El paradigma de la democracia en México

Osmar Cervantes González / @IOsmarCervantes

En el artículo 40º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se establece que “es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal”. Como es evidente, en dicho texto constitucional se describe la forma de gobierno del Estado mexicano, sin embargo, en pocas ocasiones la sociedad entiende cabalmente lo que significa vivir en un régimen democrático, representativo y federal.

Sin duda alguna, el hecho de que las personas tengan deficiencias culturales cívico-políticas como éstas, representa un grave problema en el país, lo que refleja precarios avances en materia educativa. Esta problemática, no sólo institucional sino también de carácter social, es producto del modelo educativo implementado desde hace ya varios años. La deficiente cultura cívica que existe en el país es sólo una de las consecuencias de las fallas institucionales del Estado mexicano, las cuales han afectado a su población e imposibilitado el desarrollo de la democracia. Claro está que poco se ha avanzado en el desarrollo democrático nacional y que México dista mucho de ser un país verdaderamente democrático.

Para los ciudadanos con perspectiva crítica, conscientes de la realidad social y que han sido testigos de acontecimientos en los que se ha atentado contra la vida democrática, el régimen estipulado en nuestra Carta Magna se pone en tela de juicio, por esta razón la sociedad históricamente siempre ha pugnado por una democracia real y efectiva; pero, ¿sabe la sociedad qué significa vivir en un Estado democrático y cuáles son sus implicaciones?

En nuestro país, si no es que en el resto del mundo,  la acepción que se tiene sobre el concepto de democracia es limitada, y aunque existen personas que comprenden el verdadero significado de la democracia, lo cierto es que pocas veces dicho concepto es entendido de manera cabal, he ahí la importancia de la educación en la formación de una cultura cívico-política que todo ciudadano mexicano debería tener.

El significado de democracia se ha ido modificando con el paso del tiempo, sin embargo, la acepción que la sociedad mexicana tiene sobre el concepto se ha convertido en un paradigma. Hace 2500 años la democracia era concebida, literalmente, como “el gobierno del pueblo”, pero hoy en día la democracia ya no debe ser entendida sólo de esta forma, sino en un sentido más amplio.

La democracia no se reduce a la participación de la ciudadanía en la elección de sus representantes como comúnmente se cree, ésta -para ser considerada como tal- debe cumplir con otras características. Un régimen democrático también constituye un sistema de pesos y contrapesos en el cual ningún poder está por encima de otro, esto quiere decir que, en teoría, existe igualdad entre los tres poderes del Estado y no hay poder que se imponga frente a las decisiones de otro.

El reconocimiento y respeto de los derechos humanos, la rotación de poderes, la autonomía de operación de los diferentes actores gubernamentales y la participación activa de la ciudadanía para incidir en las esferas de poder, son otras de las características que describen lo que es, en esencia, una forma de gobierno democrática.

Con base en lo descrito anteriormente es posible responder el siguiente cuestionamiento: ¿vivimos en un país verdaderamente democrático, aun cuando los agentes gubernamentales no actúan con plena autonomía y existen graves violaciones de derechos humanos?

Negar que en nuestro país tenemos una democracia imperfecta es una afirmación sin argumentos que muy a menudo hacen los políticos y con la que se pretende engañar a la sociedad, pero lo cierto es que en México, además de que existe una acepción reducida de democracia, no vivimos en un régimen verdaderamente democrático sino en una “democracia simulada”, como lo han afirmado varios politólogos.

Asegurar que vivimos en un país democrático es un error y es probable que no sepamos lo que significa vivir en democracia, por lo que antes de hacer esta aseveración es conveniente revisar algunos escritos de Rousseau, Montesquieu o Madison para conocer y analizar el verdadero significado de democracia.