Ganó Liverpool y lo narró @LaReimers

En Twitter, Marion Reimers publicaba algo ya habitual en su cuenta cuando hay juego de la Champions: “Silencio. El himno de la Champions”.

Antes de que cantara un gallo, al segundo 27, se marca un penal a favor del Liverpool. Mientras, en la pantalla de televisión se escuchan los cánticos de miles de gargantas en una de las catedrales del futbol. Por extraño que parezca este día ni Messi, ni Cristiano –ni sus discípulos– son los reproductores del ritual, sino Mohamed Salah:

¡Gooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooool, de Liveerpool! Canta el narrador sudamericano. El público hace erupción mientras que el jugador egipcio se hinca y lleva su frente hasta el césped haciendo una larga reverencia. Eso no es sólo la pose para la foto, porque el futbolista musulmán, aparte de hacer ayuno de vanidad, resignifica el Ramadán para hacerlo un mandamiento cotidiano: dona ambulancias para su ciudad, escuelas para niñas, centros juveniles, entre otras muestras de lo crack que es fuera de la cancha.

Por su parte, @LaReimers cierra el comentario del gol: “las más mínimas desatenciones pueden marcar la pauta”; también advierte que la jugada del penal “será debatida a perpetuidad”.

El género “está circunstanciado” histórica y socialmente, dice la antropóloga feminista Patricia Castañeda. En el caso de la narración en materia de futbol, esa práctica estaba vetada para las voces femeninas, entre otras cosas, porque el “ser mujer” se reconocía en posiciones específicas: mientras las abuelas “eran comisionadas para hacer la botana y no hacer ruido”,  y los “jefes de familia” mostraban su “hombría” alzando los pies cuando les pasaban por debajo la escoba mientras ellos debatían sobre la táctica y la estrategia, hoy las situaciones de ser mujer muestran otras cosas –aunque atravesadas por relaciones de poder y de desigualdad, claro está–.

Para que la realidad me de la razón, al minuto 17. El partido es interrumpido porque con escasa pereza y ropa  –Kinsey Wolanky– ha entrado al campo e interrumpe el encuentro; al parecer viene a promocionar un sitio porno.

No se preocupen señoras y señores, sus hijos pronto pudieron dejar de ver la imagen en la pantalla, porque los dispositivos de seguridad han controlado el imprevisto. Algo que deberíamos de exigir ante el acoso en las estaciones del metro, sucede en la final de la Champions en pro de cuidar el espectáculo, darle continuidad al juego y que los jugadores no se “enfríen”. Pero en Twitter sucede todo lo contrario pues vitaly uncensored  ya era tendencia.

Independientemente de los fines de monetarizar el antes “desconocido” sitio porno, no se puede pasar por alto que las antiguamente llamadas “reinas del hogar”, en diversas formas y contextos ahora salen de casa para mostrar que no quieren ni la tenencia de la escoba ni la de pelota, sino el control sobre sus cuerpos, sus deseos y sus decisiones cotidianas.

Dos minutos de compensación para que acabe el primer tiempo. @LaReimers hace hincapié en que Pochetino –el técnico del Tottenham– deberá hacer algo en lo individual y en lo colectivo para dar vuelta al marcador.

Termina el primer tiempo y es la oportunidad para ir al baño y por café.

Comienza el segundo tiempo y como “nada humano me es ajeno”, me distraigo de la tele por el internet.

Al minuto 68, Marion Reimers es tendencia en Twitter. En México ocupa los primeros lugares de interacción. En el microblog más importante de la era digital, las posturas muestran a quienes se resisten a que las mujeres participen y a quienes ven en ese juego de hipernarrativas digitales la oportunidad para visibilizar que el futbol y las redes sociales no son monopolio de los hombres.

Restan menos de diez minutos. La tensión en el estadio parece semejante a lo que sucede en el Twitter. Hago uso de la ubicuidad pues mientras busco tendencias, escucho también palabras sueltas en la narración: “todas las cartas”; “todos los cambios”; “el duelo es adulto”, “una falta en los linderos del área; “oportunidad para el Tottenham… El arquero vuela.

¡Goooooooooooooooooool!, de Origi! ¡Dos por cero, ya lo gana el Liverpool!, grita el narrador. @LaReimers habla sobre el papel de los defensores para ganar títulos. Además, de la capitalización de oportunidades de parte de los jugadores del Liverpool, contrario a los de su rival en la final.

Se agregan cinco minutos más. Parece que el Tottenham tendrá que resignarse. Si necesitan apoyo mexicano, les prestamos el Cielito lindo, porque esto se acabó. Ganó el Liverpool.

Mientras en la pantalla sale el rostro de Salah y se escucha como música de fondo “You’ll never walk alone”, @LaReimers habla sobre la ciudad de Liverpool, los Beatles y la clase obrera.

Hoy, 1 de junio de 2019, la primera mujer hispanoamericana narró lo que sucedió en el césped del estadio del Atlético de Madrid sin que le temblara ni la voz ni las piernas. Como las gacelas en la pradera, ella salió bien librada de quienes ven a las mujeres como presas de caza, no como contemporáneas que han salido de casa para narrar lo que hoy está sucediendo en el deporte y en la vida pública de la era digital.