¿El T-MEC repite los errores del TLCAN? ¿Qué viene para México?
Diego P. Alba (@diegop_alba)
En meses pasados, se vivieron diversos episodios de incertidumbre debido al proceso de negociación y modernización del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN). Hoy por hoy, podemos decir que se logró el cometido y el nuevo tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha entrado en vigor desde el pasado 1 de julio. Ahora, es tiempo para una de las interrogantes más importantes: ¿Qué haremos con el T-MEC?, ¿Qué viene para México? y, ¿Cómo le sacamos provecho?
Las preguntas pudiesen parecer absurdas, pero adquieren importancia sobre todo en razón del escenario actual tan crítico y cambiante en el que estamos viviendo. Los últimos estragos por la pandemia de covid-19, la crisis económica a nivel global y –como cereza del pastel– las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, hacen indispensable un análisis del panorama económico, político y comercial que le depara a México.
La política de suscripción de tratados, ¿funciona?
A finales de los años ochenta y principios de los noventa, México se convirtió en una nación caracterizada por fomentar la apertura económica y el libre comercio. Por aquel entonces fue adoptada la estrategia de suscripción de tratados de libre comercio, por medio de la cual, se comenzaron a firmar este tipo de tratados prácticamente “a granel”, vislumbrando la equivocada idea de que la simple entrada en vigor de un TLC traería consigo, de manera casi automática, una mejora económica notable. ¡He ahí el primer error!
Confundir el instrumento que fomenta el comercio con el comercio mismo
Esta percepción de confundir el instrumento que fomenta el comercio con el comercio mismo llevó a un comportamiento de excesiva confianza y pasividad provocando considerables estancamientos económicos en las cadenas productivas y flujos comerciales de las exportaciones mexicanas. Además, esta estrategia alimentó un furor exportador ilusorio, por el cual muchas empresas emprendieron un enfoque de trabajo hacia la producción de bienes de exportación asumiendo que, a partir de la creación de tantos TLC vigentes, las demandas por mercancías vendrían en cascada. ¡He aquí otro gran error!
Aunque en sus inicios, la política de suscripción de TLC satisfizo parcialmente sus objetivos iniciales, la realidad de los años subsecuentes fue otra pues no resultó una estrategia sostenible en el mediano y largo plazo. Problemas como la inseguridad, el narcotráfico, la inestabilidad política, la corrupción y crisis económicas destruyeron lo que idealmente estaba escrito en papel para el TLCAN y otros TLC. Las exportaciones se estancaron e incluso cayeron para algunos sectores (como el de la agricultura o el textil); el aumento de migrantes hacia Estados Unidos también hizo merma en las relaciones políticas y diplomáticas entre los dos países y, finalmente, las crisis financieras (1994, 1997, 2000 y 2008) provocaron un freno importante en la producción de mercancías de exportación. Aquel ambiente de optimismo e ilusión se desmoronó al ver que el comercio regional no coincida plenamente con las expectativas. La mera suscripción de tratados no resultó una garantía para el crecimiento económico sostenido.
Hacia una transición económica
En la mayoría de los casos, las transiciones apresuradas hacia la liberación e integración comerciales no son benéficas para los países en desarrollo. Un rápido cambio de régimen sin el adecuado fortalecimiento de las instituciones públicas nacionales y los sectores productivos pronostican una severa desestabilización para la economía.
El arranque del T-MEC debe ser comprendido como el comienzo de un arduo trabajo tanto por el sector público como el privado. La implementación del nuevo orden comercial debe llevarse a cabo de manera cuidadosamente paulatina, haciendo énfasis en el manejo responsable de la deuda, la inversión extranjera y los estímulos fiscales; asimismo, será de indispensable una sólida contención diplomática ante la premura de Estados Unidos por la reactivación de los mercados que, si bien le favorece a E.U.A., puede también ser perjudicial para México en el mediano plazo.
Duarte y Zerón: extradiciones que darán certidumbre al TMEC
[…] mucho tiempo más y menos frente a los socios norteamericanos. Así pues, México pretende –a los pocos días de la entrada en vigor del T-MEC y frente una necesidad urgente de reactivación e…– mostrar y forjar un escenario político nacional estable, seguro y fértil para la inversión, […]