De Norte a Sur Nacional

Batalla por la UNAM


9 julio, 2020 @ 4:44 pm

Batalla por la UNAM

Fernando Martinez (@fernandomtzf ) y Jorge Grana (@cafe_negro_)

 La historia es insobornable. Juzgará a su tiempo a nuestra generación, a cada uno de los hombres y mujeres conscientes del papel que desempeñaron en la vida nacional, de manera inflexible
Vicente Lombardo Toledano

El reportaje titulado “El regalazo de Irma Eréndira” destapó presuntas irregularidades en el patrimonio del matrimonio Sandoval-Ackerman. No sólo se cuestionaron los ingresos de la pareja, también la procedencia de sus bienes. La oleada de críticas llegó a exigir la destitución de Ackerman de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Ingresos cuestionables

Existen algunos elementos que hacen cuestionables tanto los ingresos como los bienes que poseen. Por un lado, se critican el sueldo que tiene Ackerman como académico de la universidad, el cual asciende a 19,635 pesos mensuales. Sin embargo, se pasa por alto la gran desigualdad que existe en los ingresos de los profesores. Mientras algunos profesores de carrera e investigadores ganan cantidades exorbitantes, el salario de muchos profesores de asignatura, apenas asciende a 2,400 pesos al mes.

Además de los cuestionamientos a sus ganancias, los cuales no solo son por trabajar para la universidad, puesto que también se cuestionó la validez de su título de Doctor en Derecho, expedido por la UNAM. Alejandro Díaz Durán, aspirante a la presidencia nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), y cercano a Ricardo Monreal, cuestionó que su cédula profesional no apareciera en el Registro Nacional de Profesionistas.

Investigación a fondo

El patrimonio de la pareja Sandoval-Ackerman, así como la procedencia de este, tiene que ser investigado y esclarecido por las autoridades competentes. Resultaría ilógico que un gobierno que ganó las elecciones enarbolando la bandera de la lucha contra la corrupción no sea transparente con los bienes de sus integrantes.

¿Quién pelea por la UNAM?

Por otro lado, es comprensible que algunos grupos políticos dentro de la UNAM—los cuales hay que recalcar que existen a pesar de que digan que no—busquen la destitución de Ackerman. Desde hace varios años hay una latente preocupación porque Morena no penetre en la universidad y desplace a los viejos grupos de poder. Entre ellos podemos encontrar al Grupo de los Médicos, ligado al Partido Revolucionario Institucional (PRI), mismo que desde el inicio del sexenio obradorista se ha visto amenazado por las pugnas internas que buscan tomar el control de la universidad.

Imagen: El Mañanero Diario

Otro de los grupos que se ha sentido en peligro—casi por obvias razones—es el de los Juristas. Como respuesta a esto el profesor Juan Antonio Pérez Sobrado, quien saliera de las filas de Morena para incorporarse al séquito de paleros de Raúl Contreras Bustamante, inició una petición en la plataforma Change.org para destituir a John Ackerman como director del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS), alegando que no cumple con la calidad moral para dirigir dicho proyecto y que sólo lo ha usado como propaganda en favor de sus intereses políticos.

Los verdaderos cánceres de la universidad

No es nuevo que se exija la destitución de algún funcionario de la universidad, el problema es que nadie pide la renuncia de los verdaderos cánceres de la universidad. Nadie menciona al hoy Embajador de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, quien usó a la policía para terminar con la huelga en el 2000. Ni hablar del exrector José Narro Robles, quien en 2015 ocultó un expediente de corrupción en la UNAM, y que tras su paso por la Secretaría de Salud (SS), dejó cerca de 300 hospitales abandonados.

Alguien un poco más cauteloso, pero no menos importante es Luis Raúl González Pérez, quien fuera Abogado General de la UNAM durante el rectorado de Narro y nombrado presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), tras el caso Ayotzinapa. La misma institución cómplice en 2014 y hasta la fecha de que no esté resuelto el caso de la desaparición de los 43 normalistas. Por último podemos mencionar a Enrique Graue, quien no ha logrado tomar las riendas de la universidad tras el ataque de porros a estudiantes en 2018.

El triunfo de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones no es un cambio radical en la estructura del sistema político sino un reacomodo de las fuerzas políticas que dirigen al país. Tampoco es un cambio de régimen como lo ha querido disfrazar el presidente a través de la Cuarta Transformación.

Este reacomodo de fuerzas va más allá de una alternancia en el poder ejecutivo, a tal grado de que ya alcanzó a la máxima casa de estudios. Los nuevos grupos buscan desplazar a las viejas fuerzas universitarias. La pugna entre las diferentes facciones auriazules nos deja una pregunta en el aire: ¿en manos de quién está y de quién quedará la UNAM?

Imagen: Publímetro

Espacio para nuestros colaboradores ocasionales, quienes amablemente nos comparten sus reflexiones. En la Revista Consideraciones caben todas las opiniones.

2 comentarios
  1. Ernesto

    Está claro que los PRISTAS, que hoy controlan a la UNAM, no quieren soltarla, porqué donde se encuentran otra igual, sobre todo porqué en esta se manejan más de 46,000,000,000 si, cuarenta y seis mil millones anuales de presupuesto, donde hay mucho dinero de donde echar mano y con la Autonomía Universitaria en sus manos pues con más iganas. Esperemos que la democratización de nuestra máxima casa de estudios no tarde, porqué hay mucha corrupción y una muy mala administración que no ayuda ni al pueblo que la mantiene, ni a los estudiantes y académicos que en ella estudian y trabajan. Fuera corruptos de la UNAM!

  2. […] Revista Consideraciones, 09 de julio de 2020 https://revistaconsideraciones.com/2020/07/09/que-grupos-politicos-se-pelean-por-la-maxima-casa-de-e… […]

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