Morena; una gran maquinaria sin aceitar
“El que calla otorga”
Anónimo
Fernando Martinez Flores
@fernandomtzf
Debo hacer una reflexión sobre el papel de Morena en el Instituto Nacional Electoral (INE). De cara a una eventual reforma electoral, los representantes del partido tienen una enorme responsabilidad ante el Instituto.
Por azares del destino, he tenido la oportunidad de estar las dos últimas sesiones de Consejo General del INE. Han sido sesiones medianamente acaloradas puesto que en ellas se han discutido dos temas importantes: el presupuesto de los partidos políticos y el presupuesto del propio Instituto para el ejercicio de 2020.
Mi principal inquietud era ver la actuación específica del diputado Alejandro Viedma (Consejero del Poder Legislativo de Morena) y de Carlos Suárez (Representante de Morena ante el INE) pues se decía que la actuación de uno de ellos no estaba siendo eficaz. Hoy puedo constatar que los rumores eran ciertos.
El caso Jaime Bonilla
Entre esas dos sesiones han transcurrido cerca de 10 horas. De ese total, Alejandro Viedma ha intervenido cuando ha sido necesario, es decir, cuando se ha tocado el tema de los presupuestos. Han sido participaciones breves pero concisas. En cambio, de la suma, Carlos Suárez, ha tomado la palabra en únicamente 2 minutos. No lo hizo en vano, trató de defender el “Bonillazo” ante los ataques del PAN y el rechazo de los consejeros electorales.
La gran mayoría estuvo de acuerdo en algo, la actuación de Jaime Bonilla (Gobernador de Baja California que le fue ampliado el mandato) no solo quebranta las leyes electorales y la Constitución, sino que viola directamente la voluntad de los electores que votaron por un gobernador de dos años. Esta posición fue apoyada por todos en absoluto a excepción del representante de Morena.
Incluso Alejandro Viedma dijo compartir la posición que adoptó el Presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados de calificar el acto como condenable y grave. Esto ante un intento fallido por parte del representante del PAN de ver si el diputado tenía una postura diferente. Una errada maquinación mental, no hay conflicto de intereses.
Morena, el partido-movimiento
La posición que ha tomado la representación de Morena ante el INE ha sido, más que pobre, sumisa. Suárez ha decidido entregarse a los dueños del Instituto, a Lorenzo Córdova y Marco Antonio Baños. Por otro lado, las postura ambigua de Yeidckol Polevnsky pronostica el sacrificio y retroceso del partido-movimiento, en aras de un partido tradicional. No es de extrañarse porque el Instituto Nacional de Formación Política no ha dado un paso al frente. Hasta el momento, no se ha concretado la dichosa escuela de cuadros que permitiría la renovación generacional y contar con una formación ideológica-política, no sólo empírica y pragmática de quienes militan en el partido.
Este tipo de actitudes son las que más daño le están causando al partido. Son esta clase de actores los que han frenado un movimiento que está en proceso de institucionalizarse como partido político. Aún dentro de Morena hay gente que está dispuesta a cambiar el régimen repitiendo sus mismas prácticas. Ese es el caso de Carlos Suárez, pero también de la presidenta de Morena. Quizá la lista en lugar de disminuir, aumente.
