Gato con Lentes

Recomendaciones para el manejo de Covid-19

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17 enero, 2021 @ 8:53 am

Recomendaciones para el manejo de Covid-19

Itandehui Monroy

Pensando en poder compartir los aprendizajes en torno al tránsito de la Covid a partir de nuestra experiencia, sin tratar de sustituir la atención médica, ni dar recetas, ni hablar mal de diferentes protocolos de atención, es que comparto este texto. Una aportación para quien le pudiera ser de utilidad. Sé que hay distintas maneras en la que el virus pega y también en las que el golpe se puede recibir. Quizás muchas de mis recomendaciones para algunos son obviedades, pero luego resulta que no. Para algunos serán nutritivas y para otros no. Sólo espero que cada quien encuentre su camino en estas palabras.

  1. La medicina más efectiva es la preventiva. Mantenerse sano: alimentarse equilibradamente, hacer ejercicio, dormir bien, mantener la mente en calma, alegre. Mantener los cuidados colectivos que pudieran romper la cadena de contagio: sana distancia, lavado de manos, cubrebocas, no reunirse o exponerse a multitudes y /o espacios cerrados, desinfectar, ventilar, confinarse. Sin embargo, en esta etapa de la pandemia donde esta proliferando la infección, es probable que el virus se presente y creo importante aprovechar la salud para prepararse material y psicológicamente para transitarlo.
  2. El virus no discrimina y aunque a la mayoría le pega leve, puede venir fuerte. Hay condiciones materiales muy desiguales en todo sentido, recurrir a la comunidad ha sido y seguirá siendo un modo de sobrevivencia ante las dificultades y las carencias. Considero muy importante prevenir e ir platicando con tus redes de apoyo. Si te pega fuerte habrá muchas necesidades que serán difíciles de cubrir en tu estado y tener el apoyo incondicional de otros te puede salvar la vida y dotar de tranquilidad.
  3. Generar planes de contingencia con tus redes de apoyo. Pensar colectivamente qué hacer en diferentes escenarios, desde lo más básico hasta lo más temible. Generar un directorio básico: doctor /sanador de confianza y de preferencia con experiencia en el trato de Covid. Listado y ubicación de quioscos, clínicas, hospitales más cercanos, contactos de pruebas a domicilio, abastecedores de oxígeno, abasto a domicilio, farmacias, personas incluidas en la red de apoyo.

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    Imagen: gestarsalud.com
  4. Estar atentos a nuestros cuerpos, cuidarnos, escucharnos. No caer en paranoia/terror, andar con consciencia y amor. Es importante para uno y para los demás poder identificar los primeros síntomas. Para aislarse y no ser agente propagador y para cuidarse desde el principio, pues un factor de pronóstico de gravedad es que no se da una atención temprana, el descuido en la primer etapa de incubación-infección es tierra fértil para el avance de la neumonía (muchas veces silenciosa) y que se llegue a la atención con un cuadro más grave y difícil de estabilizar. Nosotros por ejemplo, haciendo un recuento de nuestro caso, nos dimos cuenta que ya teníamos unos días antes del inicio intenso de los síntomas con sintomatología leve que no supimos observar: cansancio/pesadez que atribuimos al trabajo. Lo cual nos llevó a enfrentar los síntomas de manera súbita y fuerte. Aprender a distinguir síntomas, intensidades, características de los mismos y llevar un registro de ellos desde el día que identificaremos como :”el primer día de síntomas” te permitirá tener clara tu evolución a ti y a tu médico.
  5. Equiparse con oxímetro, termómetro y baumanómetro. Medir signos vitales mínimos tres veces al día y si hay hipoxia, fiebre, opresión en pecho y falta de aire, poner especial atención en el monitoreo y actuar a tiempo si el caso se agrava y hay que recurrir a un hospital. No esperarse por temor a acudir a un hospital.
  6. . Comunicarse a los números de atención, con su médico de confianza. Realizarse una prueba, pero lo más importante es empezar los cuidados (aislarse, descansar mucho, hidratarse, alimentarse bien, monitorear signos vitales y síntomas, cuidarse de los cambios de temperatura). Apegarse al protocolo que se decida ejercer. Procurar tener confianza en su tratamiento.
  7. Mantener la calma: ante tantas muertes, noticias y miedo que causa este virus, es de esperarse que de mucha angustia y ansiedad el estar infectado. La mente/espíritu es un frente sumamente importante. No doblegarse ante el miedo, confiar en nuestro cuerpo. Darle todas las condiciones posibles para que recupere el equilibrio y una de ellas es estar tranquilo y de buen animo. En lo personal me sirvió el silencio, dejar de hablar. Escuchar música, hacer meditaciones guiadas, concentrarme en estrategias de procuración del bienestar y mantener comunicación escrita con personas que de muchas maneras me ayudaban a estar más tranquila y acompañada. Pero eso responde a mi personalidad, cada quien sabrá qué necesita para mantenerse tranquilo.
  8. Pedir ayuda. Saber reconocer las dificultades y carencias. No es momento de ponerse orgulloso y sentirse autónomo al 100%. Es momento de hacer comunidad y enfrentar juntos esta crisis, recordemos que entre varios se tienen distintas habilidades, conocimientos, contactos, capacidades de respuesta económica y el tiempo es factor importante así que a tejer redes de apoyo mutuo.
  9. Avisar a todos los contactos que se tuvo en 12 días anteriores al inicio de síntomas que se es positivo. Si es posible dar seguimiento/acompañamiento mutuo a quienes pudieran haberse contagiado. No ocultarlo, recordemos que es muy importante cortar la cadena de contagio e iniciar pronto los cuidados. Además de que no sabemos si conviven con personas más vulnerables o no. No es un delito estar infectado, en algún punto la mayoría lo estará.
  10. Los cuidados que yo realicé fueron: apegarme a un protocolo de atención y monitoreo médico, descansar todo el tiempo (sólo me paraba al baño, tomar medicinas, comer), hidratarme muy bien (tomaba aproximadamente 3 litros de líquidos diarios), dormir en mi caso fue difícil pero mi compañero durmió mucho y se recuperó mejor y antes que yo, comer bien (5 veces al día) 3 principales y 2 entre-comidas. Por la sintomatología y el malestar puede que no tengas hambre, ánimo o inclusive repeles el alimento. Esfuérzate por nutrir a tu cuerpo que esta es una batalla. En mi caso me dio un hambre feroz y comí como nunca a pesar de perder el olfato, tener distorsión del gusto (todo me sabía a metal amargo), nauseas, diarrea, mareo, dolor de cabeza, debilidad. Me concentré en dar fuerza al cuerpo y aún así tuve pérdida de peso considerable y pérdida de masa muscular.
  11. Hice despliegue de todo el autoconocimiento sobre mi cuerpo y lo cuide y procuré con todo lo que sabía, hace bien. ¡Saquen todas sus herramientas y aliados a la batalla! En lo personal practiqué: alimentación sin lácteos, harinas, grasas, azúcares. Ingerir alimentos y bebidas calientes. Herbolaria: jengibre, canela, gordolobo, buganvilia, eucalipto, ajo, miel, propóleo, cúrcuma, aceite de orégano, vaporizaciones nocturnas, oxígenoterapia en momentos de hipoxia, reflexología en pies, estimulación de puntos de acupuntura, posturas de yoga restaurativa para tratar inflamación/dolor de riñón, limpieza de nariz con agua de mar, gárgaras con isodine y lavado de dientes, postura de pronación (boca abajo), meditaciones guiadas para control de ansiedad y de respiración. Respiración consiente y profunda todo el tiempo. Olvidarse del mundo que se dejo afuera y todos los problemas que eso nos atañen: concentrarse en sobrevivir la enfermedad ya es bastante ocupación. Cubrirse muy bien (yo parecía esquimal), cuidar la fiebre, no exponerse a cambios de temperatura, ventilar el espacio donde se está lo mejor posible, aislarse de otros enfermos en la medida de lo posible (nosotros compartimos casa, baño, cocina) con cubre boca, cuidados de desinfección en baño y zonas en común y nos separamos durante 14 días de cama por aquello de no compartir carga viral y estar reinyectándonos. Procurar la paciencia, el agradecimiento, el amor y la confianza en la vida.
  12. Vivir el instante, cada etapa es diferente no te agobies con el futuro. Cada día un día menos. No perder la esperanza de la recuperación total y ser disciplinado en el cuidado de las secuelas. Sensibilidad para los otros y sus diversos procesos. Respeto y solidaridad. Toda la humanidad con sus diversidades esta enfrentando la pandemia, todos desde sitios muy desiguales. Juntarse con afines y enfrentarlo juntos. A nadie se le debe imponer como vivir, como enfermar/curarse ni cómo morir. Obvio es importante avanzar en la ética del cuidado colectivo, pero ni eso es posible o deseable imponer.
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