Nacional

Un Gallardo General: José Francisco Gallardo


29 abril, 2021 @ 9:36 pm

Un Gallardo General: José Francisco Gallardo

A Leticia Gallardo Enríquez esposa de Gallardo,

Jessica, Paco, Alejandro y Vinicio;

hijos de General

Roberto Josué Bermúdez

El General José Francisco Gallardo (6 de octubre de 1946 – 29 de abril de 2021) fue un caso excepcional en el ejército mexicano, un general humanista, comprometido con los Derechos Humanos y las causas sociales.

Fue un destacado atleta, campeón en equitación y el General Brigadier más joven del ejército,  participó en los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988 . Desde siempre se negó a obedecer órdenes que fueran en contra de sus principios, lo que le ocasiono problemas con sus superiores. Protegió  en la medida de sus posibilidades a civiles que el ejército persiguió, torturó y desapareció durante la guerra sucia.

Estudiante de la UNAM y su persecución

Estudió en secreto administración pública en la Facultad de  Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM donde reforzó su carácter crítico y combativo, ya que la institución castrense era cerrada en ese tipo de vocaciones.

Hizo su tesis de licenciatura y maestría con el tema de un Ombudsman para los militares, donde cuestionaba las violaciones de derechos humanos al interior del ejército, proponiendo una figura civil que protegiera y defendiera a las víctimas de esta, lo que enfureció al ejército y empezó una persecución y hostigamiento contra él y su familia que duraría casi una década,  llevándolo a la cárcel militar y después al penal de Neza Bordo, dos sentencias de más de 20 años cada una, que jurídicamente fueron desacreditadas pero el ejército inventaba nuevos cargos criminalizándolo.

galalrdo derechos humanos historia biografía vida

A su familia le intervinieron el teléfono, a uno de sus hijos lo golpearon, le robaron un auto cuando fueron a visitarlo a la cárcel, a otro de sus hijos lo intentaron secuestrar y sufrió un atentado. Dentro de la cárcel intentaron enemistarlo con otros presos para que lo atacaran pero el logró deshacerse de apoyos asesorando al interior de la prisión a otros presos que estaban ahí injustamente.

Su caso fue retomado por múltiples ONGs de Derechos Humanos y organizaciones internacionales de defensa de los Derechos Humanos como Amnistía Internacional, PEN internacional, la comisión Interamericana de Derechos Humanos, que exigió su libertad inmediata, recibió múltiples reconocimientos por su defensa de la libertad de expresión y los Derechos Humanos entre ellos la medalla Roque Dalton.

En la UNAM, el consejo técnico de la Facultad de Ciencias Políticas se pronunció por su liberación y se formó un grupo de estudiantes que luchamos por su liberación, difundiendo el caso en foros, medios, mítines y carteles, ya que considerábamos que era un agravio a la libertad de expresión y los Derechos Humanos tenerlo encerrado.

En un inicio la lucha era solo de él y su familia pero supieron ganarse a la opinión pública nacional e internacional, recibiendo cientos de cartas de apoyo de todo el mundo. Desde la cárcel escribía una columna critica en la revista Fórum que fue la que publicó un artículo sobre su tesis el Ombudsman Militar y las cual también fue perseguida y hostigada por el ejército.

Su liberación

Después de 8 años, en febrero de 2002, fue puesto en libertad por la presión y porque el caso se iría a la Corte Interamericana de Derechos Humanos además de que Fox quería dar una cara de respeto a los Derechos Humanos como gobierno de transición. En la facultad de Ciencias Políticas y Sociales le dimos una gran bienvenida, donde cientos de  estudiantes abrazaron su causa y fue la primera vez que a un General del ejército mexicano se le recibía con vítores en la UNAM.

No tenía mucho de haber salido cuando los campesinos de Atenco le pidieron que los apoyara en el conflicto y el gustoso se  fue a Atenco donde había una serie de enfrentamientos con la policía y los asesoró junto con un equipo que el mismo formó y en este proceso se logró frenar el proyecto del aeropuerto en San Salvador Atenco. Luchó a su vez por la libertad de otros presos de conciencia a los cuales visitó como Ericka Zamora y siempre buscó que se hiciera justicia en el caso de su amiga  la abogada Digna Ochoa.

En los últimos tiempos se dedicó entre otras cosas a dar clases en su amada UNAM y a ser crítico de la militarización y las violaciones a los Derechos Humanos sin impórtale colores partidistas. México ha perdido a uno de los más grandes defensores de Derechos Humanos de su Historia contemporánea.

Espacio para nuestros colaboradores ocasionales, quienes amablemente nos comparten sus reflexiones. En la Revista Consideraciones caben todas las opiniones.