Gato con Lentes

El día que termine la pandemia: ¿Qué podemos esperar?


raulraulgonzal1

18 diciembre, 2020 @ 6:42 am

El día que termine la pandemia: ¿Qué podemos esperar?

A Octavio, por su amistad y su ejemplo

El día que termine la pandemia será como cualquier otro. No habrá titulares en primera plana. Se tratará de una silenciosa mutación, apenas perceptible para la mayoría que existe en modo zombi, la que oscila entre la vida y la muerte.

La relatividad del tiempo

No hace falta rememorar el dolor que durante este año se hizo presente, para decir que la relatividad del tiempo fue un tema crucial del 2020. Cuando los focos de alarma se encendieron por la llegada del virus, todos hicimos una pausa, tomamos aliento y nos recluimos. Replanteamos nuestra vida con miras al fin de la pandemia. Craso error. Hoy, a la luz de todos estos meses, es muy fácil decir que el mundo no volverá a ser igual.

Lo que muy pocos, o casi nadie pensamos, fue que la metamorfosis comenzó desde el primer día, en aquellas semanas, mientras todos contuvimos la respiración, el mundo que conocíamos se estaba desvaneciendo, la alerta permanente impidió que lo viéramos a tiempo. De aquel pasado remoto solo nos quedan recuerdos. Cada vez más borrosos y difíciles de asimilar.

 

Imagen: 360 radio Colombia

¿Un mundo feliz se convirtió en realidad?

Para algunos, el confinamiento forzoso les permitió vivir sedados, como si hubiesen anticipado sus compras de varias dosis de soma, efectivas para sobrellevar el estrés y el miedo. Vaya que la distopía de Huxley cobró vigencia. La pastilla de soma que cada uno toma, es tan variable como el mundo del entretenimiento. Sea el cine, la literatura, el ejercicio o la música, cualquiera elige su dosis de tranquilidad. A la espera del día que termine la pandemia.

Basta con leer a Camus para recordar que la peste que azotó Orán, se marchó tan silenciosamente como llegó, en un abrir y cerrar de ojos liberó aquella población argelina del tormento. No obstante, cabría preguntarse si ¿en realidad se fue, o, si más bien se suspendió? Como si quedara atrapada en cada rincón habitable, esperando en los muebles, pasillos, fachadas, jardines, calles y edificios. Preparando su intempestivo regreso.

 

El futuro que augura el 2021. ¿Primer día sin pandemia?

En nuestra realidad, mientras esto sucede, el soma se vuelve cada vez menos efectivo, nuestra condición gregaria, exige la convivencia, la recreación en compañía. El problema es que el virus no cede, al contrario, amenaza con ser todavía más mortífero en esta segunda ola, y aunque para muchos ya se terminó, volver al encierro es la opción más fiable para preservar la vida. De modo que nos encontramos frente a dos opciones que solo tienen una puerta de escape: el autocuidado y la responsabilidad. Es obvio que no regresaremos al semáforo rojo, eso lo entienden muy bien los gobiernos, principalmente el nuestro, que antes de que eso suceda, agotará todos los matices del naranja, así como los mensajes de prevención.

De modo que una reflexión indispensable, antes de que termine el año, debe ser  la de repensar nuestra manera de concebir el tiempo; una sana evocación del pasado, sin caer en el abismo de la melancolía, con una clara mirada de este presente, más incierto que nunca, acompañada de una esperanza hacia el futuro.

Solo así lograremos entender que, aunque un virus nos ponga de rodillas, la dimensión del tiempo es lo único que nos queda. Asirnos de ella es más que suficiente para voltear hacia atrás, regresar, mirar de frente y pensar que debemos levantarnos para lo que está por llegar. El día que termine la pandemia.

Comentócrata, amante de la historia, bibliófilo por vocación, universitario por decisión.