Gaza somos todos
Los palestinos son seres humanos que ríen, viven,
e incluso tienen una muerte normal. No sólo los matan.
Mahmud Darwish (poeta palestino)
Tras el inicio de la incursión de Israel en la Franja de Gaza, de la que Noam Chomsky ha dicho que es la cárcel a cielo abierto más grande del mundo, estamos siendo testigos presenciales en vivo y en directo de un genocidio y de una “limpieza” étnica. La sociedad del espectáculo de lo Real (Debord y Lacan). Al tiempo, multitudinarias manifestaciones se ocurren a lo largo y ancho del globo, los poderosos del mundo emiten declaraciones y declaraciones y declaraciones, mientras en la ONU se vetan las resoluciones para poner un alto al fuego, al mismo tiempo, más de dos mil niñas y niños ya han sido asesinados, mientras en nuestros televisores y las redes sociales ocurre en tiempo real la masacre, mientras escribo estas líneas.
“Todos somos Gaza” el eco de una frase que quizá no se entiende bien, como tampoco se entiende bien lo que está ocurriendo, pues los “llamados a la paz” se hacen fuera de un contexto de 75 años de ocupación militar, lejos de la comprensión de lo que es un sistema de apartheid que controla cada espacio de la vida individual y colectiva, en la ignorancia del desconocimiento del origen de Hamás, seguimos gritando “Todos somos Gaza” en un sentido retórico y metafórico. Pero en un sentido lacaniano, en un sentido puro de lo real, de lo real-real, la literalidad de “todos somos Gaza” debería ponernos en alerta. Como ha dicho Zizek, a través de diversos dispositivos ideológicos se legitima la tortura, se presenta como un mal necesario y menor frente al terrorismo, lo mismo ocurre ahora, un genocidio al que acudimos desde la ubicuidad de las redes sociales se nos presenta como el mal menor frente al terrorista. Los medios construyen la narrativa de Hamás-Israel y sacan de contexto des-historizando la atroz ocupación militar de Palestina y de lo que ahí hoy está ocurriendo.
Sí “todos somos Gaza” porque parafraseando a Walter Benjamin en Capitalismo como religión, el fin último del capitalismo es la destrucción, y la barbarie su impronta. Lo que no terminamos de comprender en toda su magnitud y en toda su esencia y literalidad es que “Todos somos Gaza” porque cada vez estamos más expuestos a lo que Giorgio Agamben define como la “nuda vida” (bare life): la vida absolutamente expuesta al poder soberano de dar muerte. Es aquella sin ningún tipo de revestimiento (por ejemplo, ningún derecho humano) que oponer para frenar el ejercicio mortífero punitivo del poder. Es la vida reducida a su mera condición biológica y, por lo tanto, absolutamente manipulable. En este sentido, Toni Negri dice que la “nuda vida” es funcional al orden vigente, es decir al orden capitalista, en tanto que una nuda vida tiene poco margen para la liberación o la revolución.
En Minima Moralia Adorno señala que Auschwitz es sólo un interregno, lo peor está aún por venir. Desde ese horror que fueron los campos de concentración nazis y la Shoah hemos estado en un permanente interregno y hoy lo que ocurre en Gaza es una muestra de lo que viene para la humanidad. Parece que la saturación de información que además nos entregan por partes, a pequeñas dosis y descontextualizada, no permite comprender que estamos en la antesala de una conflagración mundial en donde ya participan diversos países del medio oriente. El imperialismo estadounidense que se encuentra en sus estertores va a seguir manoteando para no morir sin importar si lleva a toda la humanidad a un punto de no retorno de barbarie, muerte y destrucción. Pero pueblos como el palestino nos enseñan que resistir y trascender es parte de la esencia humana. NO EN NUESTRO NOMBRE, LIBERTAD PARA PALESTINA. ALTO AL GENOCIDIO EN GAZA