Internacional

Ante el neoliberalismo no cabe la neutralidad


miguelmg28

25 noviembre, 2019 @ 9:56 pm

Ante el neoliberalismo no cabe la neutralidad

@miguelmg28

La llegada de AMLO al poder, abrió un ciclo histórico en AL

Los pueblos de América Latina comienzan a ser conscientes del deterioro del neoliberalismo. El punto de inflexión comenzó en México con la llegada de Andrés Manuel López Obrador. Lo que sin duda marcó el inicio de una nueva oleada progresista en la región latinoamericana como lo fue en la primera década del presente siglo. El triunfo electoral de Evo Morales en Bolivia, el de Alberto Fernández en Argentina y las movilizaciones populares en Ecuador y Chile, parecían dar la esperanza del reinicio de un bloque progresista en Nuestra América.

Sin embargo, la oleada progresista que comenzó en México el año pasado, ha sufrido un retroceso a raíz del golpe de Estado en contra del presidente elegido democráticamente, Evo Morales. El papel que ha jugado la OEA y su secretario general, Luis Almagro, fue deleznable.

Pretender ser neutral  ante el golpe de Estado en contra de Evo Morales es ponerse del lado golpista. Asumir incluso un análisis “crítico” sobre los errores que pudo haber cometido Evo Morales, es inclinarse del lado golpista, ya que para “intelectualismos”, “objetividades” y “neutralidades” habrá tiempo suficiente una vez que el panorama esté más despejado y dé muestras de tranquilidad.

Cuando se trata de defender la soberanía de los pueblos, las movilizaciones populares en contra de las políticas neoliberales, así como los gobiernos progresistas que han traído justicia social y (re)distribución de la riqueza con políticas sociales favorables para los sectores históricamente más excluidos, las supuestas neutralidades, amen de dar la impresión de falsos intelectualismos, no caben en momentos tan complejos cuando la ofensiva hegemónica por parte de Estados Unidos que está presente en toda la región.

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Imagen: T13.cl

La insurrecciones son el síntoma de una enfermedad llamada neoliberalismo

Por más comunicados que la Organización de los Estados Americanos (OEA) emita para descalificar a lo que su secretario general ha denominado como “brisas bolivarianas”, queda claro que en realidad el punto de quiebre se encuentra en el sistema político y económico que impera, de modo que “las revoluciones de Octubre” sólo son un síntoma de esta grave enfermedad que tanto daño le ha hecho al mundo: el neoliberalismo.

Las recientes movilizaciones populares en Colombia, una vez más, demuestran que el modelo no se aguanta más y que estos supuestos “defensores” de la democracia en realidad lo único que buscan es dejar el espacio libre para intereses oligárquicos. ¿O ya se ha olvidado la ofensiva que mantuvo Estados Unidos a inicios de este año en contra de uno los países con las mayores reservas de petróleo del mundo? Ahora, como si se tratara de seguir un libreto, existe el interés por desestabilizar a uno de los países con las mayores reservas de litio: Bolivia ¿Ante estos ataques se puede ser neutral y objetivo?

Una Doctrina Monroe 2.0 está construyéndose cuando se asegura que supuestamente existió presencia venezolana y cubana en las movilizaciones de Chile y Ecuador. Ahora sólo falta un comunicado oficial de la OEA en donde asegure que venezolanos y cubanos también metieron mano en las recientes manifestaciones de los ciudadanos colombianos. Mientras se va acomodando este mundo binario entre izquierdas y derechas, es necesario posicionarse claramente porque contra el imperialismo, los golpes de Estado y el neoliberalismo, sólo puede estarse a favor o en contra.

Licenciado en Psicología Social y estudiante de Ciencia Política. Ambos por la UAM Iztapalapa.