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¿Quién estuvo detrás de la captura del general Cienfuegos?


raulraulgonzal1

16 octubre, 2020 @ 7:35 am

¿Quién estuvo detrás de la captura del general Cienfuegos?

Un par de horas después de que se diera a conocer la detención del general Salvador Cienfuegos Zepeda, exsecretario de la Defensa Nacional entre 2012 y 2018, el periodista Juan Veledíaz tuiteó: “chiste de una de mis fuentes militares: ahora si entre los generales se dice, el que esté libre de narco que haga un viaje a Disney”.

Los hechos

Ayer por la noche, tras arribar al Aeropuerto Internacional de Los Ángeles en compañía de su familia, fue detenido el general de división, Salvador Cienfuegos. El hecho fue confirmado a través del canciller Marcelo Ebrard, previamente informado por el embajador norteamericano en México, Christopher Landau. Según autoridades mexicanas, su captura se realizó a petición de la Administración de Control de Drogas (DEA).

Cienfuegos Zepeda: objetivo de la DEA

Al general lo tenían en la mira. Desde hacía una década la DEA trabajaba en una investigación contra Cienfuegos Zepeda, a través de la “Operación Padrino”,  quien es acusado de “narcotráfico en modalidad de distribución y transporte”, su caso se llevará a cabo en la Corte Federal del Este en Brooklyn, Nueva York, la misma donde se enjuicia a Genaro García Luna.

Cesar Gutiérrez, especialista en derecho penal militar, en entrevista para La Octava, explicó que la investigación ya estaba dando de que hablar, puesto que “se había filtrado información”, además de qué había complicado a su actual titular, el general Luis Crescencio Sandoval. En palabras de Gutiérrez, la detención no se había logrado antes ya que “obviamente la Secretaría de la Defensa Nacional estaba detrás protegiendo al general Salvador Cienfuegos Zepeda”.

detención general cienfuegos

La vigilancia de los Estados Unidos   

Seamos claros, el gobierno norteamericano, por medio de sus diferentes agencias de inteligencia, tiene constantemente monitoreada a su contraparte mexicana. En más de una ocasión, EE.UU. ha sido el primero en señalar, casi siempre de forma discreta, a los funcionarios acusados por actos de corrupción y vínculos con el narcotráfico. El problema es que la mayoría de veces eran ignorados por las autoridades mexicanas, lo que obligaba a que las agencias estadounidenses se quedaran con los brazos cruzados.

¿Hubo cooperación entre México y Estados Unidos?

No es una casualidad que, en menos de un año, Cienfuegos Zepeda sea el segundo exmiembro de la élite de seguridad, acusado y detenido por Estados Unidos. Si bien es cierto, la administración encabezada por AMLO no intervino directamente, tampoco podemos descartar totalmente la posibilidad de una coordinación interinstitucional para posibilitar la captura.

La razón por la que no se le detuvo en nuestro país

Haciendo a un lado la crítica hacia el gobierno por su incapacidad para detener al general en suelo mexicano, la realidad es que de haber sido así, el caso se hubiese convertido en un arma electoral por parte de los detractores de López Obrador. Más que la impartición de justicia, muchos de los críticos actuales se habrían rasgado las vestiduras en nombre del “pobre general”, víctima de la persecución política encabezada por un gobierno “resentido y autoritario”. Aunado a esto, la situación se hubiera trabado en los ambiguos procesos legales de la justicia mexicana.

Otros casos de “Narcogenerales”

Como sabemos, no es la primera vez que altos mandos del ejército son acusados por sus vínculos con el narcotráfico. En el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000), el general Jesús Gutiérrez Rebollo, apodado el “Zar Antidrogas”, por encabezar el Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD), fue acusado de brindar protección a Amado Carrillo “El Señor de los Cielos”, cohecho y delitos contra la salud por la transportación de cocaína. Fue condenado a 40 años de prisión, en 2013 falleció. Fue absuelto de 12 de los 14 cargos que se le imputaron.

Otros militares de alto nivel que han sido vinculados a procesos legales, por los mismos delitos, son los generales brigadier Alfredo Navarro Lara, Juan Manuel Barragán, los generales  Jorge Maldonado Vega, Tomás Ángeles Dauahare, Rubén Pérez Ramírez, Roberto Dawe González, Ricardo Martínez Perea, Mario Acosta Chaparro y Francisco Quirós Hermosillo, estos últimos con un negro historial en el combate a movimientos guerrilleros así como en la tortura y desaparición de personas en la “Guerra Sucia”.

Lo que hay que tener en cuenta es que, a diferencia de los casos iniciados en nuestro país contra diferentes generales, la mayoría de ellos se trataron de venganzas al interior del ejército. Años después, casi todas las acusaciones fueron desechadas en los tribunales. Es conocida la existencia de grupos de poder en el corazón de los principales cuerpos de seguridad, mismos que se disputan la dirigencia de la secretaría u organización en cuestión, así como del aprovechamiento de sus recursos.

Los casos que marcaron a Cienfuegos Zepeda

La aprehensión del general cayó como bomba ante la opinión pública. Durante su gestión al frente de la SEDENA en el sexenio de Enrique Peña Nieto, 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa fueron desaparecidos por la policía municipal, mientras veinticuatro soldados adscritos al 27 Batallón de Infantería, con sede en Iguala, se limitaron a observar y tomar nota de lo sucedido. 3 meses antes del caso Ayotzinapa, el 30 junio de 2014, una bodega ubicada en Tlatlaya, Estado de México, se convirtió en morgue tras la ejecución extrajudicial de civiles a manos de efectivos castrenses.

Un enfrentamiento entre miembros del crimen organizado y elementos del ejército mexicano, acabó con la vida de 22 personas, algunos de los cuales fueron asesinados a pesar de que se encontraban heridos y desarmados. Pesquisas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), revelaron que la escena del crimen fue alterada por los soldados del 102º batallón.

Un año después de lo ocurrido, el uso excesivo de la fuerza por parte de los militares, manchó un operativo en Tanhuato, Michoacán, donde 43 personas murieron, uno de ellos fue quemado vivo, algunos fueron torturados, otros más asesinados por la espalda, también les fueron sembradas armas por los efectivos castrenses.

El crédito por el arresto del exsecretario de la Defensa, se lo lleva totalmente Estados Unidos. El trabajo de la DEA lo hizo posible. Sin embargo, es importante decir que es la primera vez en que un exsecretario del ejército es apresado en suelo estadounidense. Definitivamente tuvo que haber ayuda de las autoridades mexicanas, al menos esta vez no lo protegieron, como las anteriores solían hacerlo.

Primero García Luna, después Cienfuegos Zepeda, ¿quién sigue?, ¿acaso será Tomás Zerón?, o mejor dicho ¿Felipe Calderón?

Comentócrata, amante de la historia, bibliófilo por vocación, universitario por decisión.