Cuando lo banal oculta lo importante
Fer Lazcano
En medio de una ola mediática en las redes socio-digitales donde un cadete “robó” la atención en la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pocos voltearon a ver a quien se convirtió en la primera cadete que participó en una toma de poder de un presidente; su nombre es Cielo García.
Pero, de todo esto, ¿qué es lo que debemos resaltar realmente? Es momento de enaltecer a las mujeres por sus méritos y cualidades, más allá de su aspecto físico; es momento de fijarnos en hombres y mujeres por igual; es momento de dejar, mujeres y hombres, que los roles de género nos determinen, de parar la violencia y la discriminación a causa del género.
En cuestión de minutos el mundo de las redes se inundó con comentarios sobre el joven cadete que por su juventud y apariencia física atrajo las miradas de miles de personas, hasta que alguien puso su cuenta de Instagram y Facebook para compartir, entonces las redes explotaron, aparecieron los memes y miles de comentarios. El joven, mientras permanecía impávido en su custodia, sufrió de doxxing. Lo que quiere decir que sus datos personales fueron expuestos públicamente sin su consentimiento.
Pero bueno, por hoy aplaudamos a Cielo, Geovanni e Ignacio por igual, pero no por su “belleza física”, sino porque pasarán a la historia por presenciar uno de los momentos más importantes para México en los últimos años, porque en un día de cambio y TRANSFORMACIÓN para nuestro país, ellos estuvieron ahí, firmes e inmutables.