El caso Salgado Macedonio puede ser el principio del fin

Editorial

No hay forma de defender a Félix Salgado Macedonio como candidato a la gubernatura de Guerrero. Se puede entender, que desde una lógica pragmática para el partido MORENA, sea el más “conveniente”, pues tiene un liderazgo en el estado de Guerrero como ninguno; incluso a pesar de las denuncias y la campaña en su contra, si queda como candidato, ganará las elecciones para gobernador.

También se entiende desde esa misma lógica pragmática, que sostenerlo evitará el vacío de poder en la región, ya que un liderazgo no se decreta, se construye y consolida con los años; que no hay nadie que pueda generar el mismo consenso que Salgado Macedonio logra entre todos los grupos políticos de MORENA en Guerrero.

Todo eso es verdad, pero hay otra verdad más poderosa que todo lo anterior. A estas alturas ya no importa perder o ganar la gubernatura del estado de Guerrero, cuando lo que está en juego es preservar o erosionar la legitimidad del gobierno federal actual. Hacía décadas que no habitaba Los Pinos, un Presidente con tanta legitimidad y al mismo tiempo, con efectividad política (mayoría en las Cámaras).

Vicente Fox llegó con legitimidad, pero sin efectividad y capacidad para hacer política, Carlos Salinas obtuvo la Presidencia con el control de las Cámaras pero sin legitimidad, algo similar le pasó a Felipe Calderón y Peña Nieto.

Se gana perdiendo

Sostener como candidato a Félix Salgado, sería un triunfo político regional, pero al mismo tiempo, significaría una fuerte derrota moral para la 4T a nivel nacional. Y eso nos incumbe a todas y todos. No sólo a los militantes de MORENA, sino a los simpatizantes que hemos apostado por una transformación de la vida pública de México. Lo que está en juego es la esperanza, y ella nos pertenece a todos, nos toca cuidarla colectivamente.

Cuando promovimos el voto en 2018, desde esta modesta trinchera, independiente y libre, lo hicimos bajo la premisa de votar por AMLO, más allá de AMLO. Pues a pesar de no representar el ideal de izquierda, significó la concreción de un movimiento popular, de la transición democrática prorrogada y traicionada varias veces por la clase política, la suma de las luchas sociales en México. No podía ser de otra manera, más que apelar desde la ambigüedad del vocablo pueblo.

El caso Salgado Macedonio puede ser el principio del fin

El caso Salgado Macedonio puede ser el principio del fin de la legitimidad obtenida en las urnas hace casi tres años, el principio del fin de un anhelo popular, secular, de ver a un dirigente social formado desde abajo, arribar al mas alto poder. El principio del fin de la utopía popular, y eso ya no sólo le corresponde a MORENA discutir y definir. Nos interpela a todas y todos.

Un liderazgo nacional como el de AMLO, aparece en la vida pública cada medio siglo, lograr la unidad nacional y ver derrotada a la derecha es algo que no verán las siguiente generaciones en mucho tiempo. Ver detenido el avance del neoliberalismo, no había sucedido desde 1982*. Lo que está en juego es mucho más importante que ganar o perder una gubernatura, como para sostener a un personaje que no es la primera vez que es acusado de violencia.

En coyunturas como esta, la Crítica es el mejor aliado para cualquier proceso político que aún no termina por consolidarse, pero sobre todo, a cualquier proceso político que se ha propuesto renovar y mejorar la vida pública.

Porque de las derrotas políticas te levantas, pero las derrotas morales te sepultan, nos sumamos como medio independiente, a la exigencia de renuncia de Félix Salgado Macedonio como candidato a gobernador para el estado de Guerrero.

¡Por el bien de la 4T, primero la dignidad política!

Comité Editorial de Revista Consideraciones

 

* Con la llegada de AMLO a la Presidencia, no se ha revirado el neoliberalismo, pero tampoco ha avanzado.