FCPyS de la UNAM despide a un profe entrañable
Gerardo Salcedo, un puente entre la academia, el cine y la vida cotidiana
Los medios ya reseñaron el perfil profesional de Gerardo Salcedo, la lista de directores y funcionarios que lamentaron su partida -acaecida el pasado 7 de junio-, es larga; sin embargo, es necesario hablar del por qué la comunidad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lo despide con especial cariño. Salcedo, fue profesor de asignatura en Ciencias Políticas, su materia emblemática fue Sociología del Cine. A inicios de los dosmiles, Gerardo ya era subdirector de programación en la Cineteca, pero su estilo no era el de un funcionario; podías encontrarlo caminando del metro a la facultad, mochila al hombro, como un estudiante avanzado.
La cátedra de Salcedo transcurría en horarios de la tarde noche, su clase rica en información siempre estuvo aderezada con datos históricos y anécdotas detalladas donde se mezclaba la cultura y los relatos propios del mundo del cine. Era evidente que le faltaba tiempo para abundar en detalles que conocía. Gerardo tenía claro los detalles mínimos de muchas películas, los directores y su trayectoria, incluso sabía los cines donde se estrenaron las películas. Pero Salcedo equilibraba su amplio conocimiento con un modo de ser muy campechano, siempre tenía tiempo para hablar de fútbol, de comida, costumbres cotidianas. Solía hacer referencia a los viajes que lo marcaron, a detalles graciosos. La ironía era su sello personal.
Recuerdos memorables
Salcedo, nos inició en el cine como un fenómeno mundial cuyas tendencias van cambiando. Como estudiantes nos invitaba a las sesiones de prensa en la Cineteca. En la entrada de la sala bastaba con decir: “Soy Alumno del profesor Salcedo”; palabras claves para ver con anticipación las películas que traía la muestra internacional de cine o el Foro de la Cineteca. Con este gesto de generosidad, Gerardo permitió que nos vinculáramos con el cine desde una experiencia gozosa, terminada la función almorzábamos en algún lugar de Coyoacán. Así, pudimos acuñar anécdotas relacionadas con el cine y vivir momentos memorables de nuestros años de universidad.
Buen viaje maestro…
Gerardo solía hablarle a los estudiantes de “usted”, con esa forma subrayaba el respeto, en medio del desenfado, la cercanía y el cariño que caracterizaba su trato en las aulas. Salcedo dejó las aulas, pero continúo dando cátedra todos los días por medio de su muro en Facebook. Con valentía y desenfado hizo de su proceso de enfermedad un relato que pudimos seguir con admiración. Gerardo siempre elaboraba algunas líneas para despedir a las figuras del cine y de la sociedad. Por eso aquí con estas líneas, querido Jerry, te decimos: ¡Buen viaje! Gracias por mostrarnos que la erudición no está peleada con la sencillez y el buen trato, te recordaremos con camiseta de los pumas, comiendo tacos o tortas ahogadas en Guadalajara o el Chilango.