El fin de la era Trump
Hazael Alvarado Hernández*
Recuerdo perfectamente noviembre de 2016. Aquel día ocurrió lo que muchos de nosotros no esperábamos: Donald Trump ganó las elecciones en los Estados Unidos convirtiéndose, así, en el presidente número 45 de esa nación. En menos de 24 horas los mercados internacionales se sacudieron, el peso se desplomó; las redes sociales y los noticieros acapararon el tema. A partir de ese momento el mundo de la política supo que tendría que aprender a vivir con un personaje muy diferente.
La era Trump, como algunos la han llamado, duró apenas cuatro años. Y pareciera que fue mucho más, ya que en ese tiempo hemos visto casi de todo: roces constantes con los medios de comunicación, tensiones en materia de política migratoria (amén del prometido muro en la frontera norte de nuestro país); la renegociación de tratados, guerras comerciales y las crisis sociales acaecidas por la pandemia. En suma: la exhibición de una política practicada desde las entrañas y un proteccionismo económico que sin duda disgustó a muchos.
Hoy, gran parte del mundo occidental aplaude la llegada de Joe Biden a la presidencia. Los mercados internacionales respiran ante el triunfo demócrata. Con gran ahínco y diligencia los medios de noticias y las redes sociales se han unido a una voz para celebrar y dar seguimiento a lo que muchos han dicho —atisbando mejores tiempos en el horizonte— es el inicio de una nueva era.
Desde luego, en medio de tan esperado y predecible pronóstico, nadie pasó por alto lo cerradas que fueron estas elecciones. Aunque Joe Biden ya es calificado como el candidato más votado en la historia de la unión americana, hay que ser realistas, el mapa electoral no se cubrió mayormente del azul demócrata. Si existió, o no, un fraude electoral, eso es tema aparte. Pero el hecho, como muchos han apuntado, es uno: Estados Unidos está dividido y el reto no es menor para la administración entrante.
A riesgo de ser descalificado, un servidor se pregunta: ¿Podemos asumir que la polarización que vemos en nuestros vecinos del norte es tan sólo un reflejo de la dicotomía ya presente en nuestro mundo desde hace algunos años? Y qué decir de nuestro país, donde cada vez resulta más difícil discernir entre bandos y corrientes políticas.
Si el mundo de la postguerra a finales de la década de 1940 vio el advenimiento del bloque socialista, en oposición al capitalista, actualmente las cosas son muy diferentes. Las pasadas elecciones en los Estados Unidos dejaron claro que uno de los países más influyentes del mundo se encuentra mayormente dividido en dos ideologías o formas de concebir y afrontar los problemas de esta generación: Patriotismo vs globalismo.[1]
Sólo el tiempo lo dirá, pero el que esto escribe, se inclina a pensar que aún veremos desfilar más personajes que opten por políticas de corte patriótico y proteccionista, en contraste a un mundo cada vez más globalizado en tantos órdenes.
[1] Este tema es abordado magistralmente por el historiador Cesar Vidal en su más reciente libro: Un Mundo Que Cambia: Patriotismo Frente a Agenda Globalista. https://www.amazon.com.mx/Mundo-Que-Cambia-Patriotismo-Globalista/dp/1950604020
*Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Arqueólogo de formación y escritor de vocación. Me encanta comunicar contenido que ponga a pensar a la gente.