La falsa victoria del gremio cinematográfico

El gremio logró revirar el intento del gobierno de desaparecer el fideicomiso para la industria cinemaográfica

El modelo estatal actual en México, que apoya al cine, está completamente rebasado por la realidad de la producción audiovisual. El esquema solo mantiene el status quo, es centralista y aspiracional, privilegia el burocratismo y no las necesidades reales de la producción.

El actual gobierno carece de visión en el tema y con ello desperdicia la potencia cinematográfica en que podría convertirse nuestro país. En ese contexto, el gremio cinematográfico “celebra” la sobrevivencia del modelo de FOPROCINE y fideicomisos asociados, que corría el riesgo de desaparecer por una iniciativa de la bancada de Morena, encabezada por la diputada Dolores Padierna, con el objetivo de usar esos fondos, para la reactivación económica por la crisis desatada con la pandemia Covid-19.

“Les rompen las piernas y celebran las muletas”

“Les rompen las piernas y celebran las muletas” sentencian los críticos del supuesto éxito. En la tercera caída los mexicanos exitosos en Hollywood llegaron al rescate. Así terminó el más reciente drama del cine nacional. Un Ariel para los diputados por su protagónico en: “Hago como que oigo”.

Abro hilo @mario_delgado @dolorespadierna La mayoría de los trabajadores de la industria CInematografica necesitan continuidad. Viven de una producción a otra. El nivel de calidad a nivel técnico y artístico se ha disparado a lo mas alto.

— Guillermo del Toro (@RealGDT) May 21, 2020

Al final, todo quedó igual

Después del alivio y las felicitaciones mutuas nos damos cuenta que no cambió nada. Los recursos siguen administrados por los mismos;  millones invertidos en películas que ni la cineteca nacional estrena. Dos escuelas chiquititas debatiendo quien es la mejor. El gremio en cacería de llamados eventuales en los que ganan un estímulo que nunca llega.

Todo mientras más de 100 millones de mexicanos consumen lo que si está a la mano. El esquema cognitivo desde donde estamos pensando el cine se agotó. ¿Puede el gremio tomarse otra siesta de seis años? Urge que la comunidad cinematográfica tome un papel crítico, la autocomplacencia es su peor enemigo.

Se salvó el fideicomiso pero ¿quién salvará al cine mexicano?

Conviene plantear algunas preguntas ¿Cuál es el papel que debe jugar el gremio cinematográfico en este contexto? ¿Es necesario un cambio radical en la forma en que entendemos el cine? ¿Cómo se produce valor desde la producción audiovisual? ¿Necesitan crearse nuevas escuelas de cine? ¿Cómo aprovechar las plataformas digitales? ¿Es urgente un re cambio generacional en los puestos directivos? ¿Qué principios deben guiar un nuevo modelo?

Salvar las becas no significa en automático, dignificar el arte cinematográfico

Son algunas de las preguntas que flotan en el aire. La reciente escaramuza es buen pretexto para decirlo: Ya basta de un cine mexicano que sirve de florero  La comunidad cinematográfica no puede conformarse con que le dejen las migajas salinistas. El papel del medio audiovisual es crucial en la construcción del país, lo entienda o no el gobierno.