¿Qué hay de Manlio?
- “No se puede demeritar al paradigma del hampa política en este país, restándole peligrosidad individual, quizá más por cuidar un pequeño folclore que por lo que ciertos antecedentes prueban” con estas palabras Manuel Buendía ilustraba parte de la columna que señalaba al ex gobernador de Guerrero, Rubén Figueroa Alcocer responsable de lanzar amenazas de muerte contra él.
La tarde del 30 de mayo de 1984 en la Colonia Juárez, saliendo de su oficina, Buendía fue asesinado a manos de agentes de la extinta Dirección Federal de Seguridad, en palabras de su colega, Miguel Ángel Granados Chapa. Aquel crimen significó el primer asesinato de la narcopolítica en México.
Diez años después del primer asesinato narcopolítico, otro suceso cimbró al país, está vez un magnicidio, la muerte del candidato a la presidencia, Luis Donaldo Colosio, el 23 de marzo de 1994. Poco después de la muerte del candidato priista, Manlio Fabio Beltrones—gobernador de Sonora—voló a Lomas Taurinas, (según algunas fuentes, por orden presidencial), para interrogar a Mario Aburto, autor material del homicidio. Paralelamente, el entonces Instituto Federal Electoral convocó a una sesión a la que asistieron todos los gobernadores excepto uno, Manlio Fabio, ¿Por qué fue el primero en volar al lugar de los hechos? ¿Cuál era el verdadero afán de interrogar al homicida del candidato?
Existe la teoría acerca de la emisión desde Washington de un cable diplomático para el gobierno mexicano en donde se alertaba el nexo de Beltrones con el narcotráfico, siendo este uno de sus colaboradores más cercanos al frente de la gubernatura, por tal motivo se impedía la designación de Beltrones como posible sucesor de Colosio.
Más allá de la inquietante tarea que se le encomendó la tarde del 23 de marzo, ¿Quién es Manlio Fabio Beltrones? ¿Qué hay del hombre criado a las sombras de Fernando Gutiérrez Barrios? ¿Qué hay de Manlio?
Originario del estado de Sonora, Manlio Fabio Beltrones Rivera nació el 30 de agosto de 1952, en el municipio de Etchojoa, a los dieciséis años se afilió al Partido Revolucionario Institucional y una vez terminada la licenciatura de economía en la UNAM, inició una carrera estelar en el mundo de la política, pasando por diversos cargos hasta ocupar la gubernatura de su estado natal, siendo secretario de Gutiérrez Barrios, el joven Manlio aprendió la importancia estratégica de la información, aptitud que le sirvió al ocupar Subsecretaría de Gobernación.
A finales de su administración el The New York Times publicó un reportaje que develaba los nexos del gobernador de Morelos, Jorge Carrillo Olea, Raúl Salinas de Gortari y Beltrones con el narcotraficante Amado Carrillo Fuentes mejor conocido como el Señor de los Cielos, dicho reportaje provenía de una investigación emprendida por la DEA en 1994, misma que sería retomada por los periodistas estadounidenses Sam Dillon y Craig Pyes a través de la investigación titulada: Drug Ties Taint 2 Mexican Governors. Como dato, según algunas fuentes consultadas, Manlio Fabio es conocido en el mundo del crimen organizado como Don Beltrone.
Cuando Ernesto Zedillo ocupó la presidencia de la república no solo metió a la cárcel al hermano del ex presidente, sino que inició una persecución en contra de los antiguos colaboradores de Salinas, evidentemente Beltrones no sería la excepción, por lo que durante la segunda mitad de la década de 1990 no ocupó ningún puesto importante en la administración federal y apenas sobrevivió en el plano político a sabiendas de las sospechas que se tenían en su contra.
Cabe señalar que el gobierno norteamericano le entregó al equipo de transición de Zedillo una lista elaborada por reportes de inteligencia en donde se menciona a doce prominentes miembros de la política mexicana ligados al narcotráfico, entre ellos estaba Beltrones Rivera, comprobando parcialmente la teoría del supuesto cable diplomático, mencionado en líneas anteriores. Después de todas estas revelaciones sería un error negar el claro nexo entre el priista y el narcotráfico, reafirmando así la tesis de que la narcopolítica floreció en la década de los 80s, haciendo de las suyas hasta nuestros días.
Años después, retornó a la política nacional, retomando posición a través del poder legislativo, siendo presidente en el Congreso y en el Senado de la bancada priista. En aras de convertirse en presidente ha maquilado distintas maniobras que le han permitido colocarse en más de una ocasión como precandidato presidencial, sin embargo, los resultados siempre han sido infructuosos. La derrota más reciente fue en el año de 2012 cuando perdió la candidatura frente al ex gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto, y puede que está derrota tenga explicación a través del “Caso Dena” un curioso entramado de espionaje dirigido personajes clave de la política mexicana, entre ellos a Manlio Fabio.
Dicho “Caso Dena” consistió en la intervención de las comunicaciones del priista a través del que fuera delegado del CISEN (Centro de Investigación y Seguridad Nacional) Luis Miguel Dena Escalera en el estado de México, dicha intervención consistía en el monitoreo de las comunicaciones privadas no sólo de Beltrones sino también de figuras connotadas en la política nacional de aquellos años como Marcelo Ebrard Casaubòn y Juan Camilo Mouriño.
Manlio Fabio no escatimó medios ni recursos para denunciar el hecho del que era objeto, mismo que tras cuatro años de investigación condenó a seis años de prisión al ex delegado del CISEN, Dena Escalera. Investigaciones posteriores develaron que dicho espionaje fue ordenado por el actual dirigente del ejecutivo nacional.
Recientemente Beltrones ha tenido una imagen activa en la vida política, pues no sólo trata de mantener un espíritu renovador al frente del PRI, sino que ha propuesto ideas innovadoras de cara a los comicios del 2018, tal es el caso de los gobiernos de coalición, propuesta que ha relucido en más de un partido y figura como una alternativa en la agenda política de los próximos meses. 2018 representa selección, renovación y reconfiguración para muchos partidos y varios políticos, la trascendencia que ello trae consigo hace obligatorio la revisión y el análisis de muchos de ellos, conocer las perspectivas que tienen y los proyectos de nación con los que cuentan.
Este es el caso de Manlio, el hombre que se formó junto al mítico jefe de la temible policía secreta, el político que alcanzó puestos de poder como ninguno otro lo hizo, el economista que compartió el poder en los mejores tiempos del Salinato y que estuvo a punto de ocupar la banda presidencial. El priista convertido en mafioso al estilo siciliano.
Esté ha sido, es y seguirá siendo Manlio Fabio Beltrones Rivera. ¿depurará la podredumbre de su partido? ¿renovará las filas del Revolucionario Institucional? Pero sobre todo ¿Logrará ocupar la silla presidencial?