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Hospital Banfield: maltrato animal al amparo de la UNAM

Colaboradores


2 noviembre, 2020 @ 6:04 pm

Hospital Banfield: maltrato animal al amparo de la UNAM

En el año 2005 a través de un convenio con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se estableció el Hospital Banfield en las instalaciones de la universidad para ofrecer sus servicios al público en general y supuestamente en términos preferentes a la comunidad universitaria, esto es, servicios de tipo veterinario, hospitalario y funerario para pequeñas especies.

Todo esto es ofertado en el espacio que ocupa esta empresa veterinaria en el campus universitario, involucrando cuentas de decenas y hasta cientos de miles de pesos para los clientes del así llamado “Hospital UNAM – Banfield”, sin embargo, al igual que su par estadounidense, se han suscitado numerosos casos de aparente negligencia veterinaria hacia los animales ahí atendidos, lo que ha llevado a la muerte a decenas de ellos, o bien, ha sido motivo de sufrimiento para los mismos, de lo cual se da cuenta en diversos testimonios de propietarios en los que se denuncian y documentan acciones altamente lesivas para la salud y el bienestar de los animales realizadas por los médicos de este hospital veterinario, así como prácticas mercantiles que revelan una afanosa búsqueda de ganancias económicas por parte del mismo.

Testimonios de casos de abuso y negligencia

Un ejemplo de estas prácticas se refiere al caso de Kyra[1], gatita de siete meses de edad que ingresó al Hospital Banfield – UNAM en agosto de 2020 para ser sometida a un procedimiento de esterilización, el cual implicó un acto de negligencia veterinaria por parte de una de las médicos veterinarias del mismo y a raíz del cual la gatita presentaría una hernia en el abdomen, cuestión que supuestamente sería corregida por el personal médico del mismo, no obstante, al ser sometida a una segunda operación en septiembre del mismo año, la felina sería víctima de un segundo acto de negligencia, esto es, una sobredosis de anestesia que le causaría la pérdida irreversible de la vista y el oído.

Por otra parte, se encuentra el caso de Stich[2], gato de dos años y pelaje brillante que ingresó en julio de 2018 a Banfield – UNAM por un problema de salud menor y que en fotografías tomadas por su propietaria se observa inicialmente con semblante animado y buena condición física, pero que al cabo de varios días de permanecer en el lugar presentó un cambio dramático en su estado de ánimo, a la par que su salud física se deterioraba -no obstante la supuesta atención médica ahí recibida- y a quien al cabo de dos semanas le sería practicado un procedimiento de eutanasia a instancias de los médicos de Banfield.

Asimismo, se encuentra el caso de Hamlet[3], un perrito de 10 años de edad, quien fue ingresado a Banfield en el mes de agosto de 2020 para ser atendido por un problema gástrico y que permaneció hospitalizado en el mismo durante una semana, tiempo en el cual supuestamente se le realizaron diversos estudios, para ser descartada cualquier patología de gravedad por el personal de Banfield, no obstante, al ser dado de alta de éste y empeorar su condición de salud, fue llevado a otro médico por su propietaria, mismo que identificó un cuadro de peritonitis aguda en el perrito por el cual nunca fue atendido en Banfield y el cual le costaría la vida.

También está el caso de un gatito[4] no identificado por su nombre, el cual, según testimonio recopilado en Internet, ingresó a este hospital veterinario en el año 2018 para ser sometido a un protocolo de limpieza dental y que fue víctima igualmente de un mal procedimiento médico al perforársele la tráquea, falleciendo posteriormente a causa de dicha lesión, así como por la falta de atención médica en dicho hospital ante el problema provocado por ellos mismos.

Denuncias públicas

A estos casos se suman decenas de denuncias públicas realizadas en diversos sitios web y redes sociales, las cuales dan cuenta de una situación generalizada y de prácticas sistemáticas de negligencia veterinaria realizadas por el personal del Hospital UNAM- Banfield, a quienes se acusa reiteradamente de omisiones irreparables en la atención y el cuidado de las mascotas, de precipitar la muerte de las mismas para cobrar los respectivos servicios de eutanasia, de presionar a los propietarios para hospitalizar a éstas por varios días o semanas a fin de cobrar los gastos correspondientes, de realizar intervenciones quirúrgicas innecesarias y riesgosas para la salud de las mascotas, de “inflar” los presupuestos a fin de aumentar las cuentas de los clientes, de no entregar debidamente las cenizas de los animales cremados.

¿Por qué no hay denuncias legales?

Los propietarios vivimos el abuso y el duelo con pasividad y en silencio

Es importante decir que las denuncias públicas sobre estos hechos, no se reflejan en denuncias legales, al no existir en la actualidad la suficiente justificación jurídica para los delitos realizados en perjuicio de los animales, lo que lleva a los propietarios agraviados a vivir pasivamente la experiencia y a enfrentar en el silencio y la resignación sus procesos de duelo e injusticia, sin mencionar las denuncias de estudiantes de veterinaria que habiendo realizado sus prácticas profesionales en este hospital han acusado los malos manejos internos del mismo respecto a las mascotas en cuestiones tales como alteración de estudios médicos, abandono a su suerte de animales, uso de técnicas o medicamentos no vigentes, así como maltrato y acoso a los estudiantes que realizan observaciones criticas al respecto[5].

No es un caso aislado de abuso y maltrato animal

Todos estos casos de muerte y sufrimiento animal en el hospital UNAM – Banfield y la manera como se han presentado, implican la existencia de más que meros actos aislados de negligencia veterinaria por el personal del mismo, para constituirse en actos sistemáticos de maltrato animal realizados en la búsqueda afanosa de ganancias por parte de esta empresa transnacional[6], misma que opera sobre la base del prestigio que le otorga su asociación con la UNAM, lo que sumado a los desorbitados precios de los servicios ofrecidos que ofrece en las instalaciones universitarias, lleva a cuestionar la pertinencia de que una empresa regida por criterios eminentemente económicos preste sus servicios y oferte sus productos en un espacio perteneciente a la Máxima Casa de Estudios.

Banfield lucra a costa del prestigio de la UNAM

Teniendo en cuenta el compromiso social y bioético de la UNAM y que dicha empresa no ha demostrado en los hechos, vocación comunitaria ni responsabilidad bioética alguna, sino que, al contrario, parece regirse fundamentalmente por un afán de lucro, lo que no se encuentra en consonancia con los principios y valores de la Universidad Nacional, a la cual le genera un desprestigio mayúsculo la vinculación de su nombre con el de dicha empresa, por lo que cabe preguntarse si no es preferible que el espacio que ésta ocupa en el campus sea utilizado por la propia entidad universitaria encargada de este tipo de cuestiones, es decir, la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, la cual podría ofrecer sus servicios veterinarios con precios más accesibles y con un mayor compromiso bioético, beneficiando así realmente a la sociedad, a la comunidad universitaria y, por supuesto, a los animales de compañía.

Hospitales Banfield: El lucro sobre el bienestar animal

Esta problemática queda de manifiesto en el caso de los Hospitales Banfield, cadena de hospitales veterinarios fundada en Estados Unidos (EEUU) en el año de 1955 y adquirida por la corporación global Grupo Mars en 2007[7], la cual cuenta con cientos de sucursales en dicho país, además de tener presencia en países tales como Gran Bretaña, Francia, España y México, misma que en los últimos años ha sido objeto de un sinnúmero de denuncias en territorio estadounidense por malas prácticas veterinarias y empresariales tales como aplicación desmedida de medicamentos y vacunas a las mascotas como “método” para engrosar las cuentas de los clientes[8], cobro de los planes anuales de la empresa aún después de fallecidas las mismas[9], realización de riesgosas intervenciones quirúrgicas no autorizadas previamente por sus propietarios[10], negligencias veterinarias que terminan con la muerte de los animales[11].

Esta empresa transnacional ha sido denunciada en EEUU por pequeños veterinarios, que al adquirir sus franquicias han constatado de primera mano tales prácticas, mismas que son promovidas por la empresa en tanto pautas empresariales y reglamentos de operación interna impuestos al personal médico y administrativo de sus hospitales[12], además de los casos de despido a médicos veterinarios que han denunciado igualmente este tipo de prácticas en perjuicio de los animales por parte de Banfield.

Todo lo anterior da cuenta de una dinámica empresarial de subordinación de la vida y la salud de estos seres sintientes -e incluso pensantes- a la búsqueda afanosa de ganancias por parte de este tipo de empresas, lo que ha llevado a diversas campañas de boicot hacia los hospitales Banfield en EEUU, así como a las empresas asociadas a ellos, como el caso de PetSmart[13], responsabilizando a ambas por la muerte de un sinnúmero de mascotas en diferentes ciudades de este país[14], lo que pone de relieve la problemática de colocar el lucro por encima del bienestar de los sujetos a quienes se dirige un servicio médico, en este caso, los animales de compañía.

Contexto global del lucro y mercantilización de la atención veterinaria

En el marco del capitalismo global neoliberal, ha tenido lugar la afirmación de las empresas transnacionales como actores predominantes de las dinámicas sociales, en un proceso en el que estas entidades económicas privadas han ido adquiriendo un poder cada vez mayor, extendiendo sus redes y operaciones alrededor del mundo e incursionando en un sinfín de actividades antes administradas por los estados, además de dominar la comercialización de bienes de la más diversa índole a nivel global.

Todo esto bajo una lógica económica que ha penetrado en todos los ámbitos de la vida susceptibles de generar ganancias, como el caso del sector veterinario y, específicamente, el de los animales de compañía o “mascotas”, en el que estas empresas han incursionado desde hace décadas[15], convirtiendo en negocio la atención y los cuidados requeridos por estos animales no humanos[16] a los que se les ama, cuya población mundial se estima en miles de millones, un mercado con ganancias de 25 mil millones de dólares al año[17] -y el cual se espera crezca aún más en los próximos años[18]-, basado en la venta de una multiplicidad de servicios y productos para las mismas[19] y en el que los vínculos afectivos entre éstas y sus propietarios resultan del todo funcionales para el mismo.

La gran empresa transnacional detrás de Banfield-UNAM

Este negocio global se encuentra dominado por cuatro grandes corporaciones tales como Grupo Mars, NestléPurina, Ralston y Procter & Gamble, destacando al respecto Grupo Mars,       conglomerado de confitería que durante décadas ha inundado los mercados nacionales con comida chatarra[20], siendo dueños de diversas marcas de golosinas tales como Snickers, M&M´s, Milky Way, Twinkles, Skittles y LifeSavers.[21]

Desde hace tiempo Grupo Mars comenzó a incursionar en el negocio del alimento para mascotas[22], siendo propietarios de distintas marcas de alimento para perros y gatos tales como Whiskas, Pedigree, Royal Canin, Eukanuba, Sheba, Cesar[23], además de incursionar desde hace años en el ámbito de los servicios veterinarios con la adquisición de diversas cadenas veterinarias tales como Banfield, BluePearl y VCA[24], a las cuales han extrapolado la lógica mercantil del negocio de la confitería, no obstante tratarse de un ámbito cualitativamente distinto, esto es, servicios de salud dirigidos a seres vivos; subordinan de esta manera el bienestar animal a la forma característica de operar de las grandes corporaciones, con las implicaciones bioéticas que ello implica.[25]

Notas y citas

[1] Testimonio proporcionado por la propietaria de Kyra, 23 de octubre de 2020 (audio en posesión de la autora).

[2] Testimonio proporcionado por la propietaria de Stich, 3 de septiembre de 2020 [texto en posesión del autor]; disponible también en Twitter: https://twitter.com/Geocentrica/status/1301701231962927105

[3] Testimonio proporcionado por la propietaria de Hamlet, 31 de octubre de 2020 [texto en posesión de la autora].

[4] “Banfield Hospital Veterinario de Mascotas mata a los animales”, en Apestan, 26 de septiembre de 2018, disponible en: https://www.apestan.com/cases/banfield-hospital-veterinario-ciudad-de-mexico-distrito-federal-mexico_137190.html

[5] Testimonio de estudiante de veterinaria de la UNAM, en Facebook, 23 de noviembre de 2019, disponible en: https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=3030416646973195&id=100000146672839

[6] Los cuales podrían incluso ser catalogados como crímenes corporativos pues, de acuerdo a Dias de Souza, este tipo de delitos se presentan: “[…] si la acción u omisión (negligencia) ocurre con la finalidad de alcanzar los objetivos operacionales de la organización, cometiendo así actos ilegales para obtener ganancias personales y generando, además, consecuencias graves tanto físicas como económicas para empleados, consumidores y público en general.” Lionardo Dias de Souza, Valdir M. Valadão Júnior et al. “Crimen corporativo y el discurso de la responsabilidad socioambiental: el bueno, el feo y el perfumado, en Iconos. Revista de Ciencias Sociales, Núm. 58, 2017, disponible en: https://revistas.flacsoandes.edu.ec/iconos/article/view/1729/3112

[7] Jason Clenfield, “The High-Cost, High-Risk World of Modern Pet Care”, en Bloomberg Business, 9 de enero de 2017, disponible en: https://www.bloomberg.com/news/features/2017-01-05/when-big-business-happens-to-your-pet

[8] “Lawsuit alleges Banfield pet clinic in Tualatin put profits over pets”, en Oregon Lives, 30 de abril de 2010, disponible en: https://www.oregonlive.com/tualatin/2010/04/lawsuit_alleges_banfield_pet_clinic_in_tualatin_put_profits_over_pets.html, “Dangerous Over-Vaccination Is On The Rise”, en Dogs Naturally, 5 de octubre de 2020, disponible en: https://www.dogsnaturallymagazine.com/dangerous-over-vaccination-on-the-rise/ y “Clear Spring family seeks justice for their dog after potential overdose”, en Local, 24 de junio de 2015, disponible en: https://www.localdvm.com/news/clear-spring-family-seeks-justice-for-their-dog-after-potential-overdose-2/

[9] https://www.localdvm.com/news/clear-spring-family-seeks-justice-for-their-dog-after-potential-overdose-2/

[10] “Owners Upset After Being Charged For Pet Wellness Plan After Animal Death”, en CBS Local, 15 de septiembre de 2019, disponible en: https://dfw.cbslocal.com/2019/09/15/owners-charged-pet-wellness-plan-animal-death/

[11]  “Woman sues vet clinic over veterinary malpractice allegations for death and injury to pet cats”, en Cook County Record, 25 de septiembre de 2015,disponible en: https://cookcountyrecord.com/stories/510639907-woman-sues-vet-clinic-over-veterinary-malpractice-allegations-for-death-and-injury-to-pet-cats

[12] Jason Clenfield. Op. cit.

[13] “Hieren y Matan a los Perros en Tiendas PetSmart y Petco, no Dejes que tu Animal de Compañía Sea el Siguiente”, en Peta Latino, disponible en: https://www.petalatino.com/blog/hieren-matan-a-los-perros-en-tiendas-petsmart-petco-no-dejes-que-tu-animal-de-compania-sea-el-siguiente/

[14]  “Banfield Animal Hospital needs to be held accountable for pet deaths and bill padding”, en Move On, disponible en Move On, disponible en: https://sign.moveon.org/petitions/banfield-animal-hospital y “Boicot a los Hospitales de Mascotas Banfield”, en Facebook, disponible en: https://m.facebook.com/BoycottBanfieldPetHospitalMarsCorp/posts/1007222109378046

[15] Heber Longa y Sara Cuesta. “El negocio de las mascotas en el mundo”, en El País, 4 de diciembre de 2016., disponible en: https://elpais.com/elpais/2016/12/01/media/1480620178_921927.html

[16] El concepto de “animal no humano” se refiere a los distintos animales no pertenecientes a la especie humana, que, no obstante, se encuentran en el mismo rango ontológico que los humanos, quienes de este modo formamos parte igualmente parte del género animal. Véase: Neira, Hernán. “La difícil distinción entre humanos y animales”, en Revista de Filosofía, Santiago de Chile, Vol. 73, octubre de 2017, disponible en: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-43602017000100161

[17] “Ganancias millonarias de trasnacionales en el manipulado negocio de mascotas”, en La Jornada, 1 de noviembre de 2010, disponible en: https://www.jornada.com.mx/2010/11/01/deportes/a38n1dep

[18] “Global Veterinary Healthcare market is expected to reach $66.95 billion by 2027”, en PN News Wire, 3 de agosto de 2020, disponible en: https://www.prnewswire.com/news-releases/global-veterinary-healthcare-market-is-expected-to-reach-66-95-billion-by-2027–301103849.html

[19] Servicios veterinarios, hospitalarios, estéticos y funerarios, así como productos tales como alimentos, medicamentos, juguetes y ropa.

[20] El cual incluso ha tenido denuncias por la venta de golosinas contaminadas. Véase: “Más de 50 países en alerta por chocolates Mars y Snickers en mal estado”, en Infobae, 23 de febrero de 2016, disponible en: https://www.infobae.com/2016/02/23/1792233-mas-50-paises-alerta-chocolates-mars-y-snickers-mal-estado/

[21] “Mars, la historia del productor de caramelos más grande del mundo”, en Tentulogo, disponible en: https://tentulogo.com/mars-la-historia-del-productor-de-caramelos-mas-grande-del-mundo/

[22] “Mars compra a Procter & Gamble parte de su negocio de ‘petfood’”, en Revista Info Retail, 9 de abril de 2014, disponible en: https://www.revistainforetail.com/noticiadet/mars-compra-a-procter–gamble-parte-de-su-negocio-de-petfood/03d2bd710dd7567db0c7a2feb0dc837a

[23] Marcas de alimento para perros y gatos de diferentes gamas, esto es, desde las “económicas” hasta las “gourmet” y las especializadas, con lo que controlan del todo este mercado.

[24] Véase: “El fabricante de golosinas Mars compra una compañía veterinaria por 7.700 millones”, en El Economista, 9 de enero de 2017, disponible en: https://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/8071521/01/17/El-fabricante-de-golosinas-Mars-compra-una-compania-veterinaria-por-9100-millones.html

[25] A contrapelo de los derechos les han sido reconocidos a los animales no humanos en tanto seres sintientes a nivel internacional, por ejemplo, en la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, la cual ha sido incorporada en la legislación de diversos países en los últimos años, como el caso de México, en cuya capital se ha avanzado significativamente al respecto. Véase: Kryzia Said. “Los animales como seres sintientes en la Constitución Política de la Ciudad de México”, en Derecho Animal, Universidad Autónoma de Barcelona, marzo de 2017, disponible en: https://ddd.uab.cat/pub/da/da_a2017v8n1/da_a2017v8n1a3.pdf

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Un comentario
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    Luz María

    El llamado Hospital “Banfield” debe en mi opinión quedar FUERA de las instalaciones de la Máxima Casa de Estudios, así como DESAPARECER de México, debido a tanta actividad de lucro y asesinato de seres VIVOS que sienten y piensan , no es Justo que ensucie el nombre de la UNAM, así como tampoco que lucre con el dolor de las personas para finalmente dar muerte a un sin fin de seres vivos y de compañía para otro ser vivo, el humano. Es preciso que las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto y terminar con esta serie de NEGLIGENCIAS COMETIDAS EN ESTE LLAMADO HOSPITAL “BANFIELD” escudado bajo el prestigio de la UNAM.

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