En Chimalhuacán lo que menos preocupa es la Covid
Pedro Marañón H
El sadismo de su cultura
En mi barrio no hay librerías, ni conciertos de jazz, ni cafeterías para intelectuales. En cambio, todo lo consume el polvo mezclado en alquimia con caca y salitre. En estos rumbos se crían bandidos que fácilmente asaltan y vejan a quien se le ponga enfrente, en una esquina con la señora de los tamales o en la combi durante su azaroso trayecto.
Los profesores de mis padres decían que las letras con sangre entran, hace tiempo se olvidaron las letras, hoy por estos rumbos todo con sangre entra. Hasta acá, gracias la internet, ahora todos podemos acceder a “la cultura”. Repositorios, visitas virtuales por museos, conciertos al alcance de un solo click, descargas de miles de libros en acceso abierto, cursos gratuitos, nada parece escapar al nacimiento de una especie de democracia cultural parida por la generosidad de la pandemia. Ya no hay pretexto para seguir existiendo como ignorantes en el barrio.
Y, sin embargo, todo eso me parece una extravagancia. No encuentro ningún motivo por el que los compas del barrio pudieran sentarse frente a una pantalla para escuchar un concierto de Mozart en vez de salir a la calle y tirarle carrilla a la banda al son de “ora, putos, ya les llegó su verdolaga en salsa verde pa’ que se den un quemón”. Simplemente no hay comparación.
Cada que salgo por algún vívere, ya caída la noche, cubierto de sana distancia, gel y cubrebocas, los veo echar la cheve sobre la banqueta, orondos y alebrestados, rifándose para saber qué güey es mas cabrón.
Desde las rendijas de mis ojos y desde el temor que embarga religiosamente mi alma a las 7 pm, ello me parece una maravilla. Luego pienso que si a las doñas o a los fresas de la cuadra tampoco se les ve espantados, ¿por qué aquellos deberían hacer algo distinto? Y concluyo diciéndome, ¡qué me espanto si acá hemos existido sabiendo que en cualquier momento nos puede cargar la chingada y ni modo de abrirse! Al contrario, este es barrio bravo, por estos rumbos asaltaba “la Loba”.
Será por eso que a veces me pongo sensible y me dan ganas de escribir “a la chingada con sus mamadas”. Dejen ustedes lo del uso del cubrebocas, que acá muchos lo usamos, ahora resulta que todos estamos obligados a entrale a los cursos gratuitos y que si no lo hacemos entonces “somos ignorantes porque lo merecemos”; a cantar “cielito lindo” desde los balcones de las casas de cartón; a ser “mejores personas”, querrán decir “ser personas”.
Si quieren un poco de honestidad, acá nada ha cambiado, ustedes nos siguen señalando como “aquellos que no son suficiente”, los que no logramos entender que la pandemia se resuelve con ciencia y no con fanatismo religioso, los “dañaditos” que hacen apología de la violencia, los mas zarrapastrosos, los mas prietos, su servidumbre y conejillos de indias. Dirán misa pero su reconstrucción y cultura no les alcanzan para mirarnos.
En pocas palabras, el coronavirus nos trajo, otra vez, el sadismo de sus juicios. Quieren que tengamos miedo como ustedes tienen miedo. Sólo aceptan la fraternidad si tiene las marcas de “su fraternidad”. Para ustedes sólo existe una post pandemia virtual y una nueva vida repleta de bicicletas, productos ecofriend, nuevos idiomas y cursos a ojos y oídos llenos.
Para ustedes, fuera de su universal burbuja, sólo existe barbarie. Así como ayer por los siglos de los siglos, amén. Qué bueno que eso les da calma y los acurruca en sus acolchados aposentos. Mientras tanto, en las calles de mi barrio sigue soplando la salitre, los perros ladran a las cuatro de la mañana cuando una banda de adolescentes le baja sus rines al coche que dejaron en la calle, los disparos no cesan, en las combis se sigue peleando con la nalga cada palmo, aún asaltan por las mañanas cuando despacha la señora de los tamales. En las calles de mi barrio, frente a sus narices y ante su ciega mirada, seguimos existiendo.
Omar Felgueres
Qué fuerte. Gracias por no invisibilizar..
Wakan131
Que mamón, como si ser de barrio a uno lo obligará a no escuchar jazz o no tomar buen café oaxaqueño o no andar en bici. Solo deja ver qué le falta barrio al compa.
Arturo Hernández
Me encanto tu respuesta 🙏🏼
Daniel V.P.
Al chile bien lastimero, bien regodeado en un caló poetizado, un Rulfo urbano marginal, inspirado en la miseria para visibilizar no una realidad, que al chile desde mi dimensión todos conocemos y hemos mordido, sino para engalanarse, autoeconmiserarse con lo fácil... hueva.
Alma
Triste realidad de donde creci, ahora mis hermanos y yo profesionistas, alejados de mi chimal, que era bello para niños de 10 años para abajo hace 40 años. Mis padres gente ignorante totalmente, confiaron plenamente, ellos no era un ejemplo de profesionista, pero si de esfuerzo y tenacidad, y de querer algo mejor para sus cinco hijos, lo veo hacia atrás algo en nuestro cerebro hizo cambio, el estudiar, a travesar el estado de mexico hacia las primarias, secundarias preparatorias de unam, vocacional del poli y escuelas de bachilleres, lo hicimos...conforme te preparas abres la mente, quieres mejorar, no importa donde vives. No es malo ser de barrio, el problema, es educarse y no académicamente, sino ser humanos funcionales ejemplos a seguir de nuestros hijos. Pero siempre es preferible la ley del minimo esfuerzo, y vivir al dia, no hay aspiraciones. Mi Chimalhuacán era hermoso, sin urbanización, se valora tantas cosas que hoy das por hecho y que por respirar crees merecer.
Gerardo A. Tovar
Igual que en las Iztapas, Neza, Chalco y Ecatepec, dónde crecí.
Javier G.J.
A mi me gustó mucho, felicidades.
dexanever
si bariiiiiooooo!
Kare
Porque la foto, a la señora la conozco, es una fanática del rock y esa foto ya tiene bastante tiempo
Alex Márquez
Creo que debo tener mucha consideración para Pedro Marañón, que bien que le hace honor a su apellido; tiene una podrida maraña de tonterías en su cerebro. Mal por la revista que bien que merece "Consideraciones", para no ser peor calificada ¿Cómo permiten este tipo de "escritos", sin un ápice de investigación periodística? Esto totalmente cae en el racismo y el clasismo, sin mencionar la difamación. Como habitante de Chimalhuacán, y testigo de la verdad, exijo una disculpa pública por parte del seudoperiodista y la editorial que lo avala.
Yus
Váyanse a la verga, esto lo escribió un whitexican que se siente barrio, mejor para la otra publiquenlo en vice, ahí tienen a su público mamador.