Gato con Lentes

Cyberpunk, contaminación ambiental, tecnología y sexo


22 mayo, 2019 @ 11:22 am

Cyberpunk, contaminación ambiental, tecnología y sexo

Una noche simplemente te levantas a mitad de la madrugada y prendes el ordenador, tomas tu celular o ves algo en tu televisor, sintonizas un canal o entras a cualquier servicio de streaming, las imágenes empiezan a fluir de manera instantánea, los colores de neón aparecen frente a tus ojos e ingresas a un mundo alterno, donde tienes acceso a toda la información posible.

Estamos en una época donde las videollamadas, la realidad virtual y realidad aumentada, los implantes prostéticos robóticos que ayudan a una persona a tener todas sus funciones motrices son una realidad. Día a día convivimos con el espejo negro de las pantallas, no importa el lugar donde nos encontremos, siempre nos está acompañando, nos fundimos en el ciberespacio, volviéndonos otra persona, nos colocamos una máscara y nos volvemos seres despreciables, seres intelectuales o simples trolls afectos a fastidiar a los demás.

Y todo esto es normal para nosotros, se ha vuelto parte de nuestra cotidianidad, pero hubo una época en que todo es solo existía en la mente de grandes escritores y cineastas. Plasmaron todas estas grandes ideas distópicas en libros y películas.

Si nos remontamos al pasado, al año de 1927, Fritz Lang plasmaba un mundo con grandes construcciones, multiples transportes, y una gran torre en el centro de la ciudad, miles de trabajadores que marchan diario para cumplir grandes jornadas de trabajo en empleos que los mantienen en un estado de monotonía sin dejarles espacio para el razonamiento.

Años posteriores, después de los estragos de la segunda guerra mundial, empezaron a brotar diferentes literatos, Isaac Asimov, George Orwell, Aldous Huxley o Ray Bradbury. Donde vaticinaban mundos distópicos, que un ente superior a nosotros nos miraba de manera constante mediante una cámara, donde solo los mas aptos podían sobrevivir en el mundo y los demás eran relegados como parias de la sociedad a causa de un defecto genético. Las máquinas autómatas empezarían a tener una presencia constante entre la vida de las personas, estas empezarían a tomar forma humana con forme pasa el tiempo, y su presencia sería tal que opacaría a la humanidad.

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Imagen: Libros-locos-blogspot www.revistaconsideraciones.com

Predecían un futuro donde había que seguir ciertas reglas para una buena conducta moral, seguir lineamientos impuestos por alguien más, un ser superior, y en caso de no seguir estas, se hacía un juicio público, convirtiéndose en enemigos públicos.  

Pero en el fondo cada uno de los que estaban presentes deseaban ser como ese sujeto, deseaban actuar de esa misma manera ser políticamente incorrectos. dar rienda suelta a sus bajos instintos, dar rienda suelt a los placeres más carnales o simplemente leer cualquier libro que no haya pasado por un filtro de censura, en su idioma original, que no contenga palabras inventadas por una nueva generación. Deseaban algunos pensar de manera libre.

En la época de los 60s Kubrick nos presentaba una inteligencia artificial despiadada, HAL 9000, una asistente personal que funcionaba en una estación espacial, encargada de las funciones vitales de la nave, pero posteriormente adquiriría una conciencia propia con deseos homicidas. Hemos visto esta misma inteligencia siendo parodiada en múltiples animaciones, pero su apariencia siempre es la misma, un círculo rojo sobre un fondo negro y siempre con una voz amigable.

Llegamos a la época de los 80s, un mundo lleno de música electrónica, peinados extravagantes; gente con apariencia andrógina aparecía en los videos musicales transmitidos por MTV, los celulares con forma de tabique las computadoras que pesaban una tonelada empezaron a proliferarse, y junto con ellos llegaba una versión muy rudimentaria del internet.

Empezaría el boom de la ciencia ficción, personas como William Gibson, Pat Cadigan o Philip K Dick hacían presencia en el mundo de la literatura y en el cine películas como thx 1138 de George Lucas, Brazil de Terry Gilliam o Terminator de James Cameron, empezaron consolidar un género llamado cyberpunk.

El cyberpunk toma su nombre de la combinación de dos palabras, cibernética y punk, dos términos que identifican perfectamente las principales referencias de esta corriente. Por un lado la cibernética, que es la ciencia interdisciplinar que estudia los sistemas reguladores, los flujos de información o la inteligencia artificial y está estrechamente ligada a la teoría de control y a la teoría de sistemas. Por otro lado tenemos la palabra punk, un término que en su acepción despectiva se le atribuye a todas aquellas personas que son vagos o parias sociales. Dentro del cyberpunk  se describe el conflicto de una supuesta sociedad caótica en un futuro distópico inmediato, en la que conviven un alto desarrollo tecnológico y un bajo estilo de vida.

William Gibson y Nel Stephenson describen en sus novelas un mundo lleno de tecnología y con altos niveles de contaminación, donde las personas pueden fundir su ser con Internet, y explorar el vasto mundo del ciberespacio, siendo otras personas, desde este punto se empiezan a esbozar los primeros trazos de una realidad alterna, donde la gente empieza a usar avatares para convertirse en alguien más, un ser completamente diferente, un ser idóneo. El mundo se plagaría de hackers, personas con implantes cibernéticos pero aun así tendrían un bajo estilo de vida. La violencia seguiría en las calles pero de manera más abrupta, las drogas sintéticas abundarían en las calles, ayudando a la aceleración de la sintaxis entre la matrix y el humano.    

Philip K Dick, a pesar de ser un escritor con un gran recorrido en el mundo de las letras, para esta entonces su nombre cobraría mayor fuerza debido a la libre adaptación de una de sus novelas, “¿Las ovejas sueñan con androides eléctricos?”, que se llamaría en la gran pantalla “Blade Runner”

En la novela se vive en un mundo donde la mano del hombre a logrado causar una gran contaminación ambiental, pocos animales quedan ya en la faz de la tierra, y estas son cotizadas por todo el mundo. aquellos que no pueden costear algún animal deben de adquirir uno mecánico, estos son tan similares a los reales que llega un cierto punto que es imposible distinguirlos.

Las personas empezaron a colonizar otros planetas, el principal de ellos es Marte, donde fundaron nuevas colonias y emplean a seres sintéticos como esclavos y sirvientes, estos son los replicantes o androides. Los androides tienen forma humana, pueden pensar y sentir pero no logran generar una gran empatía como lo hacen algunos humanos. Pero en su desesperación por tener una mejor calidad de vida, deciden viajar a la Tierra, esta es su tierra prometida. Pero en esta encontraran personas que les darán caza, dado que un replicante viva en la Tierra es ilegal por su naturaleza.

Los pocos humanos que quedan, a causa de la contaminación empiezan a desarrollar problemas cognitivos a largo plazo o inclusive podrían quedar estériles debido al clima, por este motivo las personas deben usar calzoncillos de acero.

Había personas en aquella época imaginaban con un mundo donde los carros podían volar, donde la teletransportación y viajes en el tiempo son posibles. Un mundo donde se podrían comunicar estando a grandes distancias.

Pero hubo autores que no solo vieron esto, vieron un mundo caótico, generado por la mano del hombre, donde a pesar de los grandes avances tecnológicos seguiríamos viviendo en un estado de decadencia perpetua sin esperanza alguna.

Lo más terrible de todo esto, es que no se equivocaron, día a día la tecnología evoluciona a pasos agigantados, si buscamos en internet acerca de brazos robóticos podemos encontrarnos con múltiples casos de personas que los están usando, inclusive una de estas personas porta un par de partes prostéticas similares a las de un personaje de anime llamado Alita de “Battle Angel Alita”, podemos hablar con personas del otro lado del mundo en tiempo real, podemos compartir nuestras experiencias y vivencias en las redes sociales. Tenemos toda la información al alcance de nuestra mano.

Pero nada de esto significa que estamos mejor como personas, pareciera que viviéramos en alguno de estos libros, vivimos en una época donde uno a uno los animales empiezan a morir, se están extinguiendo de forma acelerada.

Nos adentramos tanto en el ciberespacio que estamos dejando de vivir nuestra vida real, nos perdemos en un mundo idílico donde no ocurre ningún problema, y esporádicamente surge en alguna de nuestras redes sociales alguna noticia acerca del cambio climático, el incremento de la violencia o el cómo el narcotráfico cobra otra vida. Sentimos un gran pesar y lo compartimos, escribimos una frase conmovedora y seguimos navegando, o simplemente pasamos de largo la noticia.

Nos hemos vuelto seres egocéntricos, que solo nos importa nuestro bien estar y que no nos corten la señal de Internet. Hemos dejado de tener ideas propias y nos volvemos parte de algún movimiento que está en tendencia en el momento. Cumplimos retos tontos que ponen en riesgo nuestra propia vida solo para ser parte de algo y no ser alguien.   

Debido a nuestro egocentrismo nuestras acciones han provocado que vivamos en un mundo cada vez más contaminado y deteriorado. El cielo ha dejado de ser azul y ahora tiene el color de una pantalla de televisor sintonizado en un canal muerto.

Llegará un cierto punto en el que todo se perderá, los árboles y bosques, los mares se secaran, los lagos se quedaran quietos, el espeso aire provocará que la mañana llegue y no traiga consigo la luz del día, poco a poco desapareceremos hasta que finalmente todo, nuestros recuerdos, nuestros seres corpóreos se pierdan, como lágrimas en la lluvia     

Arquitecto en formación. Ávido lector de realismo mágico y ciencia ficción. Fanático extremo de la lucha libre.