Romero Deschamps: en la mira de AMLO
El objetivo de Andrés Manuel es claro: sanear y reactivar PEMEX (Petróleos Mexicanos). Para ello, necesita terminar con el cacicazgo sindical de Carlos Romero Deschamps, uno de sus principales obstáculos dentro de esta ardua tarea.
“Ya se van a terminar los problemas en el sindicato, porque va a haber democracia sindical. Ya no habrá sindicatos apoyados, respaldados, por el gobierno. Ahora, los líderes van a ser nombrados en elecciones democráticas por los trabajadores. Voto libre y secreto”.
Declaró López Obrador, frente a cientos de trabajadores petroleros, de visita por Tabasco, ocho días después de tomar protesta,
Seis días después, desde la terminal marítima de PEMEX, Laguna Azul, presentó su Plan Nacional para la Producción de Hidrocarburos. En donde no sólo destacó la meta de aumentar la producción de barriles de petróleo, sino también donde expresó:
“Ya sabemos todos lo que sucedió sobre los errores y fracasos de la política petrolera anterior. Lo más importante es el plan para rescatar el petróleo, es un desafío que hay que hacer entre todos y todas”.
En menos de tres semanas, Andrés Manuel le dio la espalda a la dirigencia del S.T.P.R.M. (Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana), llamó a la unidad de su base, y emprendió la siguiente medida para tomar el control de PEMEX: un ataque frontal contra el huachicoleo.
Tres días después de la muerte de la gobernadora de Puebla—entidad que ocupa el primer lugar a nivel nacional en robo a combustible—Martha Erika Alonso, y su esposo, y antecesor en el cargo, Rafael Moreno Valle, AMLO presentó el Plan de Atención a las Instalaciones Estratégicas de PEMEX. Bajo el cual se advierte la presencia de efectivos de la SEDENA (Secretaría de la Defensa Nacional) y de la SEMAR (Secretaría de Marina) en refinerías e instalaciones como parte del programa para el combate a la ordeña de ductos, y robo de combustible, en donde participan al menos quince dependencias gubernamentales.
La primera refinería en ser ocupada por tropas militares, fue la de Salamanca, en Guanajuato, uno de los puntos rojos del huachicoleo. Precisamente en esa zona se descubrió una manguera de 3 kilómetros de longitud conectada a un depósito clandestino. Ahí se empezó por monitorear y controlar accesos y salidas. Dicho estado tuvo un inicio de año violento, ya que durante el sábado cinco de enero ocurrieron 24 homicidios, a manos de grupos criminales que se disputaron el control de plazas para el huachicoleo, luego del control militar de la refinería. Una mínima muestra de toda la sangre que se derrama en nombre del huachicol.
Hasta ese momento, cuadrillas militares se ubicaban en la entrada de las instalaciones petroleras, sin haber un control del combustible, o personal en general. Además, es de señalar que en zonas estratégicas solo tenían acceso trabajadores sindicalizados, lo que impedía vigilancia alguna.
Según el diario La Jornada, trabajadores de PEMEX han declarado que desde el 2014, en las instalaciones, ha imperado un ambiente de inseguridad, pues por las noches, aprovechando la nula vigilancia, ingresaban personas ajenas que portaban el uniforme de la institución. Entre 2010 y 2014, en Tamaulipas se identificaron a personas asesinadas—aparentemente criminales—portando credenciales y uniformes de la empresa. Muchos de ellos, fueron ejecutados entre ajustes de cuentas por parte del crimen organizado.
Desde el lunes siete, el ejército y la marina asumieron el control total de 39 terminales de abastecimiento y distribución, 12 estaciones de Rebombeo, así como del Centro de Control México, y las seis refinerías de PEMEX, ubicadas en: Ciudad Madero, Tamaulipas; Minatitlán, Veracruz; Tula, Hidalgo; Salina Cruz, Oaxaca; Cadereyta, Nuevo León. Para ello se desplegaron 4 mil efectivos castrenses. Los cuales no sólo vigilan los accesos, sino también, revisan que el personal porte el uniforme, además de evitar el ingreso con dispositivos celulares, conjuntamente están siendo capacitados para inspeccionar el combustible que sale de las instalaciones.
Las fuerzas armadas permanecerán un mes en PEMEX.
El arribo y operación de fuerzas militares en las instalaciones estratégicas, marca un precedente en el control y manejo de la principal fuente de energía nacional. En el sexenio pasado, la seguridad de la paraestatal se encontraba a cargo, de la Subdirección de Salvaguarda Estratégica de Pemex, dependiente del General Brigadier, Eduardo León Trauwitz, quien había sido jefe de escoltas de Enrique Peña Nieto, cuando fue gobernador del Estado de México. Actualmente León Trauwitz se encuentra bajo investigación.
Tal parece que la corrupción de Petróleos Mexicanos abarca los niveles más altos, no solamente por el caso del general implicado, pues también se ha documentado como desde los monitores de la Torre de Pemex, se toleró y hasta se llegó a coordinar el huachicoleo. Lo que obligó al gobierno obradorista a tomar acciones contundentes, tales como el cierre de ductos importantes que distribuían el combustible a diferentes estados del país, todo ello, dentro del Plan de Atención a las Instalaciones Estratégicas, mencionado anteriormente.
Problemas grandes exigen soluciones grandes. Cambiar la estrategia de distribución petrolera era urgente, debido a las enormes pérdidas económicas—aproximadamente 66 mil 300 millones de pesos el año pasado—del modelo anterior. Sin mencionar los efectos colaterales del robo de gasolina; asesinatos y explosiones principalmente. El conflicto que originó el desabasto en muchas entidades federativas, radica en las compras de pánico que muchos automovilistas realizan de manera inconsciente, a sabiendas del cambio de distribución, y el tiempo de espera que esto significa.
Empero, el Gobierno Federal debió haber prevenido el cambio con más formas de distribución y un mayor número de vehículos, tomando en cuenta que para todo el país solo se cuenta con 51 mil pipas. Sin duda, un error de logística que quiere ser maximizado por algunos como error político.
La cabeza de Romero Deschamps se mantiene pendiendo de un hilo. El pasado jueves, desde las cinco de la mañana, 240 trabajadores disidentes del S.T.P.R.M., al mando de Omar Toledo Aburto, presidente de la Unión Nacional para el Desarrollo Profesional Económico y Social de los Trabajadores de la Industria Petrolera, clausuraron de manera simbólica las oficinas centrales del sindicato. Exigen cumplir a la S.T.P.S. (Secretaría del Trabajo y Previsión Social) una sentencia del décimo tribunal colegiado en materia de trabajo del primer circuito (expediente 610/07/,QT-41/2008). Que anulaba la toma de nota de Carlos Romero, instrumento que le da legalidad al puesto que—se supone—ocupará hasta 2024.
Continuará…