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Las elecciones de 2021 definirán el futuro de Morena

Colaboradores


8 agosto, 2020 @ 8:05 am

Las elecciones de 2021 definirán el futuro de Morena

“[…] diputados y senadores (que) desean

hacer una carrera política, […] se sienten

obligados a distinguirse por su lealtad al

Partido y al Presidente…”

Daniel Cosío Villegas

Fernando Martínez y Jorge Grana

 

Las fisuras en Morena son una de las debilidades que la oposición quiere aprovechar para debilitar a la 4T. Ante la división interna, la dirigencia hizo un llamado de unidad entre correligionarios. En aras de las elecciones intermedias de 2021 resulta complicado que los intereses y tendencias políticas converjan en un mismo proyecto.

¿Congreso amañado?

Luego del Congreso Nacional de Morena a inicios de 2020 se destaparon las divisiones internas. El Congreso intentaba destituir a la secretaria general en funciones, Yeidckol Polevnsky. Tras la anulación de la renovación de la dirigencia de Regeneración Nacional, prevista para octubre del 2019, Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional del partido, declaró que una de las intenciones del Congreso era evitar que la dirigencia pudiera “prorrogarse al infinito”.

Tras el desconocimiento del Congreso por parte de Polevnsky, el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar fue electo presidente interino. Estará en funciones hasta que las condiciones permitan la realización de elecciones internas las cuales han tenido que ser pospuestas por la pandemia y en vísperas de 2021 donde Morena se estará jugando el control de la Cámara de Diputados.

El panorama al interior del partido es complejo, los últimos meses han sido de confrontaciones abiertas y mutuas acusaciones entre sus principales figuras. Hablamos desde la denuncia ante la Fiscalía General de la República contra Yeidckol Polevnsky por supuesto lavado de dinero, hasta los roces que hace semanas tuvieron Ricardo Monreal y Alejandro Rojas con John Ackerman.

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Imagen: Infobae.com

El Tribunal Electoral

El Tribunal electoral determinó que la renovación del presidente y secretario general debe ser definida por una encuesta abierta; el resto de los órganos directivos ya son problema del partido. En su fallo, el TEPJF omitió sistemáticamente los principios de autodeterminación y autoorganización de los partidos políticos.

La Ley de Partidos expresa que los militantes tienen derecho a participar en la elección de sus dirigentes. El fanatismo de quienes defienden a ultranza la decisión del tribunal les impide ver que la sentencia es, de nueva cuenta, una intromisión del tribunal en los procesos internos del partido.

La militancia

Algunos militantes críticos dicen que la encuesta viola los estatutos; y es cierto, la encuesta sólo está prevista para elegir candidatos a puestos de elección popular, no a los dirigentes. Además, se podría correr el riesgo de que personajes ajenos al partido decidan su rumbo, una encuesta abierta -en su máxima expresión- permitirá la entrada de opiniones de cualquier persona sin importar las preferencias políticas que esta tenga.

Otros más apuntan a que deben ser los “obradoristas” quienes deben participar, es decir, todos aquellos que llevaron a López Obrador a la presidencia. Esto incluye desde militantes, afiliados y simpatizantes de Morena, hasta gente de izquierda que no votó por el candidato que propuso su partido. Hablamos específicamente de amarillos y naranjas que no votaron por Anaya; incluso hasta entrarían tricolores.

El método de encuesta resulta atractivo para quienes aspiran a dirigir el partido. Su inclinación por este método recae en el beneficio que le pueden sacar. Las tendencias son claras, las encuestas favorecen a aquellos aspirantes que tienen el mayor número de reflectores de los medios de comunicación. Por ello la opinión pública los reconoce con mayor facilidad

¿Y el Presidente?

El Presidente ha sido renuente respecto a entrometerse en el proceso interno de su partido. Ha llegado a declarar que renunciará a su militancia si la lucha de “facciones” no cesa. Algo que caracterizó al sistema político mexicano del siglo XX fue la función dual del presidente al ser, al mismo tiempo, jefe de gobierno y jefe de partido. El presidente está haciendo lo correcto, la lógica de la Cuarta Transformación obliga al Ejecutivo a romper con ese vicio del sistema. No sólo es necesario sino fundamental.

Es incongruente que los lambiscones del presidente respalden esa postura. Nadie duda de las inclinaciones del tabasqueño por vivir una democracia participativa más que representativa, pero esta condición se la quiere imponer al pueblo que lo llevó al poder y no al partido que lo acompañó a Palacio Nacional.

Siguiendo los pasos de…

La idea de no tener democracia interna es evitar que Morena se perredice, pero la falta de ella es un rasgo que ha caracterizado la historia del PRI. Invisibilizar el problema detrás del discurso de unidad, donde todos somos buenos y sabios, con una simplista visión electorera no va a provocar que desaparezca.

En 2018 Morena hizo historia al ser el primer partido identificado con la izquierda en ganar las elecciones presidenciales. En tan solo 4 años logró lo que el PRD no ha podido en sus 31 años de vida, pero está a punto de fracturarse igual que el sol azteca. La experiencia demuestra que las posturas ideológicas sí importan, aunque no como antaño. Tan es así que la alianza entre panistas y perredistas de 2018 le podría costar el registro al PRD en 2021.

El sociólogo alemán, Juan Linz, escribe que una postura ideológica clara permite la identificación afectiva de la población. Al partido del presidente le falta mucho por aprender de su antecesor. La unión basada en una ideología clara y no en intereses electoreros será la base para simpatizar, en primer lugar, con sus militantes y, en segundo, con el electorado aún escéptico de sus formas de gobernar.

Futuro incierto

El panorama para Regeneración Nacional es aún ininteligible, no sólo por las divisiones por las que atraviesa sino porque se sigue buscando un liderazgo fuerte. Quizá no se han dado cuenta que un liderazgo como el que Andrés Manuel construyó a través de los años probablemente nunca más vuelva surgir. Dentro del movimiento hacen falta figuras comprometidas con los intereses del partido y del país. No se trata de sacar el mayor beneficio personal a partir de sus puestos.

Morena hasta el día de hoy no es la cuarta transformación del PRI, pero sus prácticas lo podrían conducir a ello. Está en manos de sus militantes -y simpatizantes- el evitar que el discurso de unidad se convierta en la vieja disciplina tricolor. Ser priísta es más que solo militar en el PRI, es una forma de hacer política.

 

Twitter: @fernandomtzf @cafe_negro_

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