Los peligros de la ciencia ficción
Hazael Alvarado Hernández*
El mundo ha cambiado de manera vertiginosa en los últimos años. Actualmente incorporamos a nuestra rutina tecnologías y saberes que 10 años atrás se antojaban imposibles, y algunas de las innovaciones más recientes de la medicina, las telecomunicaciones y la milicia, parecieran salidas de la mente de Julio Verne, H.G. Wells, Issac Asimov, Philip K. Dick o Michael Crichton, sólo por citar algunos clásicos de la ciencia ficción.
Las ideas mueven al mundo
Como otros conocedores del tema han reiterado, la ciencia ficción desarrolla escenarios donde, conscientes o no, los creadores se hacen la siempre clásica pregunta: “¿Qué pasaría si…?”.[1] Respeto, aunque no comparto del todo, la postura de quienes consideran que dicha cuestión, así como las historias fantásticas que se desprenden del mismo, son meramente hipotéticas, divertidas e incluso un ejercicio de autocrítica para nuestra sociedad. La razón es muy sencilla, las ideas tienen consecuencias.
Aunque la ciencia ficción se gestó en mentes vinculadas a disciplinas como la astronomía, la física, la biología, entre otras, a veces me pregunto cuánto habrá influido este género en los científicos modernos (y viceversa). Quizá sea absurdo pensar que mentes instruidas en las mejores universidades del mundo hayan inspirado sus investigaciones en el cine o la literatura. Y aun paranoica, la idea de que en algún lugar se desarrollen proyectos secretos que rayen en la locura. Sin embargo, como reza el dicho popular: la realidad supera la ficción.
El caso de He Jianki
Basta con tomarse el tiempo para rastrear un poco de información en las redes sociales más populares y conocer, por ejemplo, las noticas y/o rumores de empresarios que buscan transferir el cerebro humano a una computadora y, así, conseguir una suerte de inmortalidad en el mundo digital.[2] Hace no mucho algunos portales de noticias revivieron el caso de He Jiankui, científico chino quien, supuestamente, manipuló los genes de un par de mellizas para que fueran resistentes al virus del VIH.[3] En forma semejante, la conquista del espacio no se queda atrás. Actualmente se habla de colonizar marte (o algún otro planeta) como una posibilidad real.[4] Y por demás esta mencionar el origen del nuevo coronavirus COVID-19; en más de una ocasión se ha sugerido que su génesis fue llevada a cabo en algún laboratorio.
No puedo negar que algunos avances científicos han simplificado nuestra vida, pero no debo pasar por alto el hecho de que, en el fondo, la ciencia ficción sigue alimentando la fe en el progreso científico ininterrumpido y en los estadios exponenciales de desarrollo que permearon los estudios sociales de finales del siglo XIX y buena parte del XX. Aún hoy en día es difícil desprenderse de la herencia de la ilustración y la influencia de las ideas darwinianas.
Sin duda, este debe ser uno de los mayores peligros de la ciencia ficción, propagar la idea de que la ciencia es la respuesta a todos los problemas de la sociedad, que el conocimiento, per se, puede hacernos mejores.[5] Que como sociedad no somos todo lo que deberíamos ser, pero que un día lo lograremos. Casi como un acto de fe colectivo se piensa: “un día, lo lograremos un día”.
¿Para qué tanta tecnología y ciencia?
Sé que es fácil diferir de mi postura. También sé que la ciencia ficción aborda temas muy diversos y algunos pueden tildarme de reduccionista, incluso de pesimista. No obstante, considere lo siguiente. Si lo que ha sido escrito o proyectado en el cine fuera realidad, ¿La sociedad sería mejor? Si tuviéramos suficiente tecnología y conocimiento a nuestra disposición ¿Nuestra moral mejoraría? ¿Rompería el ciclo de egoísmo, soberbia y frialdad del que somos testigos? Dejo la respuesta a usted.
*Pasante de la licenciatura en arqueología por la Escuela Nacional de Antropología e Historia.
Referencias
[1] 2007 [1997] Ricardo Bernal, “Prologo”, Ciencia ficción. Antología, selección y prologo de Ricardo Bernal, Editorial Alfaguara.
[2]https://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160314_ciencia_millonario_ruso_dmitri_itskov_subir_cerebro_computadora_inmortalidad_lv
[3] https://cnnespanol.cnn.com/2019/12/30/cientifico-chino-que-modifico-los-genes-de-bebes-mellizas-es-sentenciado-a-3-anos-de-carcel/
[4] https://www.xataka.com/espacio/elon-musk-desvela-detalles-motor-interplanetario-que-nos-llevara-a-marte-cada-vez-sera-barato-rapido-producir
[5] 2007, Carbajal, Misael, “Prologo”, Obras maestras: H.G Wells, Editores Mexicanos Unidos, S.A.