Alteridad

El marketing digital como fachada para encubrir el abuso sexual

Andrea Sasía


16 junio, 2021 @ 6:56 am

El marketing digital como fachada para encubrir el abuso sexual

Rompiendo el silencio por primera vez

Hace algunos días la youtuber Maire Wink acusó de abuso sexual a un conferencista y organizador de retiros espirituales llamado Ricardo Ponce. A través de un video que dura casi una hora, Wink compartió su testimonio —así como el de otras víctimas— y narró que durante uno de sus eventos, Ponce se aprovechó de un momento de vulnerabilidad emocional de la youtuber para llevarla a su oficina y ordenarle que le practicara sexo oral.

Al igual que muchas personas, antes de dicho video yo ignoraba la existencia del “creador de la autosanación” —como él mismo se denomina—, sin embargo bastó con echar un vistazo a sus redes sociales para tener una idea de lo que ese sujeto vende y para saber que se repetía la historia de la figura masculina como falso gurú que resulta ser un depredador sexual y narcisista, tal como ocurrió con Osho y hasta con el mismo Rasputín.

El falso camino de la espiritualidad

Debo admitir que me parece un concepto mercadológico bastante astuto el de este supuesto sanador espiritual. Se trata de un tipo que descubrió que la sociedad mexicana está llena de traumas emocionales y que decidió vender la cura exprés por medio de retiros y coachings en los que funge como “guía espiritual de la autosanación”, un concepto que él mismo acuñó. Con un look de neo hippie  y un tatuaje del símbolo “Om” bajo su oreja izquierda, Ricardo Ponce ofrecía conferencias, retiros y certificaciones que prometían “trascendencia humana” y sobre todo “liberación emocional”. Sin que muchos lo supiéramos, tales productos se vendieron bastante bien y le trajeron fama, por lo que, como si se tratase de un profesional de la salud mental o una especie de iluminado, Ponce aparecía en programas de radio y televisión para dar entrevistas y regalar a sus espectadores y oyentes conceptos de marketing new age, es decir, toda su sabiduría.

Así se define RICARDO PONCE, el supuesto coach creador de la AUTOSANACIÓN, en su sitio Retiro Bacalar - Futbol RF
Imagen: Radio Fórmula

Negocio redondo

Sin embargo, la cosa no termina ahí, porque el paquete para acceder a un mundo espiritual más nuevo y mejor de Ponce consistía en acudir a un retiro en un hotel de Bacalar por solo 50 mil pesos. Cabe mencionar que —al menos— permitía el pago de parcialidades, pero tal costo ni siquiera otorgaba una habitación sencilla sino una cuádruple, un tapete de yoga, un termo, un libro de su autoría y… un repelente contra mosquitos. Ahora que, para tener una experiencia VIP había que desembolsar unos 20 mil pesos más y así poder compartir la mesa en comidas y cenas con el rockstar de la espiritualidad Ricardo, aunque bueno, en esta ocasión el termo era metálico y, menos mal, también se incluía un repelente.

Las principales clientas de los productos de este autodenominado “creador de la autosanación” eran mujeres, mismas a las que constantemente abordaba en privado para convencerlas de mantener relaciones sexuales con él y así “sanar su energía sexual”, la cual, según él, “estaba bloqueada por historias de abuso y abandono paterno”.

Un violador oculto tras la imagen de coach

Quiero aclarar que al hablar con ironía de los exorbitantes costos de sus retiros no es mi intención burlarme de las personas que con ilusión acudieron a sus eventos y buscaron una sanación espiritual. Lo que pretendo es desahogar el coraje que me provoca la tomada de pelo y el abuso en todos los niveles de Ricardo Ponce hacia estas mujeres que, en una sociedad machista como la de México, estadísticamente tienen una alta probabilidad de padecer acoso o abuso sexual así como abandono paterno, y cuyo dolor y conflictos resultaron ser una mina de oro para este supuesto sanador.

Me da rabia que en un país donde diariamente se acosa y se abusa sexualmente de mujeres y donde, según el INEGI, hay 11 millones de hogares con un padre ausente, este sujeto revictimice y culpe a las mujeres de lo que padecieron para así poder venderles la “cura”, la cual, según se aprecia en muchos testimonios, consistía en tener relaciones sexuales con él y con su esposa. “Tu problema es que no liberas tu energía sexual”, “tienes una historia de abuso y tu energía sexual está contenida”, “deberías tener un trío conmigo y con mi esposa para sanar tu miedo al amor”, eran las frases de su modus operandi.

El problema de fondo

Sus víctimas, confundidas ante la dualidad de un supuesto gurú espiritual al que acudían para recibir ayuda y un tipo que les coquetea y las presiona para tener relaciones sexuales, terminaban sintiéndose devaluadas y utilizadas como objetos. Fue en uno de esos retiros donde aprovechaba para manipular a sus clientas y pedirles favores sexuales a cambio de una “sanación completa” que Ponce se aprovechó de una mujer que se decidió a hablar y de esa manera, otros testimonios acompañaron el suyo.

Señor Ponce, solo me queda preguntarle, ¿qué mujer en este país no tiene alguna historia de abuso o de conflictos con su figura paterna? ¿De verdad piensa que usted está descubriendo algo inaudito en ellas? ¿Por qué piensa que las emociones negativas tan complejas que una situación traumática les produce son su culpa? Y finalmente, ¿Quién le dijo que los tríos sexuales son un sustituto de ayuda psicológica?

Actualmente se pueden leer los testimonios en contra de Ricardo Ponce en la cuenta de Instagram @denunciaaricardoponce. Entre ellos, hay denuncias no solo de acoso y abuso sexual, sino de trata de blancas. Esperemos que en una región donde los delitos sexuales se reproducen con impunidad como lo es Quintana Roo se haga justicia.

Imagen: El Sol de México

 

 

Andrea Sasía

Socióloga en ciernes, amante de los viajes y de una buena charla con los amigos.