El principio del fin; así comenzó la primera jornada de vacunación
Mi madre fue vacunada. Llegamos temprano pero no tan temprano. El ambiente en las inmediaciones del centro de vacunación me recordó los días de elecciones. El único día en que todas las clases sociales se dan cita en el mismo lugar. Mi mamá encontró una comadre y las comadres siempre se apoyan.
Mientras mi hermano se forma en el sol ellas esperan en la sombra, conversan, se ríen. Yo voy y consigo sombrillas para los que aguantan el sol, mi hermano ya trajo sillas, hacemos equipo. Como muchas otras familias buscamos apoyar a nuestros viejos, estamos felices de estar ahí. Mucha gente llegó temprano.
La fila avanza lento, entran en grupos de 20. La gente espera con calma porque el orden se está respetando, no llega gente en autos lujosos y nadie muestra su charola para saltarse la fila. Nadie ofrece la vacuna en reventa. No hay nada que reclamar, solo tener paciencia, ya todos tienen un número, es el primer día.
La policía y guardia nacional observan sin intervenir. Un carrito de papas y chicharrones con clientes confirma la paz y normalidad que prevalece. Conforme pasa el tiempo la fila avanza más rápido.
Reconozco a algunos vecinos, me gusta este país donde la vacuna es un derecho. Las horas pasaron; es momento de que mi madre cruce la puerta de la escuela donde aplican la vacuna, me da gusto verla tan independiente después de los días tan delicados, de la dependencia al oxigeno. Me dan nervios que algo salga mal, que se equivoque de salón, jaja, me da risa la situación mientras se me ruedan las lágrimas.
“Ey mamá acuérdate de la fecha en que te dieron de alta, quizá es importante”. Pero lo único que hace falta es tener calma. Los van sentando en grupos; primero acá, luego allá, veo que les darán agua. No debo ser un hijo sobre protector, las cosas van saliendo bien. Hay que tener confianza.
Todos sabemos que para el mundo entero conseguir vacunas es difícil. México está logrando ser un discreto ejemplo; la gestión irá mejorando. Parece que el fin de la pesadilla está más cerca. Pienso en los muchos que faltan, y en lo mucho que ayuda tener calma y fe. Por el bien de todas y todos, que la campaña sea un éxito.
#vacunasparatodos #PatriaParaTodxs
pd. Otra vez gracias a todos por tanto, comparto mi felicidad con todos. Mi abrazo fuerte para quienes aún la ven difícil, el ánimo alto y la fe ayudan mucho al sistema inmune, no lo olviden.
pd. 2 En el segundo día la gente ya esperó minutos. En varios centros llega muy poca gente y se pide que se motive a los adultos mayores a vacunarse.