Opinión

El miedo de un mexicano


12 junio, 2017 @ 4:14 pm

El miedo de un mexicano

En la actualidad, muchos Mexicanos viven en la constante queja de la corrupción que existe entre los políticos y las personas allegadas al poder. Sin embargo, no muchos están conscientes de la participación del “pueblo” en estos eventos que no paran de destruir tanto la economía como la integridad del país.

El temor hacia Trump
Aseguran que los inmigrantes que optan por irse a Estados Unidos alcanza la cantidad de  33.6 millones. En el cual la mayoría de estos van con una sola mentalidad ¡ganar dinero!. Muchos de ellos, en su momento, decidieron conseguir dinero para que alguien los ayudara a pasar la frontera. Mencionando que la pobreza extrema no permite que vivan de forma digna. Son capaces de exponer sus vidas con tal de cruzar desiertos y ríos, pero nunca se atreven a mejorar sus vidas buscando oportunidades en su tierra. Y aparece para algunos inmigrantes el famoso malinchismo. Ya que al volver, discriminan los recursos y a las personas del país, esto si realmente les fue bien en Estados Unidos. Sintiéndose superiores a las personas que han hecho su vida en su tierra. Luego aparece el magnate Donald Trump, y todos se asustan por las amenazas de deportación. Algunos otros hicieron familia en el norte, para nacionalizarse y no verse tan involucrados en el conflicto.
Lo que no se dan cuenta es que las personas Mexicanas se convierten en mano de obra del país vecino, siendo útiles para muchos empleos básicos que desgraciadamente mucho o poco, pero superan los salarios de México.

Aparecen los políticos
En base a lo mencionado, es cuando los Mexicanos se preguntan ¿qué pasa con México?. Pero es necesario aclarar primeramente que, México no lo conforma un gobierno, sino los ciudadanos. Mismos que se encuentran confundidos porque no saben elegir a sus gobernantes. Y son constantes las quejas en cuanto a pobreza, desarrollo urbano, seguridad, democracia y justicia. Lo curioso es que, en las elecciones aparecen cientos de promesas, lo que saben que el pueblo necesita, significa que conocen las necesidades de la sociedad. Y aparte, las ayudas parciales que constan de despensas, campañas en las que se pueden observar a los candidatos siendo grandes filántropos y humildes ciudadanos dispuestos a mejorar al país. En cuanto obtienen el poder, comienza la guerra de partidos. Pensando en cómo generar más ingresos para unos cuantos políticos, senadores y arrimados. En los trabajos o dependencias gubernamentales, solo entran los familiares de quienes ya laboran ahí, y aparece una gran red de corrupción. La luz, el agua y la gasolina, comienzan a subir sutilmente cada año. Pero mientras haya diversión y entretenimiento para la ciudad, pareciera que permanecerá inmóvil. En donde la ciudadanía está más preocupada por lo que debería suceder en los quince años de Rubí, en vez de poner atención a los fatales hechos del país. En donde ganan unos cuantos, asegurando prácticamente la estabilidad económica de incluso, tres generaciones. Mientras que las personas luchan por mejorar sus ingresos. Recibiendo un aumento al salario mínimo que es la muestra obvia de la burla de los del poder hacia la ciudadanía. Y todo se vuelve una cadena de degradación, si el pueblo elige malos gobernantes, estos se enriquecerán a sí mismos, los empleos serán escasos, y como a muchos no les agrada esforzarse, prefieren robar a quienes si trabajan. Es complicado cambiar al país. Pero más complicado es cambiar la mentalidad de las personas que se conforman con las sobras.

Y la decisión es…
Todos los recursos naturales y la riqueza de la tierra que en muchos países faltan, existen reunidos en México. Desgraciadamente se continúan ofreciendo al extranjero los derechos sobre nuestras tierra. Porque en muchos lugares, increíblemente se sigue despreciando tanto a la educación, como al trabajo local. Mientras que “las palancas” derrochan el intelecto y a las personas con talento para laborar. La inteligencia les ayuda a crear increíbles fraudes y robos, así como fomentar vicios, pero no les ayuda a crear proyectos que fomenten la independencia y el desarrollo empresarial, es una ironía. Y a otros tantos les importa más ver el contenido basura de la televisión, que estimular el desarrollo familiar. Es necesario cambiar la mentalidad y mejorar las decisiones. El trabajo y las oportunidades existen en nuestra tierra, pero si somos capaces de olvidar las indiferencias y ceder el poder a otros.