Unid@s: el nuevo nombre de la oposición sin cabeza
Jorge Grana
En 1971 fue inaugurado el Polyforum Cultural Siqueiros. Desde entonces La marcha de la humanidad reina en el recinto. El muralista David Alfaro Siqueiros (1896-1974) fue un destacado militante del Partido Comunista Mexicano que conspiró contra León Trotsky durante su exilio en nuestro país.
Bajo los murales de un mexicano comunista Claudio X. González y parte de la autodenominada “sociedad civil” presentaron un nuevo bloque opositor: “Unid@s”. La nueva organización surge del fracaso de “VaXMéxico” y de la urgencia de una plataforma contraria al proyecto obradorista. Más allá de crear una opción real para la ciudadanía, el proyecto del magnate recicla viejas fórmulas de una oposición carente de un proyecto político viable.
¿Quienes conforman la sociedad civil?
La definición de sociedad civil es compleja, Antonio Gramsci fue de los pocos en acercarse teóricamente. En México el concepto aterrizó a partir del sismo de 1985. Carlos Monsiváis fue el primero en hablar sobre la organización de la población ante la inoperancia del Estado mexicano.
El surgimiento de la sociedad civil en nuestro país fue síntoma de la debilidad del régimen priísta. Durante el dominio del PRI sus instituciones corporativistas fungieron como fuerzas de contención de los movimientos gestados en nuestra sociedad. Los pocos que salían de sus márgenes eran reprimidos, basta recordar ejemplos como el movimiento ferrocarrilero o el movimiento estudiantil de 1968. Después de 1985, la organización popular no encajó dentro de la estructura corporativista del partido hegemónico. La CTM, la CNOP y la CNC fueron incapaces para contener a las fuerzas que comenzaron a organizarse.
Bajo el concepto de sociedad civil son concebidos desde los movimientos estudiantiles hasta los feministas. La confusa definición del fenómeno hace compleja una caracterización clara de los elementos que la conforman. Estos agujeros conceptuales dan pie a la aparición de conceptos sin claridad.
Para nuestra inefable clase empresarial -influenciada por el liberalismo- la sociedad civil es todo eso que no sea el Estado. Recordemos que la ideología neoliberal busca la reducción del aparato estatal no sólo en lo económico sino en las relaciones sociales. Desde esta óptica, la ciudadanía debe ocupar esos espacios sustituyendo a dicha institución. En apariencia es una buena propuesta, pero en la realidad la sociedad civil a la que apelan personajes como González es un desfile de panistas sin acomodo en gobiernos estatales o sin proyección al interior del partido. “Unid@s” tiene todo, menos integrantes de la sociedad civil.
Y también se encuentra acéfala
Según la RAE, acéfala tiene dos significados: que carece de cabeza o que carece de líder. La oposición posee ambas características. “Unid@s” es otra prueba de la inoperancia política de los proyectos adversos al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, mismos que llevan cuatro años sin capacidad de respuesta.
“VaXMéxico” se pudrió desde dentro. Al igual que “SíXMéxico”, la nueva organización está encaminada a fracasar. El fracaso de las propuestas opositoras e debe a la falta de líderes y de proyectos. Quienes han enarbolado la bandera contraria a la 4T han caído por su propio peso, lo mismo ha valido Ricardo Anaya que X. González.
Los “dirigentes” de la oposición no han podido capitalizar las inconformidades levantadas en contra del gobierno federal porque estos, al igual que sus partidos, carecen de credibilidad. Los partidos políticos atraviesan una crisis de representación producto de la corrupción y la incapacidad para revertirla.
“Unid@s” carece de un proyecto claro y definido que vaya más allá de “todo lo que hace AMLO está mal”. No poseen propuestas convincentes porque en 2018 el pueblo mexicano votó precisamente contra eso que ellos representan. Su ofrecimiento de país es caduco, se quedó en los años ochenta y fracasó.
La verdadera oposición al proyecto de Andrés Manuel está en la población que aún no ve el fin del fantasma neoliberal y sólo percibe su continuidad bajo otro símbolo partidista. La genuina sociedad civil funge como la contención al poder, ese ha sido su papel desde 1985 y lo seguirá siendo.
Cualquier proyecto adverso al encabezado por AMLO está destinado al fracaso. No entienden y no entenderán los cambios que exige el país. Falta poco para el final de sexenio y para las próximas elecciones presidenciales, en ese breve periodo no podrán conseguir nada más que fiascos. Pronto asistiremos a una decepción más de una oposición sin cabeza.