Cambio de dirección en FCPyS desatará guerra intestina
“La mayor parte de los fracasos nos vienen
por querer adelantar la hora de los éxitos”
Amado Nervo
Fernando Martínez @fernandomtzf y Jorge Grana @jorge_grn
Concluyó el procedimiento de renovación de la dirección de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. ¿Quiénes fueron parte de la terna?
Angélica Cuéllar, la continuidad
Tras fallar en su intento por conseguir la rectoría de la Universidad, Angélica Cuéllar buscaba reelegirse como directora de la Facultad. Su plan de trabajo, al igual que su proyecto para la rectoría, giraba en torno a la igualdad de género.
Hacía hincapié en la atención a las acusaciones de acoso; sin embargo, su administración se ha caracterizado no sólo por ignorar las denuncias de violencia de género sino por recriminarlas. En su intento por ganar la rectoría, hizo suyos los logros alcanzados en materia de género cuando en realidad emanan de la movilización estudiantil de las compañeras feministas.
Por otro lado, mencionaba que haría énfasis en la atención médica y psicológica. En ese sentido, su gestión también deja mucho que desear. Una investigación de alumnos de la propia Facultad reveló que los servicios médicos están en completo abandono. Además, su proyecto de trabajo proponía otra revisión y modificación a los planes de estudio de las carreras que se imparten en la Facultad.
La seguridad era otro de los puntos de su plan de trabajo. Ha sido un gran reclamo de la comunidad estudiantil. Mencionaba encuestas y demás mecanismos a implementar, pero nunca una propuesta concreta que dé solución a este problema que aqueja a toda Ciudad Universitaria.
Conocemos cómo trabajan Angelica Cuellar y su equipo de trabajo. Sabíamos que de ganar no habría un cambio profundo en la FCPyS. La continuidad de ese proyecto no arrojaría más que resultados negativos.
Carola García, ¿cambio?
Por otro lado, Carola García buscaba transformar su interinato en nombramiento oficial y darle un aparente viraje a la Facultad. Sus propuestas parecen poco innovadoras, no varían mucho respecto a lo que proponen los otros candidatos.
Al igual que Cuéllar, su proyecto tomaba como eje central la igualdad de género. García asumió el interinato de la Facultad en medio de una toma feminista, situación que nos impidió conocer su forma de trabajo.
La edad de Carola, 67 años, le impide reelegirse al frente de la dirección de la Facultad por lo que solo estará durante un periodo, 2020-2024. Esto da pie a la reconfiguración de todos los grupos que existen al interior de la institución. La guerra intestina por el control de la FCPyS apenas comienza.
Jorge Márquez, el disruptivo
El plan de trabajo de Jorge es un poco discordante al de las candidatas. Es el único que partió pensando en la situación de confinamiento y educación a distancia. Desarrolló su proyecto a partir de soluciones concretas.
Es importante destacar que su candidatura fue acompañada por grupos estudiantiles, militantes del Partido Acción Nacional. Dichos grupos buscaban desplazar a los grupos de Morena que controlan a la Facultad teniendo un aliado en la dirección.
De reelección a elección
¿Existían elementos que nos ayudaran a visualizar quién podía asumir la dirección de la Facultad? Parece que sí. Los anteriores directores, Fernando Pérez Correa (2000-2008) y Fernando Castañeda Sabido (2008-2016), fueron los primeros en ser reelectos en toda la historia de la Facultad.
Esto le habría dado una estabilidad por 16 años (si contamos del 2000 a 2016) que pudieron aumentar a 24 si Angélica Cuéllar lograba la reelección. Eso no sucedió. La no reelección de Cuéllar podría poner en juego la estabilidad de la Facultad a menos de un año de la más grande movilización electoral.
Otro factor tiene que ver con los cambios -o no- que se dieron al interior de otras Facultades. El rector parecía estar entre dos caminos: apoyar la continuidad de los proyectos institucionales para una consolidación de los mismos o un pago de favores en agradecimiento a los que lo apoyaron para continuar el frente de la UNAM por otros cuatro años.
Las facultades de Medicina, Economía, Veterinaria, Derecho y FES Aragón lograron la reelección de sus directores. En FES Iztacala y Trabajo Social se nombró nuevas directoras, ya que los anteriores ya habían alcanzado el periodo máximo de gestión.
Por último, hubo una excepción, Psicología. En ella, el antiguo director Germán Palafox no logró la reelección y en su lugar nombraron a María Elena Medina-Mora Icaza. A esta excepción ahora tenemos que agregar a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
Hay que recalcar algo. Ninguno de los directores que fueron rectificados tuvo la osadía de retar al rector en su reelección. Cuéllar sí, parece que fue lo que terminó por pesar en su intento por seguir al frente de la facultad por otros cuatro años.
Sucesión viciada
El proceso fue hecho a nuestras espaldas enfrente de nuestras narices. Fue discreto y sin atención por parte de la comunidad universitaria. El encierro provocado por la contingencia sanitaria impidió la movilización política al interior de la facultad. Se aprovechó el contexto para no convocar a elecciones internas.
La FCPyS necesita un cambio que Carola García no ofrece. La ganadora no representa la voluntad de la comunidad y menos si surge de procedimientos antidemocráticos. ¿Qué o quién logró imponerla? ¿La nueva directora será capaz de desplazar a los grupos dominantes? ¿Será el fin de Cuéllar?
Matias Aafza
Si el objetivo era terminar con la violencia de género, por qué la señora Cuellar nunca investigo a Arturo CHÁVEZ, actual Secretario de la Facultad y, sin embargo, persiguió y acosó a más de 25 profesores algunos (todos hombres por cierto) –algunos de los cuales fueron despedidos para asignar sus plazas a amigos y comadres.