Violencia política por razones de género en la Normal de Mactumactzá
¡La represión sigue en curso! Violencia política por razones de género en la Normal de Mactumactzá!
La normal de Mactumactzá, como muchas otras escuelas rurales de educación superior, constituye un espacio ganado desde la revolución mexicana por los sectores más pobres y discriminados del México profundo: las y los campesinos indígenas.
Mactumactzá se ha caracterizado por resistir a los embates neoliberales de la reforma educativa y por constituir uno de los frentes más estables y de tradición de lucha en Chiapas, teniendo un punto álgido en 2001 cuando el gobierno chiapaneco propusó su desaparición.
La cultura política normalista mantiene un fuerte ethos socialista, que les permite a las y los estudiantes formar una comunidad compacta solidaria y agruparse ante la adversidad y tomar riesgos. La normal de Mactumactzá pertenece a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, (FECSM), que nació desde 1935. La gramática socialista les ha permitido a las diversas normales construir una crítica hacia la desigualdad y una consciencia de la injusticia social, además de articular acciones directas para ganar visibilidad. Acciones sin las cuales no hubieran sobrevivido.
Mactumactza en una escuela hermana de la normal rural de Ayotzinapa, aquella escuela de Guerrero a la que pertenecían los 43 desaparecidos, por los que existe una Comisión de la Verdad y Justicia en México, gracias a la lucha emprendida por sus padres, para la presentación con vida de sus hijos desaparecidos. El Estado mexicano ha firmado garantías para la no repetición de las atrocidades cometidas en el 2014 y el gobierno de la Cuarta Transformación prometió no reprimir a los movimientos sociales.
El estado de Chiapas, a diferencia del territorio nacional, es predominantemente rural e indígena y con una profunda brecha digital que se ha agudizado en la pandemia del Covid-19.
Durante las crisis del COVID-19, las escuelas rurales ahondaron la brecha digital. Por esa razón, nació la demanda estudiantil que pedía que el examen de admisión se realizará de manera presencial, porque la mayoría de los aspirantes no cuentan con internet en sus comunidades.
Lamentablemente en el ciclo 2020-2021, cientos de aspirantes no tuvieron acceso a internet para realizar la solicitud de examen. “Únicamente 22 realizaron el proceso, y de ellos, sólo 6 fueron admitidos”.
Ante la desesperación de ser excluidos decidieron tomar la caseta de cobro de Chiapa de Corzo. En lugar de solucionar las demandas el gobierno de Rutilio Escandón Cadenas el quien llegó al poder mediante el partido de MORENA, desplegó el 18 de mayo un violento desalojo de estudiantes, campesinos y aspirantes de la Escuela Normal Rural de Mactumactzá, lo que dejó un saldo de 95 detenidos, 74 mujeres y 19 hombres,
Según reportes de diversos organismos de la sociedad civil, como La Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos” (Red TDT), las mujeres fueron víctimas de abuso sexual de parte de las fuerzas policiacas. Y aunque después ellas fueron liberadas, su libertad está condicionada y siguen vinculadas en un proceso injusto. Preocupa, además que todavía hay 19 hombres en proceso y su situación se definirá esta semana.
Además del primer suceso de abuso policial, el 31 de mayo de nueva cuenta policías estatales del Estado de Chiapas reprimieron a normalistas, contingentes de apoyo y padres de familia en las cercanías de la Normal Rural de Mactumactzá en Tuxtla Gutiérrez. Los policías dispararon gases lacrimógenos y balas de goma durante enfrentamientos.
Las preguntas obligadas son: ¿Por qué el gobierno de Chiapas continua con la represión, a la vez que promete solucionar las demandadas que dieron lugar al conflicto?, ¿Por qué el gobierno federal no interviene para garantizar el acceso a la educación e evitar que continúen imponentemente la violencia política? y ¿por qué no son las autoridades estatales las que están en proceso de investigación por tortura sexual?, ante hechos que nos recuerdan lo peor de la represión priista en Atenco y gobiernos caciquiles chiapanecos.
¿Por qué la SEP y el gobierno de Chiapas se han tornado tan autoritario y represivo contra estudiantes que no tienen acceso a internet ni poseen computadoras?
Justicia pendiente ante la violencia sexual y autoritarismo del Gobierno de Chiapas
Vemos que la mayoría de las estudiantes de Mactumactzá son mujeres e indígenas sin acceso a internet, ahora además son víctimas de violencia sexual de parte del Estado.
Es necesario hacer memoria y reconocer que los sucesos de represión del 18 de mayo, y las acusaciones en curso constituyen un grave retroceso a los derechos humanos, pero además representan un regreso al pasado atávico; una remanencia que recuerda a los gobernadores chiapanecos más racistas y represores, como Absalón Castellanos y Patrocinio Gonzáles. La violencia política de estos gobiernos provocó el levantamiento Zapatista en de 1994.
Me pregunto si el ocaso del movimiento zapatista ha dado un segundo aire al autoritarismo rancio y racista de las etites chiapanecas.
Se viene diciendo que la Cuarta Transformación, particularmente en Chiapas ha dado lugar al gatopardismo, para que sigan en el poder las mismas familias gobernantes, del grupo oligarquico del ex gobernador del partido Verde “el Güero Velasco”.
Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador, expresó su descontentó ante la represión hacia los normalistas en la mañanera del 26 de marzo, hace falta un pronunciamiento más contundente para liberación de los presos restantes, para la anulación los procesos judiciales contra las estudiantes y la investigación sobre el abuso policial y violaciones a los derechos humanos. Además de una intervención para parar la violencia política que hasta continua contra las y los estudiantes normalistas. Según el presidente:
“Estuvo mal planteado, fue una falta de comunicación. Hago un llamado de atención a las dos partes, hay que resolver de fondo esto, no hace falta aventar bombas, para que se garantice que los muchachos y muchachas puedan hacer el examen de la forma más conveniente posible y no ser estrictos, externó”
Aunque a nivel local, la Secretaría de Educación dio respuesta a la demanda estudiantil y rectificó que el examen para ingresar será presencial, pero en computadora. Es decir, dio satisfacción a la demanda más sentida de las y los normalistas. Aún hay presos políticos y continua la represión estatal.
Se necesita que más mexicanas y mexicanos se solidaricen y condenen la represión para garantizar la no repetición y se debe hacer justicia ante los graves abusos del gobierno chiapaneco y romper la red de complicidad y silencio ante la nueva manera de operar de un gobierno que, aunque llegó con MORENA no representa a la mayoría de sus simpatizantes. Muchos de los cuales han resistido ante la persecución de los gobiernos del PRI y el PAN.