El centro de la Ciudad de México se pintó de violeta, hoy 8 de marzo de 2020, ante la convocatoria de organizaciones feministas para conmemorar el día de la mujer y protestar contra la violencia de género. La mayoría partió del Monumento a la Revolución rumbo al Zócalo, desde las 14:00hrs. Sin embargo, a pesar de que ya había llegado el primer contingente a la Plaza de la Constitución, aún seguían saliendo del punto de partida.

Asistieron a la manifestación, mujeres de todas las edades y clases sociales. Todas unidas contra la violencia de género y la violencia que padece todo el país. A pesar de que hubo algunos incidentes en el Palacio de Bellas Artes y frente a Palacio Nacional, en general fue una marcha pacífica. Incluso en varias ocasiones, de forma espontanea, varias manifestantes exigieron y gritaron ¡No violencia! en el momento en que algunos grupos extremistas intentaron derribar las vallas que protegían algunos monumentos.

crónica:

La marcha de hoy es histórica. México ya no es, ni será nunca el mismo

Este 8 de marzo salimos a marchar, no solo para exigir el respeto a nuestros derechos sino para exigir justicia, justicia por todas aquellas mujeres que ya no pueden alzar la voz, aquellas mujeres a las que se les ultrajo su dignidad como seres humanos.

La marcha comenzó en el monumento a la Revolución y se fue desplegando en distintas calles aledañas a eje central hasta llegar a Bellas Artes, ahí se apoderaron del espacio de la antimonumenta, situada frente al Palacio de Bellas Artes, símbolo de la memoria colectiva de los feminicidios en México, en donde varias mujeres se promulgaron y denunciaron de manera pública miles de delitos, desde mujeres que fueron acosadas, casos de feminicidios no resueltos, una menor de edad violada e ignorada por el sistema de justicia, entre muchos otros tristes casos de impunidad que ha gestado el estado.

El estado contra la lucha feminista

Desde el sábado 7 de marzo comenzaron a circular en redes noticias de bardas para proteger los monumentos, de cómo habría más de 2760 mujeres policías custodiando e imponiendo el orden y es curioso pues a la par se oyeron amenazas de parte de algunos grupos machistas de lanzar ácido sobre las protestantes.

Las mujeres se apoderaron de los espacios, las feministas radicales y grupos extremistas tomaron acciones, hicieron pintas, rompieron cristales, el agua se tiñó de rojo y se prendieron las llamas, y se quemó lo que se tenía que quemar y se derribó lo que se debía atacar. Muchas mujeres formaron lazos con sus brazos, – ¡Con violencia no!, exigían ellas.

Pero con violencia es que nos notaron, con violencia es que tomamos los espacios y con violencia es que se generó un cambio, porque si se entendieran razones, canciones, libros, si se atendiera a la razón, este 8 de marzo las mujeres no tendrían que salir a exigir lo que les pertenece, no tendría que pedir respeto, hacer valer sus derechos o exigir justicia.

La hermandad feminista

Muchos se habrían rendido, habrían huido y protestado en silencio, pero no, las mujeres se organizaron, se informaron y se unieron, porque estamos dispuestas a dar la vida por un mejor futuro para nuestro país y que si nuestra voz no fue escuchada, la de las generaciones posteriores resuene, porque vamos a hacer que el patriarcado caiga y que todo México sea feminista

De ahí la marcha culminó en el zócalo de la Ciudad de México, se tiraron puertas, se aventaron bombas y se volcaron camionetas, y así es que fueron escuchadas.

Esta marcha es histórica en nuestro país, se dice de ser un movimiento político, sin embargo, es un movimiento social impulsado por la violencia hacia la mujer en México.