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La toma de Vallejo: ¿activistas o delincuencia organizada?


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24 febrero, 2021 @ 10:03 pm

La toma de Vallejo: ¿activistas o delincuencia organizada?

Casi a la medianoche del miércoles 17 de febrero, siete u ocho personas, con el rostro cubierto, llegaron a la puerta 3 del CCH Vallejo, preparados para un asalto violento. Entraron fácilmente. La vigilancia de la escuela no es un cuerpo de seguridad preparado para la respuesta violenta y accedió a entregarlo. Desde esa noche, el plantel Vallejo del Colegio de Ciencias y Humanidades, permanece en poder de desconocidos.

El asalto

La vigilancia del plantel apenas pudo reaccionar. En menos de tres minutos, los atacantes cortaron las cadenas de la enorme reja y entraron. De inmediato, abrieron por la fuerza la caseta de vigilancia contigua a la puerta. Quizá pensaron hallar, ahí mismo, la operación de vigilancia central del plantel, pero no fue así. Su desconocimiento de las instalaciones permitió a lo guardia nocturna cerrar el edificio de la dirección y del personal administrativo.

Pasada la medianoche, una treintena de profesores y directivos habían llegado al plantel para conocer el pliego petitorio de los asaltantes y entablar el diálogo. Durante el resto de la noche hubo reiterados intentos por contactarlos. No hubo respuesta.

La toma de planteles: temores justificados

El plantel Vallejo del CCH ha tenido vigilancia permanente. Las entradas y salidas están monitoreadas durante las 24 horas del día desde la toma de las instalaciones. Grupos de profesores mantienen su atención hacia el interior del plantel; las autoridades universitarias han enviado, por su parte, el apoyo de diferentes departamentos; otro grupo, se dedica a buscar mesas de diálogo.

Hay un temor justificado entre los profesores y directivos del plantel. La historia reciente sobre la toma de instalaciones universitarias es indignante. La Preparatoria 6 fue atacada el 14 de febrero por encapuchados. Su estancia duró sólo un día, pero bastó para enviar al hospital a funcionarios, destruir equipo de cómputo y robar otro tanto del mismo. Jamás entregaron su pliego petitorio.

En el CCH Azcapotzalco, a finales del 2019, la violencia alcanzó a profesores, quienes estuvieron cerca de ser linchados; posteriormente, en febrero del 2020, una alumna señaló una agresión en los baños del plantel y eso desató nuevamente la violencia, pues la toma del plantel fue una batalla campal donde hubo molotov y piedras contra docentes y trabajadores de la escuela. Al final, parte de las instalaciones y una camioneta acabaron envueltas en llamas.

Quizá la peor parte se la haya llevado el CCH Sur. El año pasado, después de meses de mantener tomadas las instalaciones, el plantel fue abandonado por los paristas. A su salida, las autoridades encontraron un saqueo impactante. Se llevaron todo lo que fue posible robar; lo que no era posible, fue destruido. Incluso, incendiaron un edificio entero, el cual deberá ser demolido porque ahora es un riesgo para la comunidad.

El resguardo de las instalaciones del CCH Vallejo tiene una función primordial: estar presentes en caso de que quienes tomaron el plantel deseen dialogar; además, la constante observación quizá pueda evitar la destrucción de los edificios. También, por supuesto, es necesario testificar el saqueo.

Imagen: elfinanciero.com.mx

¿Activistas o simples ladrones?

La primera noche en el plantel fue dedicada a levantar barricadas en cada una de las puertas exteriores de la escuela y a bloquear las cámaras seguridad. Sillas, escritorios, lockers, fueron utilizados para impedir el paso a un plantel que les fue entregado sin resistencia. En pocas horas, tenían bloqueadas las puertas y se armaron con palos, extintores y bombas molotov.

Durante el día, se intentó dialogar con los supuestos activistas, pero nunca hubo respuesta. Hasta la Avenida 100 metros, a pesar del tránsito constante de camiones pesados, se escuchaban los golpes que recibían las puertas al intentar forzarlas. Poco a poco, fueron cediendo.

Las luces del plantel encendidas durante la noche.

Hacia la segunda noche de la toma, varios edificios tenían las luces interiores encendidas. Los golpes contra las puertas y las rejas continuaron durante horas. En la madrugada, varias siluetas atravesaban, una y otra vez, las oficinas administrativas y la dirección del plantel. El edificio que fue cerrado para evitar su atraco ya había sido forzado.

¿Qué podían buscar? ¿Qué se busca a hurtadillas, en la oscuridad, lámpara en mano, en una oficina abierta a la fuerza? ¿Buscaban la justicia en el cajón de un escritorio?

¿Quiénes están en el plantel Vallejo?

El colectivo “Siempre Vivas Vallejx” se atribuyó la toma del plantel, pero sólo después de que colectivas adscritas al CCH Vallejo se deslindaran de dicha toma. Colectiva Visiones Libertarias y Queer Resistencia Ácrata, negaron su participación y les exigieron un pronunciamiento para conocer su origen y sus demandas.

Facebook de Visiones Libertarias

Un día después de la toma del plantel crearon una página de Facebook para legitimarse ante la comunidad universitaria, pero han logrado unos cuantos likes y un puñado de comentarios. Sólo Víctor Caballero, activista, y el colectivo Rebeldia negra (sic), les dedicaron unas palabras de apoyo. La primera postura feminista de los asaltantes al CCH Vallejo se dio a conocer en una pinta realizada el jueves 18 por la mañana: “Presidente rompa el pacto. #Unvioladornoserágobernador”, con alusión a Félix Salgado Macedonio, candidato al gobierno de Guerrero. Llama la atención que una consigna político-electoral haya sido su primera bandera.

Al parecer, es un grupo sin historia, sin amigos, sin aliados, sin insignia ideológica o política. Al parecer, no existían antes del 17 de febrero.

Un día después de la toma leyeron, en vivo, por Facebook, su pliego de demandas, un pliego variado y extenso, ligado apenas con el plantel Vallejo. Días más tarde, colocaron el pliego petitorio en la misma página recién creada, pero era distinto. Ahí abordan, de forma panorámica, la violencia de género, la represión a los movimientos estudiantiles y la liberación de Adán Fernández, “Don Kubo”, golpeado y detenido en la FES Acatlán.

Demandas de “Siempre Vivas”.

La vocera de Siempre Vivas es una mujer, sin embargo, a lo largo del día sólo pasean por el plantel un par de ellas. Algunas, entran unas horas y se retiran. El resto de quienes tomaron el plantel son hombres, varios de ellos, muy descuidados, pues con frecuencia se acercan a amedrentar a quienes hacen guardia afuera del plantel. Es ahí donde se vuelve evidente que la edad de quienes tienen tomado el CCH Vallejo, está muy lejana a la de un estudiante de bachillerato.

Siempre Vivas Vallejo ignoran los espacios cotidianos del plantel; Siempre Vivas debería llamarse Siempre VIVOS por su estructura patriarcal; las colectivas de Vallejo, quienes han legitimado su lucha ante la comunidad ceceachera, desconocen su presencia; las demandas de Siempre Vivas son genéricas e inconexas. Quizá no sean alumnos del plantel; quizá no sean activistas. Entonces, ¿Quién está en las instalaciones del CCH Vallejo?

El saqueo

Desde el inicio de la pandemia, la UNAM ha estado cerrada. El CCH Vallejo instruyó a los responsables de cada área, para cerrar las distintas oficinas. El CCH estaba cerrado, por dentro y por fuera. Sin embargo, quienes tomaron el plantel se han dedicado a abrir, sistemáticamente, los edificios del plantel.

Hasta el momento, se tiene conocimiento y registro de la violación de espacios donde se resguarda material muy valioso para los estudiantes y profesores. Las puertas y ventanas de un espacio donde, habitualmente se ofrecen materias de lenguas extranjeras, ha sido forzado. En él se halla equipo electrónico especializado. Asimismo, en el plantel se resguarda todo el equipo nuevo que la UNAM entregó para el programa PC Puma, para apoyar a estudiantes que no cuenten con computadoras o conectividad. En resumen, entraron por la fuerza a edificios donde hay cientos de miles de pesos en equipo de cómputo, entre PCs y tabletas. Otro espacio que representa una posibilidad de saqueo son los laboratorios, donde se halla equipo caro y delicado, como microscopios, reactivos y químicos peligrosos que sólo se usan bajo estricta supervisión docente.

Encapuchados.

Otros edificios se ven iluminados por la noche, edificios donde la luz se enciende por dentro. Son lugares relevantes para el trabajo administrativo, pues es el resguardo de la información de docentes, alumnos y trabajadores de la escuela. Todo ello, ahora, está en manos de quienes estén dentro del CCH Vallejo. Asimismo, hace días se cayó la página del plantel, lo cual indica que los “activistas” han logrado entrar a otros edificios donde se guardan los servidores de la institución. ¿Por qué dejó de funcionar la página? Porque destruyeron los servidores, o bien, porque los robaron.

Todos los días, la entrada y salida de encapuchados es constante. Llegan en pequeños grupos, con el rostro cubierto. Pero no salen como entraron. Las mochilas, repletas, son notorias. Mochilas flacas al entrar casi revientan al salir. Ya sea para protegerse o porque el peso es demasiado, pero huyen en taxis o Uber, con quién sabe cuántas cosas en esas mochilas. Al día siguiente vuelven por más.

La primera mesa de negociación se llevó a cabo el lunes 22 de febrero, cinco días después de iniciada la toma del CCH Vallejo. En ese periodo, el proceder de las mochilas mágicas ha sido una constante. ¿Llevarán ahí las pruebas contra Félix Salgado Macedonio, su primera bandera de lucha feminista?

A pesar de las reiteradas llamadas al diálogo, siempre se trata de retrasarlo argumentando que deben consultarlo con la comunidad o con una asamblea, pero nadie se ha pronunciado como perteneciente a dichas comunidad o asamblea. Con ello, lograron retrasar de lunes a miércoles una mesa de diálogo y hoy, miércoles 24 de febrero, no se presentaron al diálogo acordado. Son días de sobra para llenar mochilas y huir, con toda calma, llevándose propiedad de la comunidad universitaria. Incluso, en su página de Facebook tienen anunciado, para el sábado 28, un tianguis. Una semana más para llenar mochilas en nombre de la justicia.

Su primera bandera es electoral.

Siempre Vivas, feministos que agreden mujeres

En su página de Facebook, el colectivo Siempre Vivas acusa a las autoridades de obstaculizar la mesa de diálogo, sin especificar el impedimento. Asimismo, denuncian acoso y hostigamiento por parte del personal del CCH Vallejo. Una de sus exigencias es el retiro, irrestricto, de la vigilancia exterior del plantel.

Entre las exigencias de su pliego está la erradicación de grupos porriles en la UNAM, una exigencia válida, que intentan ligar con la situación de la toma del plantel. El acoso señalado por el grupo asaltante se refiere a la presencia de gente afuera del plantel, no obstante, ellos saben bien que ninguno de quienes vigilan los atacaría de forma alguna, porque las indicaciones siempre han sido la búsqueda de diálogo, pero, principalmente, porque quienes vigilan las 24 horas no son un grupo de choque. Lo saben bien.

Por ello, parte de su modus operandi es la intimidación. La prepotencia de la líder, en la lectura de su pliego petitorio, busca el rompimiento del diálogo sin haberse iniciado. Ahí señala agresiones al encarar a las autoridades del plantel, pero no busca una respuesta, sino el monólogo donde no caben las palabras de su contraparte. Es evidente en su propio video.

Las agresiones por parte de los asaltantes son variadas y crecen en peligrosidad. Varias veces, durante el día y la noche, los hombres del grupo “feminista” se acercan a la reja con extintores en la mano y hasta lo han apuntado hacia la vigilancia, sin motivo, sin otra acción de por medio. Luego, se retiran. La intimidación contra las profesoras también forma parte de su catálogo. Una profesora, acusada de tomar fotos, fue encarada por una joven, quien exigió la entrega del teléfono. La profesora debió mostrarle su galería fotográfica para evitar un altercado físico. Por último, la misma dirección del CCH Vallejo hizo pública una denuncia por agresión contra profesoras de la escuela. ¿Quiénes agredieron a estas mujeres? Los hombres del grupo “feminista” Siempre Vivas.

Comunicado oficial de agresión a profesoras del CCH Vallejo.

Demasiadas agresiones de quienes denuncian ser agredidos porque, lo saben bien, la vigilancia no está conformada por grupos porriles, sino por profesoras y profesores. Su valentía, contra los porros, quizá no sería la misma. El crecimiento de agresiones debe encender las alarmas en toda la UNAM, porque la violencia está ahí, esperando su momento.

Esto es el inicio, ¿de qué?

No se sabe, hasta el momento, quién está detrás de la toma del CCH Vallejo, pero el carácter del grupo Siempre Vivas cada vez se clarifica más. Evidentemente, nada tienen que ver con la importante lucha feminista, tampoco tienen que ver con la UNAM, y mucho menos tienen que ver con el plantel Vallejo. Por ello, profesores, alumnos y colectivas se han pronunciado al respecto, con una única exigencia en el horizonte: que entreguen el plantel.

Es probable que estemos ante el modus operandi de un grupo organizado para el saqueo. Hasta el momento, nada ha podido hacerse por detenerlos en otros planteles, pero la toma de éste desvela sus prioridades y plantea serias dudas sobre sus objetivos de lucha. Llama la atención que su solicitud más insistente sea la desaparición de la vigilancia externa. ¿Para qué quieren estar en solitario? ¿El saqueo hormiga ya no resulta suficiente? ¿Para ello están alargando las negociaciones?

Quienes vigilan el perímetro del CCH Vallejo no pueden hacer nada al respecto. Por dentro, la UNAM brinda una protección histórica y necesaria contra la entrada de la policía; por fuera, la Constitución blinda a los transeúntes contra las detenciones arbitrarias. La Universidad Nacional no ha hecho sino pronunciarse, tibiamente, contra la toma de Vallejo, aunque saben, por hechos recientes, que de Vallejo se irán a otro plantel.

¿Qué escuela sigue en la lista del saqueo?

Carta pública de profesores. Exigen la devolución del plantel.

 

Petición en Change punto org: “Fuera encapuchados de Vallejo”.

 

Artículos realizados por la mesa de redacción de la Revista Consideraciones.