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AMLO y la clase media imaginaria


16 junio, 2021 @ 7:43 am

AMLO y la clase media imaginaria

El intento por atenuar sus declaraciones y referirse únicamente a “un sector de la clase media” no le funcionó. López Obrador le habló a toda la clase media. A la más heterogénea e inestable, la que se balancea entre un buen sueldo o no. La que se compone de trayectorias individuales y de una red de variables en las que pocas veces podremos colocar a un grupo entero. La clase media de México, esa tan “egoísta e individualista”. Vamos, el sistema económico de casi todo el mundo promueve ambos estilos de vida nos guste o no y ese neoliberalismo tan execrable con el que tampoco comulgo, no comienza ni termina con la clase media de México, pero veamos. Hablemos de aspiraciones.

Mi situación personal como punto de partida

Hace 8 años yo estudiaba Sociología en la UAM Xochimilco. Dado que no podía tener un trabajo de tiempo completo al estar en el sistema escolarizado, repartía mi sueldo de 7 mil pesos al mes entre renta (un cuarto de exactamente 3 metros cuadrados), comida (puestos de comida en la calle y a veces artículos de despensa), copias, pasajes y una deuda en mi tarjeta de crédito que mes con mes sustraía una parte de mis ingresos. Para comprarme un par de pantalones tenía que ahorrar durante al menos dos meses. Constantemente me enfermaba del estómago por lo que comía en la calle, y entre el cansancio de estudiar y trabajar y el poco dinero que me quedaba para divertirme, rara vez salía los fines de semana a mis 23 años. Un día, agobiada por mi situación, hablé con mi directora de carrera para tratar de modificar mis horarios de manera que tomara menos materias y pudiera dedicar más horas al trabajo, pero solo me sugirieron que “evaluara mis prioridades”, así que tuve que dejar la escuela para conseguirme un trabajo de tiempo completo que, por cierto, aumentó mis ingresos casi al doble y me colocó, ahora sí, en la clase media.

Las aspiraciones de un 45% de los mexicanos

México está lleno de historias como la mía, por lo que homogeneizar los criterios que definen a la clase media en nuestro país no es sencillo, sin embargo la idea o la “aspiración” de un mejor nivel de vida es más fácil de encontrar. Sin el afán de romantizar la precariedad de nadie, vivir en México es justamente una lucha constante por pertenecer a la clase media. La de aquellos que pueden ir a misa en domingo porque no tienen que trabajar. Tener un solo empleo y no dos, poder hacer una buena despensa, comprarse un coche. Gozar de seguridad social. Una vida digna es esa “idea de triunfar a toda costa” para el 45% de la población del país cuyos ingresos apenas superan los 15,000 pesos.

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Imagen: Internet

¿A quién se refiere el Presidente cuando habla de la clase media?

Entonces, si salir adelante en un sistema que la clase media no impone y al que más bien se adapta con el afán de sobrevivir es algo negativo ¿Qué alternativas propone AMLO para ser “menos egoístas” y cuál es su idea de ser “más humanos”? ¿Acaso cambiar el sistema económico que rige en nuestro país desde hace tres décadas con el poder de nuestra mentalidad? ¿Quiere que pasemos del neoliberalismo al que con dificultad le robamos una vida digna al comunismo de un solo brinco y no un brinco material sino moral?

A mí no me queda claro a qué sector de la clase media se refiere exactamente el presidente cuando impone sus lecciones de ética. ¿Hablará acaso de las personas que viven en la alcaldía Benito Juárez, la demarcación con el mayor índice de desarrollo humano en México y cuya población tiene el derecho de votar por quien desee sin cantaletas sobre cómo ser mejores personas? ¿O quiénes son exactamente el blanco del enojo de AMLO? Porque lo que queda claro es que AMLO es el blanco del enojo de muchos de sus antiguos votantes. Y ante eso, tendría un mayor impacto trabajar mejor, en vez de manifestarse en contra de sus propios ciudadanos por cuestiones que afectan en mayor medida a su imagen como, por ejemplo, enjuiciar a los responsables del incidente en la línea 12. O construir las 100 universidades que había prometido.

En fin, sus declaraciones me suenan más a un berrinche porque su partido perdió terreno en la Ciudad de México que a un conocimiento a fondo de la clase media del país que gobierna.

Socióloga en ciernes, amante de los viajes y de una buena charla con los amigos.