Frenaaa, Boa y Chalecos Amarillos: alianzas corruptas contra AMLO
En lo que va del sexenio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador se han publicado una serie de comunicados, cartas y manifiestos en contra de todo aquello que represente a la Cuarta Transformación. Sobra decir que en la mayoría de ellos se encuentran las firmas de los mismos “intelectuales” de siempre, quienes desde hace años cuentan con espacios en foros televisivos, columnas de opinión en periódicos con impacto nacional y foros para presentar libros, ponencias o conferencias magistrales.
Por alguna razón, éste es el gobierno que más inquietudes, peligros y nerviosismo ha generado en menos de dos años de funciones, o al menos, eso es lo que pretenden hacer notar quienes escriben día a día en contra del gobierno de AMLO. Incluso, pareciera ser que existe una coordinación entre los opositores al gobierno, los cuales siempre están a la espera de algún “error” para señalarlo, criticarlo, y posteriormente salir victoriosos como los “críticos del poder”. Quizá el inicio de este nerviosismo se vio reflejado cuando, a cinco meses de haber iniciado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pudimos ser testigos de las primeras manifestaciones en contra.
Marchas y griteríos antiAMLO
Las manifestaciones contra AMLO comenzaron con un puñado de ciudadanos que seguramente se movilizaron porque temían al cambio. Este cambio, hasta cierto punto, puede ser perfectamente entendible si consideramos lo siguiente: un partido de reciente creación, Morena, tendría mayoría en el congreso; un político alejado de las lógicas del PRI, PAN y PRD –en tanto que es un líder social de izquierda con años de experiencia en la lucha popular, en el recorrer los estados más pobres del país, en la lucha y resistencia por haber soportado dos fraudes electorales–, sería quien estaría al frente del país; y, quizá lo más importante, 30 millones de votantes de respaldo. Hasta ese momento, las manifestaciones pudieron ser vistas como simples respuestas ante la incertidumbre del cambio.
Pero algo sucedió. Las marchas pasaron de ser simples exposiciones de sombreros playeros, vasos de Starbucks a donde sea que se volteara a ver y gente en su mayoría blanca, a expresiones más agresivas en contra de un presidente, al cual lo consideran “su empleado”. Las manifestaciones se convirtieron en un asunto de clase. Al referirse al presidente como “López”, creen que reafirman su estatus social; incluso, hemos sido testigos de manifestantes invitando a sus empleadas domésticas o trabajadores a cargar las pancartas en contra del “comunista” que los está “matando de hambre”. Estas inconformidades dejaron de ser algo risible a convertirse en un asunto más personal: mis privilegios vs López.
Sus manifestaciones comenzaron a tener voceros que les permitieron canalizar todas sus fobias en contra de un presidente que no sabe hablar inglés, que tiene un lenguaje “popular” y que cuenta con un apellido que sólo se escucha entre quienes viajan en metro de lunes a sábado para ir a sus trabajos. La primera de ellas fue Alejandra Morán, fundadora del movimiento Chalecos Amarillos México, una copia del movimiento social surgido en Francia en octubre de 2018. A partir de que comenzó a hacerse visible en redes sociales el hashtag #chalecosmx, pudimos saber que las próximas movilizaciones ya tendrían al menos una mejor organización. Posteriormente saltó a la escena mediática otro vocero, Gilberto Lozano. Este empresario regiomontano volvió a personificar eso que los manifestantes en contra de AMLO piensan, pero que muy pocas veces se atreven a escribir por temor a sus faltas ortográficas –que han sido expuestas infinidad de veces en redes sociales–.
Gilberto Lozano, quien pidió a las fuerzas armadas revelarse contra AMLO, ahora pide que la gente suplante la identidad del Presidente al momento de facturar https://t.co/rBTZjGAaXP pic.twitter.com/2Ek7V3iIii
— Revolución 3.0 (@Revolucion3_0) January 12, 2020
Gilberto Lozano decidió crear el FRENAAA, el Frente Nacional Anti-Amlo cuyo objetivo principal es derrocar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador porque no representa a sus intereses. Además de las expresiones clasistas y racistas que ha mostrado el dirigente de este movimiento en contra del presidente –sin olvidar que mostró una figura con la forma de la cabeza de AMLO en una bandeja–, está claro que su movimiento funciona para sumar ciudadanos que no están a favor de la 4T, aquellos desilusionados porque “el mesías” no ha logrado arrancar de raíz años y años de neoliberalismo y a todo aquel ciudadano que simplemente no le parece suficiente lo que ha logrado el gobierno.
La facción intelectual contra López Obrador
Los “intelectuales” también se han sumado a las quejas y preocupaciones que vislumbran en lo que va del gobierno de la 4T. Si bien no han mostrado un acercamiento formal a los Chalecos Amarillos México o al FRENAAA, es más que evidente la agenda política de golpeteo que han tenido contra López Obrador desde el día uno. En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, realizada del 24 de noviembre al 2 de diciembre del 2018, es decir, antes de la llegada formal de Andrés Manuel López Obrador como presidente, se presentaron distintos foros en donde se habló sobre las lecciones que nos dejaban las izquierdas latinoamericanas para que no cometiéramos el mismo error en México, además se presentó un documental de Enrique Krauze, en donde analizó la figura de Hugo Chávez, lo que sucede en Venezuela. Era una advertencia, por supuesto, sobre los peligros del “populismo”.
Posteriormente, en el foro “Desafíos de la libertad en el siglo XXI”, llevado a cabo en mayo de 2019 en la Universidad de Guadalajara, comenzó a dejarse ver cómo escritores y académicos formarían un bloque opositor en contra del presidente. Ya desde ese momento, los amigos inseparables de siempre –Enrique Krauze, Mario Vargas Llosa, Jorge Castañeda, Roger Bartra, Héctor Aguilar Camín, entre otros–, despotricaron nuevamente en contra del gobierno, hablaron del “peligro” que corría la democracia y de los tintes autoritarios que mostraba AMLO. Hasta este momento no se había dado a conocer el documento llamado BOA –Bloque Opositor Amplio–, sin embargo, ya estaban sentadas las bases de lo que vendría meses después.
Y así, ya en el contexto de la pandemia causada por la Covid-19, y después de haber atravesado por distintos comunicados (entre ellos el publicado en una plataforma llamada “Pensando en México), en contra del gobierno de la 4T –a quien se le acusa de no salir indemne sanitaria y económicamente por una pandemia que afecta a todo el mundo–, llegamos hasta de hoy con una nueva carta dirigida hacia Andrés Manuel López Obrador, firmada, nuevamente, por los mismos de siempre y haciendo una invitación a todos los ciudadanos para que, en 2021, se recupere la “democracia” del “autoritarismo” impuesto por AMLO, a quien ven como su empleado. Este texto llamado “Contra la deriva autoritaria y por la defensa de la democracia”, es un llamado a que se desconozcan los 30 millones de votos que avalan y respaldan a Andrés Manuel López Obrador y a la mayoría de Morena en el congreso.
No importa que los ciudadanos, a través de su voto, hayan decidido darle mayoría a Morena en el congreso. Para estos “intelectuales”, cuando sucede esto, la democracia está en peligro debido a que “no hay contrapesos”. En otras palabras, para quienes llevan todo lo que va del sexenio quejándose y sacando sus fobias antiAMLO, la democracia sólo es pura y funcional con aquellos partidos que ellos llevan apoyando durante años, no en un partido de reciente creación que arrasó en las elecciones del año 2018. “La democracia está en peligro”, auguran desde sus escritorios quienes un día son expertos en feminismo, otro día en temas ambientales y otros se convierten en epidemiólogos.
“La democracia está en peligro”, nos dicen quienes llevan años haciendo campañas en contra de López Obrador porque les parece un “populista”, un tipo cuya visión no sale de Macuspana –como señaló Denise Dresser en un tweet– , un presidente que no sabe portar trajes de marca, un presidente que prefiere hacer fila en el aeropuerto y viajar en vuelos comerciales –aunque Mariana Gómez del Campo se burle porque en Viva Aerobús sólo viajan los jodidos–. “La democracia está en peligro” nos dicen quienes utilizan el “López” como un descalificativo clasista. “La democracia está en peligro” nos dicen quienes, teniendo un sueldo extravagante porque fue Secretario de Relaciones Exteriores durante el periodo de Vicente Fox, llama “pueblo horroroso” a un municipio ubicado en Oaxaca. Y la lista podría continuar para que el lector se convenza de que, efectivamente, la democracia está en peligro
Finalmente, quienes firman esta carta –a los cuales tampoco es necesario mencionar porque son los mismos de siempre, aunque se vayan turnando de vez en cuando– aseguran que es necesario que los ciudadanos hagan una “amplia alianza” en aras de recuperar el “pluralismo político”, es decir, que se desentierren del basurero de la historia a los partidos del PAN, PRD, PRI y otros más que estarán en la escena política el próximo año. De ser así, está claro cuáles son los escenarios que se avecinan: estar a favor de Morena, con todo y sus fallos internos y sus alianzas criticables o estar a favor de quienes ya nos gobernaron y nos heredaron el país que tenemos hasta ahora. Hace unas semanas, el presidente fue criticado por mencionar las “definiciones a favor o en contra de la transformación”; ahora, estos intelectuales optaron por ya definirse, por quitarse las máscaras y por dejar en claro de qué lado de la historia serán juzgados.
