Poesía del mundo – Homenaje al poeta Raúl Zurita

Frida López Rodríguez

fridaloprod@gmail.com

El paso de la cultura en el Centro Histórico tiene un ritmo especial; la literatura no es extraña al ajetreo de los capitalinos con sus pies incesantes y a la curiosidad de los turistas que van de la Catedral al Templo Mayor en un abrir y cerrar de alas. En este espacio de efervescencia nacional tuvo lugar el 13 de noviembre en la Antigua Biblioteca General del Congreso de la Unión, la entrega, por primera vez, de la Presea en Excelencia en Humanidades y Literatura otorgada por la Cámara de Diputados al poeta chileno Raúl Zurita. Así, Poesía del mundo, no sólo fue un homenaje, sino un acontecimiento que hizo resonancia de la “pasión poética” como afirmó el director general del Espacio Cultural San Lázaro, el Mtro. Ismael Carvallo. Humanismo y poesía son dos dimensiones universales, de las cuales ningún hombre ni mujer pueden ser ajenos, ambas son un mismo aliento vital que se realiza en la acción parlante, en el impulso de decir lo que importa.

Y ese decir, posee una gran tradición en nuestro país; la Dra. María Vázquez Valdez, directora de la Biblioteca Legislativa, sugirió que la literatura pervive en nuestro país por un esfuerzo colectivo de grandes editores y artistas, entre ellos, el también poeta José Vicente Anaya, quien por su invaluable esfuerzo por difundir las letras, conoció la obra del condecorado Raúl Zurita. En la figura del poeta chileno se conjuntan el compromiso en grafía y el amor que atraviesa la página, haciendo de la poesía un punto de partida para el mejoramiento de las condiciones de vida de todo aquel que anhela un futuro mejor. Por tales motivos, Javier Cortés, director de la Asociación de Escritores de México, insistió en la disposición amorosa del escritor Raúl Zurita por hacer del verso una cuestión humana y sostener esta convicción a lo largo de su vida, la cual, definitivamente, impactará en otras: sus lectores y cómplices de cambio.

Tania Hernández Cervantes, organizadora de este homenaje, habló del Espacio Cultural San Lázaro, proyecto dedicado a enaltecer todas las expresiones culturales del país pero, considerando como eje rector, que ésta es una labor pública, dedicada a la sociedad mexicana. Filosofía, literatura, historia y política son las coordenadas indiscutibles de la propuesta de dicho espacio cultural: la altura no sólo es artística, sino social cuando toca las fibras de la solidaridad y la valentía, sea cual sea su forma de expresión. Este proyecto del Espacio Cultural San Lázaro se inauguró durante la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador con el propósito de devolverle a la Cámara de Diputados su flama social y su calor reflexivo: no hay vida pública sin los matices y las ideas que provienen de las humanidades, éstas posibilitan otros caminos para la comprensión de lo humano y sus dificultades.

Por esta razón, la presea entregada es una antorcha, iluminando con otra perspectiva la labor de los poetas latinoamericanos; la presencia de Carmen Rojas Larrazábal es una prueba de ello: declaró su piedra poética venezolana sobre nuestra piedra poética mexicana, encendiendo, como siempre ocurre en las lecturas, la fogata de los versos con las primeras chispas del roce entre rocas. No importa si nuestra tradición poética latinoamericana es una piedra de sol, una piedra blanca o una piedra de río; lo relevante es que resiste al tiempo, incluso en épocas tan convulsas como la nuestra. Poesía del mundo fue una reunión con fe en las humanidades, justo en el corazón de la vida capitalina, dentro de la Antigua Biblioteca del Congreso, teniendo como testigos los bustos de los personajes insignes de nuestra historia que hicieron posible la Reforma.

Varias son las constantes en la poesía de Raúl Zurita, en su obra hay temas que son vida y líneas que son compromiso; indiscutiblemente, Chile, como país que adquiere diversas formas, es una de ellas. No obstante, destaca la reiterada alusión al paraíso, un lugar que podría creerse lejano de los latinoamericanos, de aquellos pobladores de sueños interrumpidos; sin embargo, su pregunta por el paraíso en tres de sus poemarios (Anteparaíso, El paraíso está vacío y ¿Qué es el paraíso?), hace alusión a los vuelos que aún nos falta por emprender para observar desde la última altura lo que nuestra región aún tiene por decir, luchar y amar. Aquellos versos de Anteparaíso (1982), en el que nosotros, los ojos del sur del nuevo mundo expresan que somos capaces de decir lo que podría ser, reconociéndonos como el ejemplo de lo que falta y le sobra a este mundo:

 

“Maravillosos subiendo hasta la voladura final los

ojos que de puro humanos se les arrebataban allí

mismo enmudecidos con una expresión tal de paz

y de dulzura que ni el otro mundo podría igualarlos”

 

Finalmente, este homenaje efervescente de poesía al compás del Centro Histórico, terminó con las palabras del gran poeta Raúl Zurita:

“Creo en la poesía como la posibilidad de lo que no tiene ninguna posibilidad, en lo que es absolutamente esperanza”.

Palabras que, por supuesto, al mundo le vienen bien: se ha creído que todo está limitado a repetirse, a destruirse, a evadirse, a esconderse y alejarse sin fin de veces; pero la poesía de todos los hombres y de todas las mujeres, nos recuerda que una simple hoja en blanco es infinita para el puño de la humanidad.