Sin anestesia al Príncipe
“Es inviolable la libertad de difundir opiniones, información e ideas, a través de cualquier medio… Ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa censura, ni coartar la libertad de expresión…”
CPEUM, Art. 7
Fernando Martínez Flores
El 3 diciembre algunos aguardábamos el desayuno para después seguir con nuestras actividades diarias. De pronto, aparece un tweet de uno de los personajes “favoritos” de la izquierda mexicana. Considerado como un periodista con poca credibilidad ante los críticos del gobierno de Enrique Peña Nieto, el príncipe de Televisa, Carlos Loret de Mola, anunciaba que sería la última semana de su programa de radio “Sin Anestesia”.
Las reacciones no se hicieron esperar. Grupo Radio Centro afirmó que Loret de Mola rechazó un reajuste en la ubicación de su programa la cual, si fue aceptada por los conductores de La Red de Radio Red, Sergio Sarmiento y Guadalupe Juárez. Por su parte, los comentócratas como Ricardo Alemán y Enrique Krauze tacharon el acto como censura de parte del nuevo presidente con el fin de promover a Carmen Aristegui. Y los chairos alababan a quien fuera el actor intelectual de esto por deshacerse del pseudoperiodista que criticó fuertemente a su Mesías durante toda la campaña.
De acuerdo con datos del mediómetro de INRA, Sin Anestesia solo tuvo buena popularidad el primer mes de su transmisión. Después de eso, el rating del programa que nacía no despuntó de nuevo -igual que Meade con su campaña- y se mantuvo en constante caída. El berrinche por parte de Loret de Mola hizo que sus allegados creyeran que se trataba de un acto de censura por parte de Andrés Manuel López Obrador. Creyeron que le podían generar ruido, sin embargo, los AMLOvers lo impidieron. Tal fue el caso de John Ackerman, quien retó al periodista a un debate en su programa “Diálogos por la Democracia” de TVUNAM; al cual Loret no ha respondido.
“No va a haber censura… Vamos siempre a respetarlos, se va a garantizar, en México, el derecho a disentir… Ya no van a haber casos como los de José Gutiérrez Vivó… Ni casos como el de Carmen Aristegui… Y mucho menos periodistas asesinados” decía Andrés Manuel López Obrador frente a la gente que se reunió en el zócalo para escuchar su segundo discurso ya como presidente constitucional. Parecería contradictorio que el político que felicitó a Aristegui el día de su regreso a la radio, hoy estuviera abogando por callar las voces que le incomodan.
Carlos Loret de Mola hizo su berrinche por algo que el mismo provocó, baja audiencia en el programa, y para eso no hablan más que los propios radioescuchas. Queriendo hacer tropezar al nuevo presidente y dejarlo como un mentiroso “el tiro le salió por la culata” y no logró su cometido pues -como normalmente pasa- las redes lo tundieron.
No defiendo ni defendería a Loret de Mola simplemente porque creo que es un periodista poco serio y es otro comunicador del gobierno; un derivado de los [peña]bots, a los que, por cierto, se les invirtió mucho dinero; un intelectual orgánico diría Gramsci. Lo que sí creo es que no importa si eres de izquierda, derecha, centro, comunista, AMLOver, Pejefóbico o Peñabot todos deberíamos abogar por la libertad de expresión porque no es una actividad exclusiva de periodistas o escritores, sino que es algo que nos afecta directa e indirectamente a todos.
Muchos seguimos indignados porque a Carmen Aristegui la sacaran de MVS por órdenes del presidente Peña Nieto debido al escándalo de la Casa Blanca. Desde entonces se ha luchado (casi sin cesar) por la libertad de expresión. Sin embargo, si López Obrador se dice respetuoso de la Constitución y sigue creyendo que por encima de la ley no hay nadie significa que ni siquiera él está sobre ella y por lo tanto debe sujetarse a lo que dice el artículo 7 constitucional.
El país ya está bastante lastimado por los estragos de un gobierno que dejó en ruinas a la nación y que de paso lo regresó a la época autoritaria del PRI. Una sociedad que cada día parece polarizarse más debe cohesionarse por una lucha en común, la libertad de expresión. Es nuestra tarea no permitir que el nuevo gobierno siga cometiendo las mismas prácticas que se dijo, estaba dispuesto a erradicar.
Quisiera dejar una reflexión. Desde una perspectiva crítica y en congruencia política, si Carlos Loret de Mola fue víctima de censura por el nuevo gobierno o por el propio presidente, ¿qué harías?
- Defender la libertad de expresión y luchar en contra de la censura independientemente de quien sea el periodista afectado.
- Permitir que el Estado se haga del poder de los medios para evitar cualquier crítica en contra de la nueva administración y seguir reproduciendo el viejo sistema.
Por último, quiero resaltar que estoy expectante de lo que pase con Loret de Mola y las implicaciones que pueda tener con AMLO; las repercusiones que pueda tener en el noticiero Carmen Aristegui y en la propia periodista; y cómo se irán desarrollando las relaciones gobierno-medios durante todo el sexenio.
Además, le deseo mucho éxito a Julio Hernández “Astillero” que se incorpora a las filas de Grupo Radio Centro. Espero que su crítica no se acabe, mejor aún si es para el gobierno entrante.