El magisterio armado de Trump
Imposible negar la importancia histórica que la segunda enmienda significó en 1791 al garantizar el derecho a portar armas a todo ciudadano estadounidense, en el contexto previo a la conformación de su ejército profesional, la intención fue exitosa al garantizar la seguridad de la incipiente nación frente cualquier amenaza en un ambiente internacional expansionista, hostil e imperialista.
Lo que es incomprensible es la enajenación actual que existe en Estados Unidos respecto la portación de armas por civiles cuando en la actualidad Estados Unidos es la hostilidad mundial, pues cuenta con uno de los ejércitos más poderosos del planeta, con bases en todo el mundo, además de su conocido alcance nuclear.
Debemos entender que el tema de armas, además de condensar la historia estadounidense, se trata de toda una industria bélica y un lucrativo negocio.
Si vives en Florida, en este contexto ¿para qué tener un rifle de asalto debajo de tu cama?
O debajo del escritorio del profesor.
La Asociación Nacional del Rifle (NRA)
La organización que empezó como un vulgar grupo de aficionados a las armas, actualmente cuenta con 5 millones de militantes y su actividad política adquiere gran notoriedad debido a que es uno de los grupos mas importantes con el perfil de votantes a los que Trump busca llegar, mientras ellos buscan proteger su derecho al fácil acceso a armamento logrado en el año de 1968, desde entonces, el principal objetivo es la defensa al derecho de andar armados hasta los dientes.
El capital no tiene patria ni moral, y en este caso, partido, pues la NRA está involucrada con Republicanos y Demócratas; desde Nixon siendo el primer patrocinio de la Asociación Nacional del Rifle, hasta Obama, Hilary y Trump, la estoica asociación no ha dejado de soltar billetes verdes y es uno de los lobbies más influyentes en Estados Unidos.
El lobby obtiene financiación de todo tipo: desde aportaciones individuales, publicidad, eventos educativos, sin embargo, debemos hacer notar lo obvio: el principal ingreso de dinero proviene de la industria de las armas.
Fabricantes como Sig Sauer o Glock, entre otras, aportan millones de dólares anuales a la organización por dos motivos:
1) La NRA protege el mercado al asegurar la venta indiscriminada de armas mediante el cabildeo político en Washington, y
2) La NRA se encarga de absorber todo el costo político de las controversiales medidas mientras las empresas fabricantes cómodamente mantienen el negocio abierto sin escrúpulo alguno.
La propuesta de Trump de armar a profesores, puede sonar estúpida e irracional, y lo es, excepto que el objetivo es ganar algo de dinero y votantes en todo esto: en números, armar al 20 % por ciento de los maestros en cada escuela, serian 700 mil[1] profesores a nivel nacional, que además de revisar la tarea, tendrán que traer un plomo “por eso de las dudas”.
La venta de esas armas seria para los “grandes patriotas estadounidenses” de la NRA, quien seguramente, se encargarían de la capacitación necesaria. In god we trust.
El ciego aparato burocrático encerrado en su propia contradicción, es incapaz de regular al monstruo que ellos mismos alimentan con fantasías de libertad. Ahora 9 de cada 10 estadounidenses tienen un arma, y lo que empezó como legitima protección, termina por amenazar la salud mental y física de todos, y de paso, se sostiene una industria millonaria sin escrúpulos en el camino.
Los tiroteos en escuelas o centros comerciales no son nuevos, así como no es nuevo el debate sobre la regulación de las armas en EUA, sin embargo, la tosca sordera de Trump se encargará de elevar el nivel de las protestas, provocar la radicalización de posturas, y por qué no, hacer ganar unos dolaritos a sus amigos de la NRA.
[1] National Center for Education Statistics: https://nces.ed.gov
