10 puntos para entender ataque de porros en la UNAM
Manuel Hernández Borbolla
Tras el ataque de porros ocurrido ayer en Ciudad Universitaria, hay varias cosas que llaman la atención.
1. El ataque de porros contra estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades, plantel Azcapotzalco, fue un atentado orquestado contra la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
2. Aunque varios señalan como responsable del ataque a Rectoría, queda claro que Enrique Graue y la dirigencia de la universidad es uno de los grupos más afectados con la crisis.
3. Sin embargo, es de resaltar la inoperancia e ineptitud de las autoridades universitarias para contener la violencia nada más y nada menos que a las afueras de Rectoría. La manera en que Teófilo Licona “El Cobra”, encargado del cuerpo de vigilantes de C.U., fue captado en medio de los disturbios sin realizar mayor esfuerzo por detener la violencia, aunado a las órdenes de no actuar que recibieron por parte de las autoridades de la UNAM, son ingredientes que generan sospechas y Rectoría debe aclarar.
4. El comunicado de Rectoría, en el cual se insinúa un golpe orquestado por un grupo político para desestabilizar a la UNAM, es un mensaje entre líneas un tanto inusual. Me llama la atención el penúltimo párrafo: “Agresiones como la sucedida esta tarde son inadmisibles, pues sólo buscan enturbiar el ambiente y desestabilizar la vida académica de esta casa de estudios”.
5. La crisis de violencia en todos los planteles de la UNAM sigue siendo un tema sin resolver que debilita a la institución y sigue haciendo crecer el malestar entre la comunidad estudiantil (lo cual es un caldo de cultivo para que grupos ajenos a la universidad puedan gestar una crisis relativamente fácil).
6. El ataque contra la UNAM se produce el mismo día en que el rector Enrique Graue se encontraba en el sexto y último informe del presidente Enrique Peña Nieto, el mismo día, en que el equipo de Andrés Manuel López Obrador decide hacer público que el ex-fiscal electoral Santiago Nieto (quien fue cesado del cargo tras indagar los sobornos millonarios de Odebrecht a la campaña presidencial de Peña Nieto vía Emilio Lozoya), será el encargado de perseguir el lavado de dinero, lo cual es un mensaje que debería preocupar a Peña y sus secuaces. Llama también la atención que Obrador no tuvo actividades públicas.
7. El ataque, perpetrado por porros de tres planteles distintos (los grupos 3 de marzo, 31 de marzo y Federación de Estudiantes de Naucalpan), tienen presuntos vínculos con el PRI, de acuerdo con algunas versiones que todavía es necesario confirmar.
8. El ataque se produce exactamente un mes antes de que se cumplan 50 años de la matanza del 2 de octubre. Llama la atención que no fue perpetrado únicamente por el grupo porril de un plantel, sino de varios. Alguien está muy interesado en desestabilizar a la UNAM y al país a casi tres meses de la sucesión presidencial y el cambio de régimen que ya comenzó en el Congreso. ¿Con qué finalidad? Es algo que todavía no queda del todo claro.
9. Las permanentes disputas entre distintos grupos de poder al interior de la UNAM, es otro asunto que no debemos perder de vista. Históricamente las autoridades de la UNAM han sido priistas, y con el cambio de régimen, es posible que también estemos en presencia de movidas políticas con el fin de golpear e intentar abrir puertas con la nueva élite hegemónica. Recordemos que la presencia de Claudia Sheinbaum como parte de uno de los grupos de poder al interior de la UNAM (los llamados Güeros del Colegio Madrid), también forman parte de la ecuación. Y la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales que domina este grupo, inmediatamente aprobó cerrar las instalaciones tras la asamblea que realizaron los estudiantes de dicha facultad. ¿Qué otros grupos dentro de la UNAM están aprovechando la coyuntura para patearse debajo de la mesa?
10. El cambio de régimen no será tan terso como se pensaba. Se avecina un mes de mucha movilización estudiantil en la capital del país. Alguien tuvo la intención de ir a patear el avispero y remover las aguas. A río revuelto, ganancia de pescadores. ¿Quiénes son exactamente esos grupos que preparan ya sus redes para salir de pesca? Es la pregunta importante que habrá que tratar de responder. Y para responderla hay que seguir la cola de rata: ¿quiénes manejan a los grupos porriles que orquestaron la agresión? Esa pista, si se investiga, permitirá identificar a los agresores que se esconden en la sombra.