsables de sus acciones.