Por el medio ambiente: sin popote por favor
El cuidado del medio ambiente es un tema que preocupa desde hace años y afortunadamente ha superado, creo, la fase de “moda” que consiste en aceptar el discurso ambientalista/ecológico sin realmente haber reflexionado sobre el impacto que tiene el uso indiscriminado de productos o sustancias y sobre todo, no darle importancia a la forma en que se manejan los residuos. Me gusta pensar que esa fase ha terminado y ahora se reflexiona más allá del muy cotorreado sin popote, por favor.
Es cierto que resuelve poco evitando usar popote, bolsa o cualquier otro plástico potencialmente dañino, sin embargo, esa pequeña decisión hace una marca importantísima para generar consciencia dentro de la comunidad, puesto que esos plásticos no sólo dañan el ecosistema acuático (que es de lo que más se habla), sino también causan problemas en las ciudades como la CDMX, obstruyendo los drenajes.
Estoy consciente de que habrá ocasiones en las que el popote o bolsa serán necesarios, por eso ya hay propuestas de popotes biodegradables hechos con fibras vegetales o papel, no obstante, en lo que esas opciones llegan a todos, es importante desechar los popotes de plástico en su correspondiente lugar.
Con tanta información acerca de los materiales con los que están fabricadas cosas como pañales, es imposible no pensar en el daño que ocasionan y más cuando se desecha de manera no regulada, pues tardan hasta 400 años en desintegrarse en el ambiente; el vidrio tarda hasta 4000 años y hasta un simple chicle tarda 5 años.
Según el sitio web ecoportal.net el ser humano ha generado 8.300 millones de toneladas de plástico, la mitad en tan sólo 13 años; por este tipo de hechos es importante continuar la dura labor de reciclar y la aún más difícil tarea de intentar hacer que los demás reaccionen ante estos datos.
La buena noticia es que México ocupa el primer lugar en América respecto a la recolección de PET (tereftalato de polietileno) con 62 %, cuyo 50 % se realiza en el Valle de México. Sin duda, debe seguir trabajándose esa área para llegar al 100 %.
La recolección de PET y de aluminio no es sólo el primer paso para el reciclaje, sino también una manera de subsistencia para familias que ahora se dedican a esta actividad. El segundo paso (en el caso del PET) es compactar los desechos plásticos y prelavarlos, mientras el tercero y último es moler el material en hojuelas que se laven y funden con el fin de volver a convertirse en resina de PET.
Tanto la acumulación de basura y el uso correcto de los residuos, como la separación oportuna de reciclables y no reciclables deben entrar en la conciencia de la población para que en conjunto aportemos soluciones ante este problema que nos afecta a todos los seres vivos. Ya no hagamos comedia a costa de los que rechazan popote y mejor pensemos en las consecuencias del uso indiscriminado del plástico.
Para terminar, dejo una breve lista de lugares a los que pueden llevar algunos desechos:
Centro de Reciclaje Recupera cuenta con 4 sucursales en la capital
- Olivar del Conde, av. Santa Lucía 44, col. Olivar del Conde
- Tacubaya, av. Mártires de Tacubaya 5, col. Tacubaya
- Del Valle, Pilares 129, col. Del Valle
Biobox
Es una empresa que “paga” por reciclar en sus máquinas. Estas máquinas te dan crédito en un monedero electrónico al introducir ciertos desechos y están en varias zonas de la ciudad.
