La whitexicanización del cine mexicano
Manuel Hernández Borbolla @manuelhborbolla
La whitexicanización del cine mexicano es vergonzosa. Antes eran películas de ficheras. Hoy, predominan las películas basadas en las frívolas e insípidas vidas de gente fresa. Esos churros son financiados con dinero público. Y luego se quejan de los recortes a la “cultura”.
Soy muy consciente que debe haber buenas películas mexicanas. El asunto de fondo es que no son tan accesibles para el gran público, porque los canales de distribución están muy acotados. En las carteleras y las plataformas ‘streaming’ predomina la frivolidad.
Ayer me pasó que estaba buscando algo ligero y en español para antes de dormir. Busqué en un par de plataformas comerciales y no vi algo que llamara mi atención. Le di una oportunidad a un par de películas mexicanas de esas que critico, y no aguanté más de un minuto.
El otro día fui a comer a la calle y pasé por un cine comercial. Eché un ojo a la cartelera y me ocurrió lo mismo, así que pasé de largo. Creo que la frivolización del cine no es un fenómeno exclusivo del cine mexicano.
Esto por supuesto, no significa que no se hagan películas interesantes. En toda época las hay. Pero no son de fácil acceso. A mí me gusta ir a la cineteca ocasionalmente y me parece refrescante ver una oferta distinta a los cines comerciales donde impera la mercantilización.
Pero no siempre puedes ir a la Cineteca. Y menos en tiempo de pandemia. Quizá por eso me ha parecido más evidente, la abundancia de películas mexicanas sosas, donde se muestran los ‘dramas’ banales de sectores acomodados (que son dueños de muchas productoras y eso explica mucho).
Del otro lado, también hay algunos dramas y tragedias que muestran con crudeza las penas de los sectores más desfavorecidos de la sociedad mexicana. Son pocas las comedias de tinte popular, como si los pobres no rieran y sólo sufrieran. Estos clichés me parecen cuestionables.
Por eso, cuando veo que la gran mayoría de las películas frívolas que apuestan por vender historias ‘chatarra’ son financiadas con dinero del Estado, me pregunto si no deberían emplearse de mejor manera esos fondos. Seguro mi posición es debatible, no lo dudo.
Es bueno que existan películas de tono ligero, que nos relajen. Pero me parece un sinsentido la moda de hacer refritos de películas gringas “a la mexicana”. Hay mucha gente creativa en el país como para gastar dinero en esas cosas. Por lo menos se deben discutir esos temas para fomentar un cambio positivo en los canales de distribución del buen cine mexicano.
Desde luego hay películas interesantes. Me recomiendan mucho ‘Ya no estoy aquí’. La quiero ver con calma y no hemos coincidido. Pero eso no quita que exista una sobreoferta de contenido banal en el ‘mainstream’ mexicano. Hay una tendencia global a frivolizar y estandarizar las historias de la industria cinematográfica a nivel mundial, para llegar a otros ‘mercados’ y maximizar ganancias. Neoliberalismo fílmico. Está bien que el cine sea negocio, pero no todo puede ser negocio.
Cuando veo el fenómeno que han generado países como Japón con sus industrias culturales, creo que también podríamos hacer algo interesante en México. Finalmente les dejo esta pregunta:
¿No creen que del total de las películas ‘mainstream’ mexicanas hay demasiadas sobre gente de Santa Fe y sus alrededores, para un país tan grande y diverso como México?
Routhgear Lauper
Tiene mucho que dejé de asistir a las salas cinematográficas, la razón es la misma que vos citas, no encuentro nada digerible, lo peor radica en los cinemas, recuerdo el tiempo que viví en el Distrito Federal, había una gran cantidad de cines, para todos los bolsillos, para todos los gustos, si quería ver alguna cinta seria estaba el Electra, Bella época, o salas como la jhon Ford, Fellini y algunas mas, estaban las de cine popular o infantil, ahora con los cines aglutinados en mini salas, pasan lo mismo en cualquier punto de la ciudad y todo basado en los bodrios yanquis plagados de super héroes, detectives o asesinos vengadores, el cine nacional salvo honrosas excepciones "la delgada linea amarilla" o "El complot mongol" hacen levantar la ceja como pensando que algo no va bien, por otro lado esta la sobre valoración de pseudo actores, ahora directores (Diego Luna o Gael no se que) que no han mostrado nada digno. y falta aun mencionar a quienes se devalúan por falta de trabajo en la linea seria que les ha dado la fama, (Joaquín Cosío o Silverio -no recuerdo el apellido-) que se ven obligados a trabajar en papeles inferiores a su talento, el único que se ha mantenido es Damián Alcazar. Saludos.