México en la incertidumbre: la renegociación del TLCAN
Luego de dos años de intensas negociaciones, el gobierno de Carlos Salinas de Gortari firmó con los de Estados Unidos y Canadá, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), liberalizando a la economía mexicana y abriéndola al mercado externo.
El tratado entró en vigor el primer minuto del 1° de enero de 1994, trayendo una serie de cambios económicos para los tres países, reduciendo entre otras cosas, los altos aranceles que se cobraban a los productos importados, así como promoviendo la inversión e implementado una cooperación trilateral para mejorar y ampliar los beneficios del pacto comercial.
Sin embargo, el acuerdo provocó una serie de discusiones fuera y dentro del país. En Chiapas, uno de los estados más pobres y con gran población indígena, se levantó en armas un grupo autonombrado Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que cuestionaba la política neoliberal del gobierno mexicano, que prometía la modernización del país, pero ignoraba a las comunidades indígenas y pobres del país.
Mientras que, en los Estados Unidos consideraban que el acuerdo con México había propiciado que las fábricas norteamericanas decidieran instalarse en territorio mexicano debido a la mano de obra barata, haciendo perder empleos para los ciudadanos estadunidenses, esto provocó también que la emigración hacía los Estados Unidos aumentara, por la variación de salarios.
Por esa razón desde la campaña presidencial de Donald Trump, se comprometió a renegociar el TLCAN, pues argumentaba que, este solamente había traído beneficios a México, por lo que se tenía que modificar.
Ante esta situación, las inversiones en México se han reducido, pues se teme que los impuestos de importación en los Estados Unidos aumenten. Esto también ha provocado que el peso se deprecie ante el dólar, teniendo una leve recuperación en los últimos meses.
¿Pero qué sucedería con México si Estados Unidos decidiera abandonar el TLCAN? Los puntos de vista de los economistas difieren, mientras algunos señalan que las consecuencias para México no serían graves, otros indican que provocaría una contracción importante.
Según datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), México exporta más del 80% de sus productos a Estados Unidos y Canadá, por cual se perdería a sus principales socios comerciales.
Provocando la disminución de la inversión extranjera que, ve en México la puesta de entrada para exportar productos a Norteamérica, haciendo que se perdieran una importante cantidad de empleos.
Al mismo tiempo que habría desabasto y encarecimiento de algunos bienes que son importados de Estados Unidos, como electrodomésticos, ropa, combustibles e incluso alimentos, impactando directamente en los bolsillos de los consumidores mexicanos.
Y aunque México tiene más de 45 tratados comerciales con otros países, estos se han dejado olvidados y no se han promovido, por lo tanto es necesario, voltear a establecer y mejorar las relaciones con otros países.