Guerra electoral: El retroceso democrático en la CDMX

México no ha podido ser capaz de experimentar una democracia limpia y libre, en el que todos los ciudadanos sean capaces de escoger a su gobernante, sin ningún tipo de represión, coacción o intimidación.

Desde el año pasado en el Estado de México -considerado el experimento político, rumbo a las elecciones federales de este año-, se llevaron a cabo procesos fuera de la ley, que impidieron llevar a una elección transparente y apegada a derecho, por el contrario, desde inicios de la precampaña, toda la maquinaria priista, bajo las ordenes del presidente Enrique Peña Nieto, comenzaron a operar en el estado más importante del país.

Secretarios de Estado, lo mismo que programas sociales y la compra del voto, comenzó a coaccionar el voto, principalmente en las zonas pobres y agrícolas del Estado de México. A pesar de que todo esto fue documentado, los órganos electorales se negaron a actuar contra todos los acontecimientos que marcaban claramente una operación de Estado a favor del primo del presidente.

Un año después, la situación no parece cambiar, peor aún, el modelo de impunidad y miedo se ha trasladado a la capital del país, ciudad que desde 1997, parecía haber consolidado instituciones electorales distintas a las de otros estados. Y es que, su historia de lucha por la democracia se dio, porque en el centro del país, siempre surgieron movimientos sociales contra el sistema autoritario priista.

Sin embargo, fue durante el gobierno de Miguel Ángel Mancera, que todos estos logros han ido en retroceso, peor aún, todo parece indicar que el bastión del PRD, será ahora el de el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Por ello, el partido del sol azteca ha buscado “por las buenas, por las malas y como sea” evitar perder a la CDMX.

En Coyoacán gobernada por el PRD, se ha iniciado una compra masiva de votos, desde la delegación se han repartido tabletas electrónicas, con el característico color amarillo del PRD, una clara referencia partidista en un programa social que viola la ley electoral vigente, a pesar de que este hecho ha sido cuestionado y denunciado por María Rojo, candidata de Morena a la alcaldía de esa demarcación.

En otra zona, que contrasta con Coyoacán y ubicada al oriente de la capital del país, Iztapalapa, la situación ha sido aún peor y ha llegado a ataques directos y violencia continua, en la que no solamente brigadistas de Morena han resultado heridos, según información de el periódico El Sol de México, un brigadista del partido de López Obrador se encontraba colocando una manta en U.H. Ermita Zaragoza, fue baleado por otro sujeto.

Pero esos ataques también han sido dirigidos a los candidatos, como a Gerardo Fernández Noroña, quien fue increpado por personas e incluso amenazado de muerte, por recorrer una zona con el pleno derecho que le permite la ley electoral de la Ciudad de México.

Por su parte, la propaganda de Morena, en especial la de la candidata a la alcaldía de la demarcación, Clara Brugada Molina, fue ocultada en una operación nocturna, en la que la propaganda morenista fue sustituida de manera ilegal, por la de su competidora del PRD, Karen Quiroga.

Aunque la situación fue denunciada por Brugada Molina, las autoridades electorales no han actuado con eficacia, por lo que los ataques han ido en aumento, alcanzando incluso a las candidatas a la diputación local y federal, Ernestina Godoy y Ana Rodríguez, respectivamente. Quienes en un recorrido en la U.H. Valles de las Luces, fueron violentadas por personas vinculadas al PRD.

Sin duda alguna, como un año atrás, estas elecciones parecen repetir la guerra sucia y violencia experimentadas en el Estado de México, que fue un “infierno electoral” como lo señala el título del libro del Dr. Bernardo Barranco, donde se perpetraron las mayores tranzas imaginables y que incluso parecen repetir la inamovilidad de las autoridades, quienes simplemente no actúan, ni mucho menos detienen la ilegal guerra sucia y violencia del partido que hace años era referente latinoamericano de la lucha democrática en México.