Alteridad De Norte a Sur

Para una lectura crítica de la información periodística

Ruth Dávila


mirfriden

25 noviembre, 2015 @ 4:22 pm

Para una lectura crítica de la información periodística

Toda información es discurso y transmite un saber. Todo discurso supone por lo menos tres elementos, la cognición, relaciones sociales y el uso del lenguaje, así lo explican Teun Van Dijk y Patrick Charaudeau. Más allá de discutir sobre la ‘objetividad’ de la información periodística, me interesa señalar que este tipo de información es por un lado discursiva y por otro, transmisora de saberes y formas de entender y ver el mundo.

La información periodística construye realidades, mediadas por intereses políticos, ideológicos, económicos y culturales de sus hacedores. Éstos no solamente testimonian sucesos que después serán referidos como acontecimientos o noticia. A ellos se suman quienes establecen las agendas mediáticas y quienes ponen en circulación tal contenido. Así tenemos que la información periodística que circula por todas las plataformas mediáticas es información en su forma y contenido, pero también mercancía.

Con este planteamiento me interesa evidenciar por un lado que como discurso, la información periodística se construye a partir de diversas estrategias discursivas y al mismo tiempo proyecta una intencionalidad. Toda palabra expresada en el discurso de la información obedece a una intención, consciente o no de quien la produce. Por otro lado, como mercancía, la información no escapa a su fetichización. En este momento, me ocuparé de desarrollar la primera idea, la de las estrategias discursivas a través de las cuales se transmite no sólo información, sino la intención de quien produce los discursos.

Imagen: ElBlogDeVerbalina

Hace unas semanas fuimos testigos de dos actos de terrorismo, uno en Beirut y el otro en París. El cúmulo de información y noticias sobre los sucesos cada vez se vuelve más inconmensurable, pues hoy día no sólo es posible tener acceso a la información de la prensa escrita, la televisión y la radio, sino a un sinfín de plataformas digitales, algunas más confiables que otras. Una de estas fuentes en donde se distribuye información son las así llamadas redes sociales como Facebook y Twitter. Llamó particularmente mi atención la forma en que fueron referidos los hechos por todo tipo de plataformas, digitales y no.

Una de las estrategias discursivas presentes, con frecuencia, en el discurso periodístico es el de la construcción ideológica de ellos vs nosotros. Esta construcción pareciera fácil de evidenciar en el discurso periodístico; sin embargo, a veces no es visible para el gran público que busca información y explicaciones sobre lo que ocurre en el mundo. En este momento no mostraré un análisis profundo de este tipo de estrategias, únicamente enunciaré algunos ejemplos que nos permitan observar cómo esto se presenta. Por ejemplo, en Facebook circuló un vídeo de la BBC en donde se buscaba explicar la situación del conflicto entre los poderes occidentales y el así llamado Estado Islámico en el que de manera simplista y maniquea se hacía una presentación de los que son ‘aliados’ y los ‘enemigos’.

Otra de estas estrategias discursivas ideológicas es la del uso de figuras retóricas como la sinécdoque (presentar la parte por el todo, o el todo por la parte); un ejemplo es el uso indiscriminado de la figura ‘refugiados’, ‘terrorismo islámico’, ‘yihad islámica’, ‘islamistas’, etc. Con el primer caso, mi crítica va en el sentido de que este uso incluye dentro de una condición a miles, quizá cientos de miles, de personas, mujeres, hombres, niños y niñas, ancianos y ancianas, a quienes se les ha despersonalizado, se les ha hecho un número. En los otros casos se pretende asociar sistemáticamente, sin el menor asomo de explicación, lo islámico con el terrorismo, con la violencia, con el mal.

Otra estrategia discursiva han sido las asociaciones semánticas usadas para describir los hechos. Las consecuencias del terrorismo en París han sido descritas como una terrible ‘matanza’ una ‘barbarie’ el ‘peor hecho de terrorismo’ en toda la historia de Francia. Estas palabras poco o casi nunca se utilizan para definir los bombardeos a Siria. También vemos que con frecuencia se quiere buscar, y encontrar, el mal en la religión islámica y explicar por ésta la guerra que hoy se libra en la región de Asia central. De esta forma se ofrece al gran público una explicación simplista a través de hechos inconexos, ahistóricos y sin ninguna asociación con los intereses geopolíticos y geoestratégicos que tienen las grandes potencias en la zona. De esta forma se construye la Opinión Pública que, como bien lo dice el sociólogo Pierre Bordieu, no es la opinión del gran público, sino de una minoría que hace pasar su opinión como si fuera de las mayorías.

Lo anterior se ha convertido en la regla común, en sustitución de los análisis exhaustivos. El discurso periodístico, en tanto discurso, es político y en ese sentido no es neutral. También, el discurso periodístico produce y reproduce ideologías, entendidas éstas como lo que Teun Van Dijk define como formas de ver el mundo o creencias. En este sentido, mi interés es hacer siempre una lectura crítica de la información periodística a partir de algo sencillo, la duda. Dudar de las fuentes, de las construcciones simplistas del mundo, del uso de adjetivos y de figuras retóricas y eufemismos. Un buen comienzo es dejar de ponerle apellido a esta forma de violencia terrorista dejándolo de asociar con el islam, una religión que practican más de mil millones de personas en el mundo.

Ruth Dávila

Doctora en ciencias políticas y sociales por la UNAM, comunicóloga y periodista de formación. Temas de interés: teoría crítica, marxismo, feminismo, mass media, industrias culturales, ideologías. Me apasiona la política, leer y una buena plática.