Fragmento del amor
Para Iliana
I
El amor es una sensación embriagante que navega entre los límites de todas las cosas. Es ir cayendo en un acantilado que ha formado un río de luz. Es ir deslizándose entre las inmensas plumas de un ave tan veloz que difumina la niebla. Es permanecer en el filo de un astro que no deja radiar. Es una soledad compartida que danza como un par de peces entre el fuego. Fuego que anuncia una era luminosa. No sólo es presentir una tormenta de cristales bajo el pecho. “Es aquí” dijiste, señalando el palacio de tu corazón, como acariciando un tesoro oculto. Y el universo guardó silencio y comprendió que dibujabas la cartografía de un santuario que sólo tú y yo conocemos. Algo más allá de lo sagrado, algo como la última oración pronunciada ante la hoguera. Algo como cada nota que se desprende de tu cuerpo y sólo mis sentidos perciben. Algo como una lluvia sobre la marea tranquila. Y es entonces que me sumerjo en ti como en un río de madrugada. Porque contigo he comprendido que el mundo es una cortina de agua y tú te encuentras detrás de todas las tormentas. Entonces comprendo que algo palpita en el universo y es tu deseo. Es la ruta por donde habremos de sembrar árboles de cristal hirviente.
II
El amor está por encima de todas las miserias. No debería estar sujeto a las negligencias del espíritu. El amor es el abrazo de un sol demasiado grande para dejarse consumir por ansiedades destructivas. El amor es el impulso de todos los movimientos nobles. Y si no pudiera subsistir en este mundo, habrá algún otro donde pueda extender su imperio fulgente. Ciego de toda culpa, avanza como un aire tibio por praderas imposibles. Libra todos los desfiladeros y da un salto al vacío en busca de las corrientes más profundas. Y allá en el fondo seguirá su galope, imbatible ante cualquier derrota y revestido con la fuerza de todos los océanos. Si lo reducen a humo, traspasará todos los linderos y se volverá eterno. Y si es desierto, alcanzará las tierras más lejanas para sembrar su vegetación hechizada. Es la semilla dorada del espíritu. El amor es la única alternativa. Es la catedral donde todos los suplicios van a reposar sus pies heridos. Entre todas las visiones es la única que construye verdades. Es el sentimiento que todo lo corona. Es el pan noble. Es el grito del corazón queriendo arrancar de la oscuridad todo lo puro. Es la barca que rescatará lo que nos quede de compasión. El amor será la última columna que sostenga lo humano.
Es la llamarada que tu deseo lanzará al infinito cuando en el cielo se apaguen las estrellas.
