Los mensajes de López Obrador: “Ahora o nunca”
Agosto de 2006, un Zócalo cubierto de carpas y lonas, usados para proteger a los cientos o miles de personas, que han ocupado la Plaza de la Constitución, como lugar central de lucha política.
En una de esas carpas, pasando los días y las noches, se encuentra el recién “derrotado”, Andrés Manuel López Obrador, candidato de la izquierda mexicana al que el extinto órgano electoral mexicano (Instituto Federal Electoral), declaró perdedor de la contienda electoral del mes anterior.
Elena Poniatowska se encuentra frente a él, en una hoja de papel toma apuntes de lo que le declara el entonces líder perredista:
-Y te puedo decir, a lo mejor cometí un error. Me buscó insistentemente la maestra Elba Esther Gordillo, que quería también un acuerdo.
-Pero, te hiciste una enemiga allí.
-Sí, cuesta más así, ya lo estamos viendo…
Casi dos sexenios han pasado desde aquellos acontecimientos que cimbraron y cambiaron a México, un gobierno panista que mediante las armas trató de legitimar su poder, y un gobierno priista, que regresó con la televisión y cruza momentos de graves señalamientos de corrupción.
En ese contexto, AMLO, ha cambiado su estrategia, con un mensaje más de inclusión y apertura, ya no haciendo de su campaña una cruzada contra los empresarios, sino principalmente, contra las élites políticas.
En lo político, destacados miembros del PAN, como Gabriela Cuevas, ferviente enemiga de AMLO, ha decidido limar asperezas y convertirse en promotora del tabasqueño; Miguel Barbosa, miembro destacado del grupo perredista conocido como los “chuchos”, renunció a su militancia al PRD y decidió sumarse a MORENA; sin declaraciones oficiales de Elba Esther Gordillo, algunos de sus familiares, han declarado brindar su voto por Morena en las próximas elecciones.
Por su parte, en el sector empresarial, Alfonso Romo, prominente empresario regiomontano, forma parte del grupo de asesores de AMLO; María Asunción Arambuzabala, accionista de grupo Modelo y considerada la mujer más rica de México ha firmado el pacto de apoyo a Morena; e incluso, Esteban Moctezuma, miembro del circulo cercano de Ricardo Salinas Pliego, dueño de Televisión Azteca, ha sido nombrado Secretario de Educación Pública, en caso de que López Obrador llegue a la presidencia.
El mensaje de inclusión abrió las puertas de MORENA al Partido Encuentro Social (PES), con un voto duro, que puede afianzar el triunfo de Andrés Manuel el próximo julio. Tratando de evitar los mismos errores de 2006, pues según se puede rescatar del libro de Oscar Camacho y Alejandro Almazán, “La Victoria que no fue: entre la guerra sucia y la soberbia”, Patricia Mercado, entonces candidata a la presidencial por el PSD, trató de entablar un dialogo con AMLO, para que ésta declinara a su favor, a cambio de algunas representaciones y propuestas en el plan de trabajo de López Obrador.
Sin embargo, éste se negó a aceptar incluir en su gobierno temas controvertidos como el aborto o el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero ofreció algunos espectaculares para el partido de Mercado. El PSD logró captar 2.17% de los votos, y según datos oficiales, López Obrador quedo debajo del Felipe Calderón por poco menos de 0.56%.
Para el profesor del Colegio de México, Lorenzo Meyer, esta apertura es vista como un momento decisivo para AMLO, que considera que es “ahora o nunca” su momento de llegar a la presidencia, analizando los errores y tropiezos que le hicieron perder en 2006.
Es por ello que ahora busca obtener los impulsos necesarios que le permitan sumar los apoyos que consoliden su triunfo, buscando que su mensaje vaya más allá de su voto duro y se enfoque en aquellos electores que han visto agotado el modelo propuesto por el PRI y el PAN, pero sin generar miedo o empatía a aquellas posturas “radicales” que lo vinculen con Venezuela.