“El marxismo y el cristianismo tienen conexiones íntimas”: Enrique Dussel
Manuel Vega Zúñiga
Un 24 de diciembre pero de 1934, nació en Mendoza, Argentina, Enrique Domingo Dussel Ambrosini. Filósofo, teólogo y militante argentino-mexicano. Cultor fundamental de la filosofía de la liberación en América Latina. Acaba de cumplir 87 años, y su vocación transformadora se encuentra más firme que nunca. Se doctoró en filosofía, en historia y en teología.
Dussel es, sin lugar a dudas, uno de los más eruditos y profundos conocedores de la obra de Marx en América Latina. Y lo mejor de todo; un riguroso estudioso del Marx duro, del Marx de la crítica de la economía política. Las investigaciones dusselianas sobre Los Grundrisse y sobre las diferentes ediciones de El Capital, son invaluables.
Esa potente y sui generis combinación de teología y filosofía, aunada a la crítica de la economía política, le permitieron a Dussel desarrollar una interpretación original de la teoría del valor en Marx: El trabajo vivo como la fuente creadora del plusvalor a partir de la nada del capital; creacionismo, metafísica y metáforas teológicas. Dichas coordenadas sumadas a su sólida formación filosófica y a un prolijo estudio de la obra directa de Marx en alemán, le permiten a Dussel desarrollar un aporte original a los estudios marxianos en todo el mundo.
Dussel es además el maestro de mis maestros. Ha sido fuente inspiradora para una veta de la crítica jurídica que parte de la teología y la filosofía de la liberación. Jesús Antonio de la Torre Rangel, Alejandro Rosillo, Antonio Salamanca, hacen crítica jurídica siguiendo los caminos abiertos por Dussel.
La obra más potente y a su vez original de Jesús Antonio de la Torre Rangel, está basada en la obra primera de Enrique Dussel. En sus nociones primigenias de la filosofía y la teología de la liberación, que Jesús Antonio supo encauzar creativamente para el camino de la crítica jurídica.
Dussel fue el asesor de tesis doctoral en filosofía, de uno de mis asesores de tesis en la maestría, mi querido Antonio Salamanca, quien siguiendo los pasos de su maestro, se doctoró en filosofía, en teología, pero también en derecho y desde ahí ha contribuido a la creación de una teoría iusmaterialista del derecho.
Es un referente teórico y moral para muchas y muchos de nosotros. Y a su edad, sigue empujando y construyendo desde la titularidad de la Secretaría de Educación, Formación y Capacitación Política, de Morena.
Dussel Ambrosini, siendo uno de los marxólogos más eruditos y brillantes que hay en la región, carece del dogmatismo y del sectarismo tan ordinariamente presente en la boca de marxistas que invocan a la revolución cada día sin saber ni siquiera qué es el valor, qué es el capital, que es la mercancía, y su secreto: el fetichismo. De Dussel he aprendido que el capitalismo no es simplemente un “sistema económico” o un cúmulo de instancias, sino todo un complejo orden civilizatorio que entraña la modernidad capitalista.
Del viejo, quien a sus 87 años de edad, sigue lúcido, pensando, escribiendo, creando, he aprendido que el marxismo y el cristianismo tienen conexiones íntimas, vasos comunicantes que potencian mutuamente su horizonte emancipador. De Enrique Dussel, quien a sus 87 años de edad sigue crítico, inspirando y organizando, he aprendido que el principio de factibilidad resulta estratégicamente fundamental para la praxis política concreta cuando se comprende contra qué se está luchando.
