De Norte a Sur Internacional

Asalto del Capitolio mostró el verdadero rostro de los Estados Unidos


raulraulgonzal1

7 enero, 2021 @ 2:48 pm

Asalto del Capitolio mostró el verdadero rostro de los Estados Unidos

Malas noticias para Trump

Esta madrugada, ambas Cámaras del Congreso ratificaron el triunfo de Joe Biden. Por lo que el próximo veinte de enero tomará protesta como el cuadragésimo sexto presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.

Una noticia devastadora para Donald Trump y sus seguidores, que la tarde de ayer acapararon los reflectores tras convertirse en una turba iracunda. Repasemos lo sucedido; poco antes del mediodía, a cinco cuadras del Capitolio, Trump arengó a sus adeptos, insistió en no reconocer las elecciones de noviembre pasado que lo llevaron a la derrota. Ordenó marchar al congreso para impedir la ratificación de los comicios.

¿Qué pasó ayer en Washington?

Pasadas las doce, los manifestantes ocuparon los alrededores del Capitolio. A pesar de que las fuerzas del orden intentaron dispersarlos, siguieron concentrados frente a las vallas metálicas. Se calentaron los ánimos. A las trece horas, cuando inició la sesión de la Cámara de Representantes, el enfrentamiento entre la policía y los manifestantes se intensificó, en poco tiempo replegaron a los agentes de seguridad. Es curioso que un país caracterizado por la brutalidad policial, no haya podido contener a los protestantes.

Vandalismo de “Primer Mundo”

Media hora después, las huestes de Trump avanzaron hacia el interior del edificio legislativo. Rompiendo ventanas, escalando muros y ondeando banderas confederadas. A esa misma hora y como suele acostumbrar, Trump publicó el siguiente tuit: “Mike Pence no tuvo el coraje de hacer lo que se debería haber hecho para proteger a nuestro país y nuestra Constitución (…). ¡Estados Unidos exige la verdad!”

El saldo de esta violenta irrupción, fue de cuatro muertos, poco más de diez heridos y aproximadamente cincuenta detenidos. Así como de destrozos, robos y en general, actos vandálicos en el recinto del poder legislativo. Para las dieciocho horas comenzó el toque de queda impuesto por las autoridades de Washington. La Guardia Nacional fue desplegada.

Fuente: Infobae

NO fue un Golpe de Estado

Todo esto que sucedió no puede ser considerado como un intento de Golpe de Estado. Quienes ofrezcan esta lectura cometen un error colosal. Sencillamente porque de haber sido así, Trump habría tenido que encarcelar a los legisladores y disolver el Congreso con el apoyo de un sector de las fuerzas armadas.

La definición que la Real Academia de la Lengua (RAE) da sobre este término es clara: “destitución repentina y sustitución, por la fuerza u otros medios inconstitucionales, de quien ostenta el poder político”. Nada de esto pasó en Washington. Ningún poder fue removido, todos marchan como la constitución lo marca. Ver muchas películas como El Ataque a la Casa Blanca hace daño.

Estados Unidos se quitó la máscara

El vandalismo contra el Capitolio no puede significar otra cosa más que por primera vez en la historia, Estados Unidos se quitó la máscara que goza ostentar. Mostró su verdadero rostro, evidenció que puede ser capaz de lo que sea con tal de conservar el poder. No es casualidad que los manifestantes, convertidos en grupo de choque, portaran con orgullo banderas confederadas, se trata de la ultraderecha norteamericana, la que votó, defiende, opera y piensa como Donald Trump.

América: ¿para los estadounidenses?

Y si bien, no podemos decir que todos los estadounidenses sean así, una parte importante lo es. Históricamente, el país que asume el papel de la policía del mundo, ha hecho hasta lo imposible con tal de defender su política. Intervenciones armadas, financiamiento de golpes de Estado, bloqueos económicos y un sinfín de maniobras sucias. Resumido en una frase: América para los estadounidenses.

Ergo: Sí Estados Unidos viera lo que Estados Unidos está haciéndole a Estados Unidos, Estados Unidos invadiría a Estados Unidos para librar a Estados Unidos de la tiranía de Estados Unidos.

Fuente: Infobae

Comentócrata, amante de la historia, bibliófilo por vocación, universitario por decisión.