Nacional

#19s; del silencio al grito

18 septiembre, 2019


guerrerojp

18 septiembre, 2019 @ 7:29 pm

#19s; del silencio al grito

La lucha de los damnificados por los sismos de 2017

@guerrerojp

Nosotros los de entonces, ya no somos los mismos

Pablo Neruda

 

Tres años de tragedia y lucha. Desde el primer segundo en que se movió la tierra, no hubo tiempo para contemplaciones. Primero el colapso, luego los rescates. Guardamos silencio para localizar a nuestras vecinas y vecinos bajo los escombros. Hoy esa quietud fúnebre ya no está, gritar es preciso.

Si hacer mutis era necesario en las tareas de recuperación de sobrevivientes, ahora elevar la voz es imprescindible. A dos años del terremoto del 19 de septiembre de 2017, miles de personas en esta ciudad seguimos sin casa.

Todo este tiempo, edificios destruidos y escombros fuera de nuestras casas fueron y son todavía parte de nuestra vida cotidiana. Conviven todavía con los sonidos y recuerdos de la tragedia: gritos, martillazos, silbatos, golpes de concreto y miles de voces lastimeras.

730 días en que hubo que enfrentar a tres gobiernos locales y la indiferencia de dos gobiernos federales. Funcionarios de todo nivel, a estas alturas, no acaban de entender que la reconstrucción no se resuelve con mil reuniones, sino con voluntad y lealtad a los compromisos adquiridos.

Pese a quien le pese, el colectivo Damnificados Unidos de la Ciudad de México representa la expresión más importante en la lucha por la reconstrucción en el país, lo que llevó a obtener importantes logros que no son sólo para quienes sufrieron las consecuencias de los sismos de 2017, sino para futuras víctimas de eventuales percances.

A fuerza de duras jornadas de movilización, nada fáciles, se derrotó a los créditos que pretendían endeudar a las y los damnificados con hasta nueve mil pesos al mes, tal y como proponía el ex Jefe de Gobierno y ahora senador Miguel Ángel Mancera Espinosa. Se logró también garantizar un piso mínimo -aunque insuficiente- de 65 metros cuadrados de rehabilitación y reconstrucción para viviendas en caso de desastre. En suma: se obligó al Estado mexicano a asumir su responsabilidad, objetivo planteado desde nuestras primeras reuniones.

Una de las situaciones que más nos molesta es que, desde el principio de la tragedia, todo mundo cree que puede engañar a los damnificados. Aún en el inicio y en lo más grave de la emergencia, nos quisieron ver la cara. Desde operadores políticos de poca monta, hasta quien ocupa la titularidad de la Jefatura de Gobierno.

damnificados sismo 2017 cdmx
Imagen: www.revistaconsideraciones.com

Los damnificados ante la 4T

Lo anterior no cambió con la llegada de la Cuarta Transformación. Si bien la administración de Claudia Sheinbaum no repitió el esquema de créditos, sí implementó la redensificación, que es aumentar hasta en 35 por ciento el número de metros de predios afectados para construir viviendas excedentes y venderlas, jugosa oportunidad de ganancias para el sector inmobiliario.

La actual administración entendió el proceso del sismo del #19s como un asunto político y no como lo que en realidad es: una emergencia. Por eso se nombró a César Cravioto Romero, formado como cuadro bejaranista, como comisionado para la Reconstrucción, quien desde el inicio de su gestión operó contra los procesos organizativos de los damnificados.

Cravioto entendió que para promover la indefendible redensificación era necesario dividir, sembrar dudas y discordia en quienes lucharon más de un año juntos por una reconstrucción digna. Para él, redensificar predios representa recursos económicos, para nosotros es vulnerar derechos y contribuir a la gentrificación.

Con su operación a cuestas, a César Cravioto se le hace fácil incumplir acuerdos semana tras semana. Trámites sencillos que pueden acelerar el proceso de reconstrucción de muchos predios simplemente no se hacen por la irresponsabilidad de los funcionarios del Gobierno de la Ciudad de México.

Otro gran pendiente para Claudia Sheinbaum Pardo es la lucha contra la corrupción en la reconstrucción y rehabilitación de viviendas. Se ha documentado, incluso por la propia Comisión para la Reconstrucción, que las empresas contratadas en el periodo mancerista cotizaron las obras con sobrecostos y en el desarrollo de los trabajos inflaron precios de diversos insumos.

Se cumplieron ya dos años del #19s y se registran numerosas irregularidades en obras de al menos 20 edificios y aunque se contrató a empresas revisoras, al momento, ninguna autoridad ha emitido algún documento oficial que indique los resultados de auditorías y dictámenes técnicos que avalen los trabajos de las constructoras, mucho menos sanciones en caso de comprobar corruptelas.

Hemos sido víctimas de servidores públicos y de agentes del Cartel Inmobiliario, pero también hemos sufrido las consecuencias de nuestros propios errores. Afectos y rencores, como en todo proceso humano, impidieron cohesión de largo aliento en nuestra lucha. Sin embargo, a pesar de todo, la causa es lo más fuerte y, a dos años, elemento de comunión entre nosotros.

Es verdad: en la conmemoración de dos años por el sismo del #19s llegamos con división provocada por el amplio desgaste de lo que representa luchar por tanto tiempo así como por la operación política del comisionado para la Reconstrucción; pero también es cierto y claro que nuestro anhelo común sigue intacto: regresar a casa.

Nosotros, como damnificados, no tenemos derecho a perder la memoria

Nosotros, como damnificados, no tenemos derecho a perder la memoria. Todo lo contrario: nuestra tarea histórica es dejar registro de todo lo que hemos pasado para que nada vuelva a repetirse.

Buscamos que todo mundo recuerde por siempre lo que pasó en los primeros días cuando cayeron nuestras vecinas y vecinos, cuando se dañaron nuestros edificios a causa de un sismo y nos quedamos sin hogar, pero al mismo tiempo tratamos de enviar al basurero de la historia a funcionarios y personajes que usaron (y todavía usan) nuestra tragedia para obtener provechos políticos o comerciales.

Es necesario que la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum Pardo, el comisionado para la Reconstrucción Cesar Cravioto, Renato Berrón, director del Instituto para la Seguridad de las Construcciones, y todos los servidores públicos involucrados en este proceso, dejen de simular y asuman sus funciones para reconstruir esta ciudad. Los avances que presumen no son por ellos, sólo se pudieron lograr con el trabajo y la lucha de los damnificados organizados.

Desde Damnificados Unidos de la Ciudad de México tenemos claro que las batallas no han terminado, la movilización todavía y por muchos meses más será necesaria. Sabemos que sólo así podremos tocar nuestro sueño con la palma de la mano: un hogar digno y seguro, rehabilitado con los recursos de mexicanas y mexicanos.

Hasta que el último regrese a casa…

Reportero. Estudió en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Celayense de corazón.